jueves, 21 de septiembre de 2017

TEMPORADA 1958-59


                                              TEMPORADA 1958-1959

                                       GRAN TEATRO DEL LICEO

 Nuestro amigo Jordi ya nos había comunicado, más o menos la programación que se iba a efectuar en la temporada 1958 - 1959. Nos comentó que esta temporada iba a estar muy cargada de grandes representaciones. Al poco tiempo recibimos por correo la programación, y la verdad  es que cuando leímos las óperas que iban a representar y los cantantes nos dimos cuenta que  era espectacular; teníamos el debut de Alfredo Kraus y de Carlo Bergonzi. Ahora nos tocaba estudiar la fórmula para poder asistir a  las representaciones que más nos interesaban. Íbamos mirando un formato de que nos coincidieran dos funciones que cayeran entre sábado y domingo, pues habíamos descubierto que los domingos por la noche había un tren que salía desde Barcelona, sobre las 23:30 horas  que iba directo a Valencia, y  llegábamos a la ciudad del Turia sobre la cuatro de la madrugada, y allí empalmábamos un autobús que salía hacia Alicante sobre las cinco de la mañana, donde dicho autobús llegaba a Alicante a las ocho de la mañana. Este formato de viaje aunque era muy ajetreado nos venía, por cuestiones de trabajo muy bien. Al ver la programación, yo personalmente me hice una composición de las óperas que quería ir, y decidí cogerme una semana de vacaciones y con ello vería el 2 de diciembre, martes,  <Turandot>, Con la soprano alemana Gertude Grob-Prandl y el tenor Umberto Borso, el jueves repetiría la misma ópera, el sábado 6 de diciembre el debut de Alfredo Kraus con el <Rigoletto> y el domingo 7 de diciembre, a la 17 horas la ópera <Aida> con Carlo Bergonzi, a estas dos últimas óperas vendrían mis amigos, Manolo Polo y Enrriquito. Os comento que en el mes de noviembre ya hicimos este formato viendo el 15 de Noviembre sábado le <Norma> Anita Cerquetti y Fedora Barbieri, y el domingo por la tarde el <Otello> con Ramón Vinay. Como veréis  todo un “lujo”. Y para rematar la temporada teníamos programado, el sábado 20 de diciembre <Lucia di Lammermoor> con Gianna D´Ángelo y Alfredo Kraus, y el domingo 21 de diciembre el “apoteosis”,  <El barbero de Sevilla> con ni más ni menos que con Victoria  de los Ángeles. ¿Qué os parece la temporadita? ¿Merecía la pena el pasar estos viajes tan cansinos? Amigos, si ponéis un poco de atención en las funciones que vi en esta temporada y los cantantes que actuaron, ¡¡creo que vosotros hubierais hecho lo mismo!!
FACHADA DEL GRAN TEATRO DEL LICEO


Temporada 1958-1959 del Liceo

En la temporada 1958-1959 hubo la única aparición de María Callas en Liceo , fue en un recital. El 6 de diciembre debutó en el Liceo Alfredo Kraus con Rigoletto .

La noche del estreno de Maria Callas en el Liceo, que en principio debía ser memorable, fue acordada para el 5 de mayo de 1959. Así que estalló la noticia, se perfiló una expectación que avivó la agrisada vida ciudadana. Y se entabló la batalla de las localidades, aunque los precios se habían encaramado, las entradas se agotaron en un suspiro. Los revendedores, oficiales o no, hicieron su agosto. Ni las arias de Don Carlo o Mefistofele , ni la cavatina de El barbero de Sevilla estuvieron a la altura, su visin darte  de Tosca provocó algún grito de “viva Tebaldi”. El saldo hasta el intermedio estaba inundado por la decepción. Luego cantó el adocenado vals de Musetta de La bohème . Pero al desgranar unas páginas de Il pirata se impuso con autoridad y se puso por fin al público en el bolsillo. El escenario se llenó de flores que llovían de todas partes.



                                  
Temporada 1958-1959 del Liceo
Ópera
Compositor
Director musical
Director de escena
Papeles principales
Producción
Fechas
17 de noviembre
6 de diciembre
diciembre
1 de enero
enero
febrero
                      
                      ENTRADA AL LICEO

NORMA (Bellini) sábado 15 noviembre 1958
Director Ángelo Questa, con Anita Cerquetti, Fedora Barbieri, Giuseppe Vertechi, Giuseppe Modesti, Alda Richi.

En esta temporada empleamos un nuevo formato, para ver las actuaciones, de una forma  que nos coincida dos funciones seguidas y de  esa forma nos ahorramos algunos días de viajes.
La primera ópera que vi fue Norma (Bellini). Ya se oía comentar en aquellas fechas,  que había una cantante llamada María Menigini  Callas que estaba siendo la sensación en dicha ópera.
Tengo anotado en mi  “diario”, con fecha del 2 de Enero de 1958, el tremendo jaleo que se formo, cantando la Norma, María Callas en la inauguración de la temporada en el Teatro Opera de Roma, donde asistía el presidente de Italia Giovanni Gronchi. En esos años yo ya estaba enganchado a las retransmisiones de la R.A.I. italiana. Ese día retrasmitían dicha ópera, junto a la Callas, cantaba Franco Corelli. Os comento todo lo que tengo apuntado en mi “diario”: <al finalizar el primer acto, yo note que se produjo un murmullo acompañado de muchos aplausos, y la realidad es que yo no comprendía nada. Al momento el locutor que hacia la retransmisión empezó a decir que los motivos de este jaleo fueron debidos a que María Menigini Callas, se había enfadado porque había notado que los aplausos eran dirigidos hacia su oponente Franco Corelli. Cuando se estaba dando esta información, el locutor de la R.A.I. interrumpió su retrasmisión para dar paso a un representante del teatro, comunicando hacia el público, la siguiente frase <Nessuno puo sustiuire a la Callas> traducido <nadie puede sustituir a la Callas>, al oír el publico dicha información se armó un gran revuelo en la sala, con silbidos y pataleos. La función fue suspendida. Y el cuatro de enero se volvió a representar, sustituyendo a María Callas la misma soprano que iba a cantar en el Liceo de Barcelona, Anita Cerquetti. Ahora al cabo de los años a pesar de que su carrera musical fuera efímera, personalmente para mi parecer ha sido una de las grandes sopranos dramáticas, llegando al spinto, después de la segunda guerra Mundial. A pesar de los años que han pasado, mantengo mi criterio sobre Anita Cerquetti, si podéis agenciaros por YouTube varias grabaciones de operas completas, os daréis cuenta que su voz está fuera de lo común, en todas sus representaciones hace un alarde de bien cantar y exponiendo su voz señorial y con un sonido personalísimo que hoy en día no lo hay. Su Norma está a la altura de la Caballé, y María Callas.
Os voy a poner una selección de Norma  que se canto el 4 de Enero de 1958 en el Teatro Opera de Roma. En esta función fue la que Anita Cerquetti sustituyó a María Menegilli Callas  en la función que  dicha cantante abandonó el teatro por los motivos…. Al cabo del tiempo hay muchas versiones, quedarse con la que queráis. La realidad es que a partir de estos incidentes la Callas empezó su decadencia.
El 4 de Enero de 1958 se representó Norma, en el Teatro de ópera de Roma con el siguiente reparto: Director Gabriele Santini, con Anita Cerquetti, Franco Corelli, Giulio Neri, Miriam Pirazzini, Piero de Palma. Esta grabación está  considerada como grabación histórica. Aquí os voy a poner un pequeño avance de la ópera  que finalmente os pondré completa.




ANITA CERQUETTI

                                         
AUDIO -Norma – Anita Cerquetti – “Sedicioni voci “



AUDIO -Norma – Anita Cerquetti – “Casta Diva “







                                                MIRIAM PIRAZZINI



         


                                         FRANCO CORELLI

                                      

                                       
                            AUDIO - Norma – Cerquetti – Corelli” “O di cual sei tu vittima “




              AUDIO - Norma – Cerquetti- Corelli- Pirazzini- “Vanne si mi lascia indigno 




                                                TEATRO DE LA OPERA DE ROMA


Os voy a proponer el 1º acto y único que se cantó  el 2 de Enero de 1958. Siendo sus intérpretes y personajes principales, María Callas  (Norma) y el tenor Franco Corelli (Pollione). Asistiendo el presidente de la República italiana el señor  Giovanni Gronchi. Como ya os he comentado en las páginas anteriores, esa función la escuche en directo por la RAI. Al final del primer acto, oiréis los aplausos y seguidamente un corto silencio y seguidamente los comentarios de los narradores, vosotros mismos juzgareis.

                   .

Y seguidamente os voy a poner la grabación completa de la representación de Norma, que se efectuó el 4 de enero de 1958, siendo Anita Cerquetti la elegida para sustituir a María Callas siendo el mismo reparto de la noche  de inauguración.  Teatro Opera de Roma Dctor : Gabriele Santini, interpretes y personajes: Anita Cerquetti (Norma) Miriam Pirazzini (Adalgisa), Franco Corelli (Pollione), Giulio Neri (Oroveso), Giannella Borelli(Clotilde), Piero de Palma (Flavio). Como podréis observar un elenco de gran categoría.





                       CRÓNICA DE LA VANGUARDIA
CRONICA DE LA VANGUARDIA DE LA OPERA NORMA (Bellini) sábado 15 de Noviembre 1958
Después de los éxitos conseguidos con <Il. Pirata> y <La sonámbula>, Bellini recibió el encargo de escribir para la Scala, de Milán, una ópera, por la que cobraría tres mil ducados y la mitad de los ingresos que la obra proporcionara. El compositor se entregó a tal trabajo; pero el cólera amenazaba en aquel entonces con invadir Europa, y el peligro de la epidemia le tenía acobardado, Desde su retiro del lago Como, así decía el 19 de septiembre de 1831 en una carta a su amigo Florimo: <Estoy escribiendo la ópera sin ningún entusiasmo, porque tengo la seguridad de que el cólera llegará y obligará a cerrar todos los teatros>. El vaticinio,  sin embargo, no se cumplió, y así el músico escribía poco más tarde a otro migo diciéndole < Trabajo afanosamente en la nueva ópera que debe ser estrenada en la Scala el 26 de diciembre próximo. El asunto está basado en Norma, tragedia de Soumet. Yo lo encuentro muy interesante, y si Romani acierta a traducir su bella poesía, el<libreto> podrá ser verdaderamente sugestivo. Felice Romani se esmeró en el libreto, y por fin, el día de San Esteban de 1831<Norma> fue estrenada, tras no pocas dudas y ansiedades y hasta cambio de páginas musicales, como el aria <Casta diva>, que Bellini modificó ocho veces antes de que quedara en la forma que había de conocer la celebridad. Celebridad que no nació con el estreno de la ópera, pues <Norma>, según es sabido, fracasó en su primera representación. Pero la famosa Giuletta Pasta la impuso pronto a la general admiración, logrando que se pusiera en escena treinta veces en la misma Scala, y tres años después, en Londres, la Malibrán consiguió que <Norma> fuera triunfalmente acogida.
Entre sus copiosas producciones, Bellini tenía a <Norma> como la partitura más lograda y la posteridad ha venido a darle la razón, porque, pese al avance de las ideas estéticas, hoy  sigue pareciendo joven, fresca, bella, definitiva, confirmando lo que Wagner manifestó en Riga el año 1837, que es obra que, a la riqueza melódica y al espíritu más íntimo, suma la más profunda verdad.
La reposición de <Norma> en el Liceo tenía este año el singular atractivo de que en ella reaparecían dos artistas de las que se guardaba gratísimos recuerdos: la soprano Anita Cerquetti y la mezzo-soprano Fedora Barbieri. De las acendradas simpatías que tenían conquistadas fueron elocuente prueba las largas, clamorosas ovaciones que se tributaron a ambas cantantes, sobre todo después del tercer acto. Es evidente que las dos enfermedades sufridas en los últimos tiempos por Anita Cerquetti han dejado sus huellas; pero no hasta el punto de que la célebre soprano haya visto mermadas su categoría y su personalidad.
Anita Cerquetti afrontó con decisión las grandes dificultades de la parte de protagonista ofreciendo una druidesa Norma de facultades suficientes para valorar diáfana y jugosa inspiración, el romántico lirismo de la música de Bellini. En cuanto a Fedora Barbieri, sus brillantes posibilidades dieron el debido relieve al personaje de Aldagisa, la sacerdotisa de Inmirsul. La claridad y amplitud de sus medios vocales se manifestaron a través de las sinuosidades de los diseños melódicos, que alcanzaron intensidad expresiva.
El tenor Giuseppe Vertechi constituyo el lado vulnerable de la representación. Fue un Pollione un tanto arbitrario y falto de los arrestos necesarios para recorrer con brillantez la gama de sentimientos que caracterizan al guerrero romano. Escuchó sin embargo, aplausos, como los escucharon también el bajo Giuseppe Modesti, muy afortunado en las escenas de los actos primero y último, y Alda Richi y José Farre, que completaron el reparto.
Los coros se mostraron justos de entonación, fruto de la labor preparatoria del maestro Riccitelli.
La orquesta nos gustó un poquito menos que la primera noche. Hubo en ella carencia de empaste y exceso de sonoridades. La dirigió el maestro Angelo Questa con mesura expresiva y fervor artístico, cualidades que ya había demostrado en anteriores temporadas. Fue aplaudido después de la sinfonía  y luego reclamado a las tablas a la conclusión de los actos.
Acertada la dirección escénica  a cargo de Doménico Mesina.

Las decoraciones de Sormani, de Milán, produjeron la sensación de belenes navideños. U.F. ZANNI.

                                                     GIUSEPPE VERDI

OTELLO (Verdi)  domingo 16 noviembre 1958. Director La Rosa Parodi, con Ramón Vinay, Marcella Pobbe y Anselmo Colzani

De lógica es que comparemos este Otello de Ramón Vinay,  con el  de Mario del Mónaco, y como siempre  se ha dicho,  las comparaciones son odiosas, ¡¡pues no ¡! de odiosas  nada de nada. El Otello de Mario del Mónaco fue espectacular y el de Ramón Vinay, lo mismo de lo mismo, sabéis  que a mí no me gusta hablar de las comparaciones, mi opinión es sencillamente que las dos versiones me llenaron plenamente, me explico: cada cantante tiene su forma y hábito de hacer las cosas como se cree conveniente, los dos interpretaron, vocalmente como lo escribió el maestro Verdi, con la  parte lírica ambos lo hicieron a su forma bastante bien, y en la  parte de fuerza, garra y dramatismo sacaron todo lo que tienen dentro y ¡¡amigos!! , con esto ya es suficiente para que uno como espectador quede satisfecho. Habrán aficionados que digan que Del Mónaco es único o que Ramón Vinay les guste más, e incluso Placido Domingo sea su favorito, a mi persona, particularmente me quedo con el placer de haber disfrutado con estas grandes voces y dejar para las tertulias los “dimes y di retes”,  que uno es mejor que  el otro. Verdaderamente a mí lo que me gusta es saborear la música de este gran maestro Verdi y si encima está bien cantado e interpretado ¿Qué más puedo pedir? Antes cuando era joven sí que me apasionaban las grandes voces e incluso era fanático de algún cantante, por el tiempo me ha llegado la cordura, la sensatez y ¡¡ cómo no!!  la experiencia, y ante todo esto, ahora por el tiempo, gozo más y me deleito con las grandes voces del pasado y del presente, tengo que reconoceros que los cantantes del pasado son algo distintos a los de hoy, pero claro, esto va en los gustos….
Lo que sí que he notado, es, en la interpretación de los cantantes, ahora en la actualidad son muchos mejores artistas que en el pasado. Antiguamente, prevalecía más la voz, era lo principal, estaba el cantante más preocupado de cómo dar su nota correspondiente y escuchar al apuntador. Esos tiempos han pasado y hoy podemos decir que los cantantes de élite interpretan muy bien  su roles y los tienen  muy bien estudiados.
La grabación que os pongo es una selección de Otello con  Ramón Vinay,  Marcella Pobbe, Herva Nelly y Giuseppe Valdengo.

                                              RAMÓN VINAY
                                          AUDIO -Otello – Ramon Vinay – “Esultate “1952

                                                                     HERVA NELLI





                                      GIUSEPPE VALDENGO





                                                                MARCELLA POBBE


                             AUDIO - Otello – Marcella Pobbe  - “Ave Maria “



ARTURO TOSCANINI
                                                      


Ha continuación os propongo el Otello de Verdi en audio con la NBC Chorus y Symphony Orchestra con dirección de Arturo Toscanini con los interpretes y personajes: Ramon Vinay en (Otello), Herva Neill en (Desdemona), Giusseppe Valdengo en (Iago), Leslie Chabay en (Rodrigo), Nicola Moscona (Ludovico), Arhtur Newman en (Montano) y Nan Merriman como (Emilia).  Es una grabación del año 1947. Esplendido audio con un sonido increíble
. Este Otello podemos decir que es de referencia.
                                 
                            OTELLO- 1947- NBC-Toscanini-Vinay- Neill-Valdengo



                           CRÓNICA DE LA VANGUARDIA

CRÓNICA DE LA VANGUARDIA DE LA OPERA OTELLO (Verdi) POR RAMON VINAY  jueves 13 noviembre 1958
Con <Otello> de Verdi, se inauguró solemnemente la temporada de ópera. Con el inmarcesible <Otello>, a Verdi le ha cabido una vez más el honor de presidir la función inaugural de la temporada de ópera en el Gran Teatro del Liceo. Velada que con arreglo a lo que la tradición impone, constituyó un acontecimiento mundano a la par que artístico, viéndose nuestro primer coliseo lleno de un público que agrupaba las más refulgentes galas y las simples ansia de recreaciones líricas.
De la obra del genial compositor de Busseto habremos de repetir lo que en otras ocasiones hemos dicho. Hoy cuando los modernismos duran como la rosa, <el espacio de una mañana>, <Otello> resiste impávido el transcurso del tiempo y se ofrece erguido y arrogante, conservando en la historia de la ópera un puesto del que nadie podrá moverlo. No en vano el gigantesco avance dado por Verdi  pasando de <Aida > a <Otello>, le costó catorce años de meditación y estudio. Verdi oponiendo a la ópera sinfónica el drama lirico; a lo fantástico, el realismo; a la expresión de los símbolos, los personajes vivos y palpitantes de la tragedia de Shakespeare, dio pruebas de una sana y plena conciencia. La caracterización de los tipos penetra musicalmente en la profundidad de las almas con formas que atestiguan como Verdi se dio perfectamente cuenta de la necesidad de progresar renovándose: de no desdeñar el concurso de la reflexión cuando no paralice la creación y sea solo fuente de sugerencias de verdad y de belleza. La maravillosa facultad de observación de las figuras humanas, puesta de relieve por Shakespeare en el teatro dramático, tuvo pues, su equivalente en la partitura de Verdi, que ilumina con luz propia psicologías, acciones y sentimientos.
Para que sus últimos valores no queden apagados, <Otello> requiere unos intérpretes de meritos poco comunes. En el Liceo los ha tenido muchas veces, y anteanoche, en época de verdadera crisis de cantantes de excepción, tampoco faltaron relevantes artistas, que dieron laudable cima a su cometido.
El tenor chileno Ramón Vinay, dotado de un generoso temperamento y de una voz vibradora en los agudos y algo opaca en los otros registros, supo dar al protagonista el impetuoso apasionamiento y la variedad de centros expresivos que exige el héroe shakesperiano a través de la visión de Arrigo Boito, el libretista de la ópera de Verdi, aunque quizá el personaje quedara más teatral que esencialmente lírico. De todos modos, en el canto a la victoria, en el amoroso dúo con Desdémona, en las grandes escenas de violencia y de feroz venganza y en el trágico final, donde se mostró gran actor, Vinay dio patentes pruebas de conocer el personaje y su trabajo fue premiado con unánimes y efusivos aplausos.
También los hubo reiterados y calurosísimos par la soprano Marcella Pobbe, una Desdémona, tierna, emotiva, de voz empleada con gusto y maestría, revistiendo de justos matices tanto los dúos como la romanza < del sauce> y el <Ave María> del último acto. La labor de Marcella Pobbe fue tal vez lo más convincente de la velada.
Toda la perfidia de Yago fue escrupulosamente puesta al descubierto por el barítono Anselmo Colzani, afortunadísimo en el brindis del acto primero y en el famoso <Credo>
La mezzo-soprano Alda Ricchi, voluntariosa  Emilia; el tenor Fausto Granero, discreto Cassio; el bajo José Lemat, Esteban Recasens, Giuliano Xilini y Eduardo Soto completaron dignamente el reparto.
Los coros preparados por el maestro Gaetano Riccitelli, se mostraron robustos y seguros en la entonación.
Dirigió la nueva orquesta titular del Liceo el maestro Armando La Rosa  Parodi, quien logro de los instrumentos bien sincronizados con el escenario, la poesía, la violencia o el dolor, según las exigencias de la partitura. La orquesta, cuya primera actuación había despertado interés vivísimo, dio un rendimiento muy superior a lo que podía esperarse de su insipiencia. Hubo en ella disciplina, equilibrio y riqueza de sonoridades. Pedir más seria gollería.
El público, que, según hemos consignado, llenaba el teatro, además de aplaudir en el curso de la representación al termino de cada jornada intensificó su demostraciones aprobatorias, obligando a que la cortina fuera descorrida reiteradamente en honor de los principales cantantes y del maestro La Rosa Parodi.
Cerramos la crónica dedicando también un elogio al director de escena Doménico Massina, quien movió y agrupó bien  las figuras y al escenógrafo Bonat del Rio, por sus ambientadores decorados, en los que se conjugó inteligentemente los efectos de luminotécnica.- U.F.ZANNI


                                          CARLO BERGONZI


                                     
                                              ENTREVISTA
ENTREVISTA  A CARLO BERGONZI EL 27 noviembre 1958 en LA
VANGUARDIA


                                                       
Carlo Bergonzi ha cantado recientemente con la Tebaldi y con la Callas. Lo veo mientras ensaya <Aida>. Le acompaña su esposa, muy bella por cierto, que hace de secretaria del famoso tenor italiano.
•       En este duelo Tebaldi-Callas, ¿con cuál de las dos prefiere cantar?
•       Las dos son muy gentiles- responde la esposa.
•       ¿Cuál de las dos le da más miedo Carlo?
•       Ninguna de las dos-
•       ¿No teme a las mujeres?
•       No: hombre quien tiene miedo a las mujeres, hombre finito.
•       ¿A su esposa tampoco?
•       Es mi mujer y secretaria, y me sigue a todas partes.
•       ¿Por qué lo vigila o por qué le gusta oírle, señora?
•       Porque me gusta oírle y porque tiene necesidad de mi apoyo moral.
•       Nadie- responde él-, empecé a estudiar solo. En 1951 me hice tenor; tres años antes fui barítono, pero cantaba forzado porque se habían equivocado conmigo.
•       ¿Antes de cantar?
•       Trabajaba en Parma en la fábrica de quesos de mi padre.
•       ¿A quién oyó por vez primera?
•       A Aureliano Pertile en <Otello> y le envidie admirándole.
•       ¿Existia ya su esposa en su pensamiento?
•       No-interviene ella-, yo aparecí cuando Carlo volvió de un campo de concentración y al entrar en Busseto, Parma, país de Verdi, la primera persona que vio fue a mí y le dije<¡¡Chao!!>
•       Y flechazo.
Al día siguiente nos encontramos en un baile y veinticuatro horas después a mama si le daba permiso para prometerse. Cuatro años más tarde nos casamos. Tenemos dos <bambinos>
•       ¿Usted no canta, señora?
•       Nunca me he probado la voz; pero todos los días le hago observaciones a Carlo y los perfecciona; lo oigo desde el camarín o entre bastidores. Este año ha actuado en noventa y seis funciones; su trabajo es agotador.
•       ¿Quién decide los contratos?
•       Los dos.
•       ¿Quién fija los precios?
•       Los dos.
•       ¿Quién canta?
•       Mi marido.
•       ¿Su repertorio, Carlo?
•       Cuarenta y cinco óperas.
¿La que cantó más?
•       <Aida>, <Trovador>, <Forza del destino>, <Tosca>…
•       ¿Su régimen?
•       Nada de salsas picantes- dice ella-, ni alcohol, ni tabaco y a las diez o diez y media de la noche a acostarse.
•       ¿Disciplinado?
•       Si- ella sigue con la palabra-, pero le tengo por las riendas y no le dejo escapar.
•       ¿Recibe muchas cartas de admiradoras?
•       Sí, las leo yo y se las doy a leer a él.
•       ¿Todas?
•       Sí
•       ¿Lo cree usted, Carlo?
•       Si lo dice ella.
•       ¿No le molesta, señora, que admiren a su marido?
•       Admiran su voz, no su persona; si creyese que admiran a él seria celosa; porque yo adoro a mi marido y quiero que todo él sea para mí.
•       Carlo, su mujer dice que admiran solo su voz, ¿Usted lo cree?
•       Lo dice ella y es verdad y yo amo a la familia y mi mujer tiene razón para obligarme a acóstame a las diez de la noche cuando no hay ópera; sino ¿cómo iba a cantar noventa y seis funciones en un año?
•       ¿Se priva de muchas cosas?
•       La vida del artista es un sacrificio.
•       Aún es más sacrificio ser la esposa del tenor- protesta ella.
•       ¿Le oye todo?
•       Todo.
¿Canta en casa?
•       Sí, y me gusta.
Ya es amor
DEL ARCO




                                                              GIUSEPPE VERDI  


                
                                                               ESCENA DE AIDA

AIDA (Verdi) Jueves 27 noviembre 1958
Director Ángelo Questa, con Anita Cerquetti, Carlo Bergonzi, Fedora Barbieri, Anselmo Colzani, Ferruccio Mazzoli.
El Jueves 27 de Noviembre, tempranito ya estábamos, Manolo Polo, Enrriquito y mi persona  tomando café en el bar de la estación y esperando que se hiciera la hora para meternos en el correspondiente vagón par que nos llevara a Barcelona, la suerte que teníamos es que, en el viaje dormíamos mucho y se nos hacia el viaje más llevadero. El viaje era muy monótono y ya cuando estábamos llegando ya nos entraba un gusanillo por el estómago y nos poníamos nerviosos. La mente la teníamos en la voz de Carlo Bergonzi, lo conocíamos por  algunos discos que le habíamos escuchado y nada más. Los tres, siempre hemos sido unos grandes admiradores de este grandísimo tenor.
Pensad que en aquellos años no existía el internet y lo poco que sabíamos de los cantantes era del boca a boca de aficionados y algún disco que podíamos comprar en algunas tiendas especializadas
A Carlo Bergonzi, le conocía como era su voz gracias a un disco que tenia del  que cantaba varios fragmentos de ópera, y de la Anita Cerquetti, sí que la conocía por su Norma que acababa de verla anteriormente. Ahora por el tiempo que ha pasado y gracia a YouTube, hemos descubierto un filón de voces que en aquellos tiempos eran impensables. Yo reconozco que gracias a internet me he puesto al día, eso sí, me ha servido mucho, el haber conocido a cantantes de aquella época que los vi actuar en vivo.
La Aida que vi en el Liceo fue muy bien cantada por todos sus personajes. Anita Cerquetti estuvo inconmensurable, a pesar del crítico de la Vanguardia. Carlo Bergonzi era la primera vez que lo veía y quedé impresionado, canta  con una gran facilidad y su sonoridad clara y penetrante hacía que su voz apareciera ágil y muy bien timbrada. Hoy en día está considerado por gran parte de la crítica como uno de los tenores que mejor interpretó a Verdi. Os voy a poner varios fragmentos por Carlo Bergonzi y Anita Cerquetti.

                                       
                                               CARLO BERGONZI


                     
                                 VIDEO - Aida- Carlo Bergonzi – “Celeste Aida”

                    
                                   AUDIO - Aida – Anita Cequetti – “O  Patria mia “


                     
                                               AUDIO - Aida – Fedora Barbieri – Acto II escena 1)

Para que sepáis como era la voz del barítono Anselmo Colzani, he encontrado en YouTube, una grabación en directo del Año 1966 desde la Arena de Verona, en el fragmento que pertenece a la entrada de los esclavos, siendo como protagonista al rey de Etiopia Amonarso.  Cantan Carlo Bergonzi, Leyla Gencer, Fiorenza Cossotto y Franco Pugliese, bajo la dirección del maestro Franco Capuana. Par mi es una grabación de vídeo muy aceptable y con un buen sonido. Aquí se demuestra la calidad de las voces que había en aquellos años.

                                             
                                                           ANSELMO COLZANI


                                                



Os voy a poner un fragmento de una grabación de  Aida que se cantó en vivo desde Nápoles, del año 1954, que para mí es fabulosa, cantando Anita Cerquetti y el barítono Giangiacomo Guelfi, podemos decir que fue un momento sublime por ambos cantantes, fue de tal el realismo y la pujanza que exhibieron en este fragmento, que el público estalló en aplausos y gritos pidiendo que fuera repetido, el director Gabriele Santini, se opuso a ello y oiréis los silbidos  y los gritos de desaprobación que le arremetieron al director. Son cosas que pasan en un directo.


                                      

             AUDIO - Aida –A.Cerquetti- G.G.Guelfi – “Ciel mio padre” (Napoli 1954)


                                     
                                    AUDIO  Aida –  Fedora  Barbieri – “Escena del juicio”



Oiremos el final de la ópera  el “Addio o Terra” con Renata Tebaldi y Carlo Bergonzi-

     
                               
AUDIO - Aida – C. Bergonzi – R. Tebaldi – “Addio  o Terra” final ópera
                               
            



                               
                               
                                     
                                                                  ARTURO TOSCANINI

Seguidamente os voy a proponer una grabación en VIDEO, considerada como histórica, en versión de concierto con la orquesta NBC y coros Robert Shaw, estando dirigidos todos ellos por Arturo Toscanini, grabado el año 1949, con un reparto estelar, podríamos decir que eran los cantantes fijos del Metropolitan en aquellos años, personajes e interpretes: Richard Tucker (Radames), Herva Neill (Aida), Eva Gustanson(Amneris), Giuseppe Valdengo, Norman Scott, V. Alesandri. T. Stich Randal.
Aprovecho estos momentos que os voy a poner esta audición de la ópera  Aida, siendo  director el maestro Arturo Toscanini, para haceros unos comentarios y poneros  unas  anécdotas que tengo escritas en el año 1965, cuando una de las entrevistas que hice a mi amigo señor Smith, (Tramoyista del Metropolitan de New York) hablándome sobre dicho director: me decía que era un espectáculo el verle dirigir los ensayos de algunas de sus óperas. Siempre estaba a gritos con los profesores de la orquesta, tenía mucha energía, era muy impetuoso y perfeccionista, me comentaba que tenía, al encargado de revisar las partituras, un tal Donal, “el pobre lo llevaba por la calle de la amargura” y con  los profesores siempre estaba chillándoles. Y cuenta el señor Smith que una vez en un ensayo de la ópera Aida, donde actuaba la soprano Zinka Milanov (era sabido por todos, que tenía relaciones con esta cantante), en uno de los momentos, la cantante Zinka Milavov, se dirigió al director y le dijo  < -¡¡Arturo!! estas notas ¿las debo de  dar con más suavidad? – Y Toscanini le espeto con un grito ¡¡Arturo en la cama, aquí maestro ¡!> Como veréis genio y figura hasta la sepultura. También, tenía la parte buena,  me contaba el señor Smith, que tenía un buen corazón, se sabía que era muy generoso con los músicos de la orquesta, cuentan que uno de los profesores, de la orquesta NBC, que  era algo chistoso, siempre tenía la sonrisa en la boca, observo el maestro Toscanini, que dicho músico lo veía muy apagado y serio, y  le preguntó a su ayudante, ¿qué le pasaba a dicho músico?, y el ayudante le dijo, que tenía enferma a su mujer. Al acabar el ensayo se fue a casa de dicho músico, y con las amistades que tenía el maestro Toscanini dio solución a la problemática y se dice que le dio dinero para sufragar el gasto del hospital, recomendándole a este músico que no lo comentara.  Como os digo ¡¡Genio y figura!!
También, me comento el señor Smith, que Arturo  Toscanini había hecho celebre una frase que se hizo muy popular < Besé a la primera mujer y fumé el primer cigarrillo el mismo día. Desde entonces no he tenido tiempo para fumar.> Como  podréis ver todo un personaje.
Para mi es uno de los grandes directores de orquesta que ha habido, era muy meticuloso y perfeccionista y con una gran memoria.  Por los años, gracia a YouTube podemos ratificar todo lo que se ha hablado  de dicho maestro.

Antes de poneros esta grabación antológica, quiero que oigáis un momento de los ensayo de Toscanini, de la ópera <La traviata>, con la orquesta y así comprenderéis el  “genio y figura” de este mítico director.

                                 
                                                          AUDIO – Aida – Toscanini- Ensayos de Aida -1949

                             Ahora oiréis unas pruebas de la opera < La Traviata>

                             
                            AUDIO – Prueba de la Traviata- coro de Zingaras

Seguidamente veréis en versión de concierto la grabación de Aida con un reparto de aquellos tiempos: Orquesta NBC Symphony, director Arturo Toscanini, Herva Neill (Aida), Richard Tucker (Radames), Eva Gustavson (Amneris)), Giusepe Valdengo (Amonarso), Dennis Harbour (Faraone),Norman Scott (Ramfis)),Teresa Stich-Randall (Sacerdotista) y Virginio Assandri (Mensaggero). Comprobareis que esta grabación tiene un sonido espectacular. Otra versión de referencia.




                                       CRONICA DE LA VANGUARDIA

AIDA - (Verdi) Jueves 27 Noviembre 1958 Liceo  Reposición de <Aida>
Si no la mejor- la superan, evidentemente, <Otello> y, sobre todo, <Falstaff>- <Aida> es quizás la más popular de las óperas de Verdi. Veces y veces ha sido representada en teatros grandes y chicos, apoderándose siempre del gusto de esa masa de espectadores que encuentra en ella todos los elementos  y requisitos necesarios para no sentirse traicionada. Verdi aportó a su <Aida> una música de apasionada inspiración, de recio colorido ambiental egipcio, de amplia sustancia emotiva, de recta interpretación del texto poético. Y dotó también a la obra de oportunidades para que la espectacularidad tuviera manifestaciones altamente sugestivas.
En la presente ocasión la trágica historia de amor y de muerte de la esclava etíope, sobre el fondo de la corte egipcia, ha sido presentada en el Liceo con las garantías necesarias para que el interés no decayera y quedara asegurado el éxito. De que la interpretación dejó más que satisfecho al brillantísimo público que llenaba el Gran Teatro, fueron prueba incontestable las ovaciones y bravos que se dieron en algunos momentos de la representación y luego al final de cada cuadro y de los actos, descorriéndose la cortina reiteradamente en honor de los cantantes y de los directores de orquesta, coro y escena.
Un artista reclamaba especialmente la atención; Carlo Bergonzi, joven tenor italiano, que actuaba por vez primera en el Liceo y venía precedido de extraordinaria fama, conquistada en los  principales teatros líricos de Italia y los Estados Unidos. Cantante que se remonta al registro alto con naturalidad, se apoderó prontamente de la voluntad del auditorio. Fue un Radamés inteligente y fogoso, ovacionado ya con la romanza <Celeste Aida> y acompañado por la fortuna en los <dúos> y en todos los demás pasajes de la obra. En suma: un Radamés completamente <vincitor>.
La soprano Anita Cerquetti, en el papel de protagonista, dio realce al nada fácil personaje, animándolo con su incisiva y dramática voz, que quizá en ciertos instantes de la romanza <Oh, patria mía> y el dúo con Radamés tuviera alguna evidente inseguridad, pero que no empequeñeció el franco y caluroso éxito de la artista.
Por su parte la mezzo-soprano Fedora Barbieri ofreció una Amneris majestuosa como actriz y desbordante de admirables recursos como cantante
El barítono Anselmo Colzani prestó vigor lírico y dramático al papel de Amonarso, y al de Rmphis aportó su voz robusta y su expresividad el bajo Ferruccio Mazzoli. Otro bajo, José Le Matt, rodeo de bondades la parte del Rey, y Giuglio Vidali y Teresa Batle completaron dignamente el reparto.
Preparado por el maestro Gaetano Riccitelli, el coro cumplió de modo muy laudable. Orquestal mente, defendió la partitura el maestro Ángelo Cuesta, mostrándose respetuoso con las leyes dictadas por Verdi, esto es, atento a los ritmos, a las líneas melódicas y a las explosiones de apasionamiento..
En los bailables, Aurora Pons, en primer término, y el conjunto, del que descollaron Antoñita Barrera, Araceli Torrens, Jesús Duran y Miguel Navarro, se ajustaron con toda eficacia a la coreografía ideada por Juan Magriña.
Los decorados, de José Maestre Cabanes, sencillamente estupendos, contribuyendo a la vistosidad espectacular, a la que atendió inteligente mente Doménico Messina, el director de escena.
U.F. ZANNI

                  

                                               GIACOMO PUCCINI
TURANDOT (Puccini) 2 de diciembre 1958. Director Armando La Rosa Parodi con Gertrude Grob-Prandl, Umberto Borso, Floriana Cavalli, Manuel Ausensi.
Ahora  a esperar hasta el martes siguiente día  2 de diciembre, para ver la <Turandot>, aquí hice yo solo el viaje, pues me cogí una semana de vacaciones (ya lo tenía programado), en esa semana  iba a ver, el Martes, <Turandot>, el jueves repetir otra vez <Turandot>, el sábado 6 de diciembre el <Rigoletto> y finalmente el domingo  repetíamos <Aida>. Manolo Polo y Enrriquito vinieron el sábado noche para ver el <Rigoletto> y el domingo como ya os  he dicho repetimos la <Aida>,  con Anita Cerquetti y Carlo Bergonzi. De vuelta a Alicante, y a esperar para el sábado 20 de Diciembre para ver Lucia di Lammermoor con Alfredo Kraus y Gianna D´Ángelo y el domingo el final de la temporada con <El barbero de Sevilla> con Victoria de los Ángeles.
Vayamos con la representación de <Turandot>.
Esta ópera pude verla dos veces. Os puedo decir que al cabo de muchos años, he visto muchas representaciones de Turandot, en vivo, por video, por audio y os puedo decir  que bajo mi criterio personal, Gertrude Grob-Prandl ha sido la mejor <Turandot> de todos los tiempos. Birgit Nilsson está considerada como la mejor que ha interpretado dicho rol, yo personalmente no la he visto personalmente cantar, sí,  tengo grabaciones de ella y son espectaculares, pero os puedo decir sin ninguna duda que la cantante austriaca Gertrude Grob-Prandl es sin ninguna duda una de las mejores. Os explico: cuando yo la vi en el Liceo, me causo una sensación impresionante, su voz llenaba el teatro, sin ningún grito, con una potencia descomunal, dura y penetrante, para mí la mejor. Os diré que es una soprano dramática spinto, heroica, como queráis llamarla, está especializada en las  óperas Wagnerianas. Su timbre es duro y con un vibra-to muy consistente. El tenor Umberto Borso no he encontrado nada  de <Turandot>, en YouTube, pero os puedo decir que estuvo  muy bien, una voz muy redonda y con muy buenos agudos, os comentaré que este tenor abordó la  ópera  de Mascagni < Il piccolo Marat > con un gran éxito, con esto os podéis imaginar la fortaleza de su voz y sus seguros agudos.
Al no poder encontrar ninguna grabación por los cantantes que actuaron aquella noche, os pongo la única que  he encontrado.
Gertrude Grob-Prandl, un fragmento de <Turandot>. “In questa reggia”

       
                                          
                                                                 GERTUDE GROB-PRANDL
                       
                                            
                                     AUDIO -Gertru de Grob-Prandl - Turandot –“In questa reggia “-


                       

                                                          

Voy a poneros una <Turandot> de estudio grabada en 1965 con la orquesta y coro de la Opera de Roma, estando dirigida por Francesco. Molinari-Pradell y con los interpretes y personajes: Briguitte Nilsson(Turandot), Renata Scotto (Liu). Franco Corelli (Calaf) y R. Giaiotti (Timur). He elegido esta versión porque considero que los citados cantantes aportaron a esta ópera legendaria un gran realce en sus interpretaciones vocales

                                                                                   CRÓNICA DE LA VANGUARDIA


TURANDOT (Puccini) el 2 de Diciembre  de 1958
Reposición en el LICEO de <Turandot>, de Puccini
Con la reposición de <Turandot>, la ópera póstuma de Giacomo Puccini, que fue estrenada en la Scala de Milán el 25 de abril de 1926 bajo la dirección del gran Toscanini, se ha rendido nuevamente en el Liceo merecido homenaje a la memoria de quien ha querido un de los más genuinos representantes del teatro lírico italiano. Tal vez por sus extraordinarias exigencias interpretativas y de presentación escénica , <Turandot> no ha alcanzado el frecuente número de representaciones que pudieran darle la popularidad de que otras obras puccinianas se benefician, pero sus valores son de alta consideración, y el tiempo lejos de aminorarlos les ha dado realce tanto, que en un prestigioso crítico cinematográfico no ha dudado en aconsejar a los músicos jóvenes que tengan algo que decir estudie y mediten sobre el Puccini del acto primero de la ópera.
El asunto de Adami y Simoni los libretistas bridaron a Puccini que esta obra no era ciertamente nuevo en el teatro. Ya a fines del siglo XVIII se conoció una <Turandot> dramática  del poeta veneciano Carlo Gozzi quien tomó de una fábula persa el material para su obra. El mismo tema fue fuente de inspiración para diversos compositores como Blumenrqueder, Russiger y Putlinger. Hasta Weber escribió para el drama <Turandot> de Schiller unas ilustraciones musicales de las que la <obertura> permaneció otrora en los programas de los conciertos.
Puccini concedía al libreto de las óperas una importancia muy considerable. Imponía a sus, colaboradores según informan los biógrafos, múltiples modificaciones antes de aceptar el trabajo que le presentaban. Se preocupaba del ambiente general de la obra, de la atmósfera de cada acto, del lugar que debían ocupar los desarrollos musicales y de sus proporciones, así como de los contrastes entre ellos, a fin de que no se perjudicaran mutuamente y que no dejaran en el oyente ninguna impresión de monotonía o que, por su amplitud, llegaran a producir fatiga. Se preocupaba también de la progresión de las escenas y de la necesidad de que el telón pusiera término a un momento de impresionante efecto o de la máxima emoción. Considérese, pues, a cuantas modificaciones hubieron de someterse Simoni y Adami para el libreto de «Turandot» cuya partitura Puccini, arrancado a la vida por un terrible mal de garganta, no pudo dejar por completo acabada, encargándose de terminarla el maestro Franco Alfano, quien para su labor utilizó elementos musicales que Puccini tenía ampliamente esbozados.
Sobreponiéndose a cualquier reparo que pudiera hacerse, «Turandot» demuestra de manera inconclusa que Puccini ni era un gran músico de teatro. Su música es la de un artista que conocía y respetaba las leyes del género a que su genio le arrastraba: leyes muy sencillas  y poco numerosas, pero más fáciles de delimitación que de aplicación.
El compositor no ignoraba la necesidad de renovarse en los procedimientos y a ello evidentemente tendió, buscando avances en la técnica armónica y en la presentación de los temas melódicos.  Quizá este esfuerzo reste espontaneidad y homogeneidad a la obra, pero las cualidades, la personalidad y la variada inspiración del músico se manifiestan fulgurantes
Esta nueva edición de «Turandot» en el Liceo se ha hecho acreedora a los más efusivos elogios pues se benefició de una interpretación irreprochable.
Del difícil papel de protagonista, la princesa que tenía la manía de hacer decapitar bonitamente a cuantos la solicitaban como esposa y no descifraban los tres enigmas que ella les presentaba, estaba encargada la soprano alemana Gertrude Grob-Prandl, de quien se guardaba un gratísimo recuerdo como intérprete wagneriana y de «Fidelio», de Beethoven. En «Turandot» realizó anoche una labor brillantísima, poniendo al servicio de su personaje, talento, distinción, justeza de actitudes y una voz llanamente remontada a las regiones agudas.
En la parte de Calaf «el príncipe desconocido», el tenor
Umberto Borsó mostró un excelente arte del canto y no menos encomiables cualidades de actor. Liú, la pequeña esclava enamorada, personaje por el que Puccini sintió singular atracción, halló en Floriana Cavalli una intérprete muy laudable por sus medios vocales y su sentido dramático.
El barítono Manuel Ausensi quien  esta temporada no había aún actuado, y los tenores Esteban Recaséns y Bartolomé Bardají dieron simpático relieve a las intervenciones de los tres ministros de «Turandot».
Diego Monjo. José Le Matt y Juan Rico cumplieron en los papeles episódicos. Estupendo el coro, cuya misión es de gran trascendencia y que el maestro Riccitelli ha preparado óptimamente y muy bien la orquesta, dirigida con cuidado y energía por el maestro Armando La Rosa Parodi. La parte espectacular quedó atendida  en todos los detalles por el director de escena, Doménico Messina. El público, que una vez más llenó el teatro, ovacionó larga y entusiásticamente a los artistas y al maestro La Rosa Parodi.- UF.ZANNI


                                        
                              GIUSEPPE VERDI

                                                             
                                                       RIGOLETTO


RIGOLETO (Verdi) sábado 6 de diciembre 1958. Director Ángelo Cuesta con Gianna D´Ángelo, Alfredo Kraus, Raimundo Torres. Lola Pedretti y Ferruccio Mazzoli
El sábado 6 de diciembre,  me encontré en la puerta del teatro con mis dos compañeros que venían desde Alicante, y les puse en antecedente de las dos funciones que había visto de <Turandot>. Ahora tocaba ver el <Rigoletto> por Gianna D´Ángelo y Alfredo Kraus.
Expectación había mucha, nosotros ya sabíamos de lo maravillosa que era Gianna D´Ángelo pues recordar que la temporada pasada la vimos con esta misma obra y fue una actuación modélica, ahora tocaba espera a ver como Alfredo Kraus abordaba el rol de Duque de Mantua. En mi  “diario” le pongo su actuación, < apoteósica de la pareja>. Bien, por el tiempo de los años y de comentarios de muchos aficionados he llegado a la conclusión que dicha representación, si fue muy buena pero la dichosa cabaletta que tiene que cantar Kraus no la cantó, en aquella época no solían cantarlas, bien porque el director de la orquesta, no le apetecía, y de acuerdo con el tenor correspondiente no la interpretaban.  Si os fijáis en la mayoría de las grabaciones y actuaciones en directo no suelen cantarlas. Lo inaudito de todo este comentario  es que el maestro Giuseppe Verdi, siempre ha comentado  que todas sus obras, que  están escritas para tenor, no tienen que tener ningún problema pues en el pentagrama no hay ninguna nota que un tenor no pueda ejecutarla. El ejemplo está en la opera del Trovador, en la tan temida  “La pira” que  su nota no llega al do de pecho, pero por el tiempo ha habido  cantantes que le han puesto el “do” y encima con calderón, cosa que en la partitura real de Verdi no existe. Otro ejemplo es el “Se quel guerrier Io fossi” de la ópera <Aida>, su do de pecho final no es con calderón, más bien es dar el agudo  y cortarlo rápidamente. Son detalles que incluso los mismos cantantes se complican la vida ellos mismos. En las dichosas cabalettas,  se podrían cantar todas pues están escritas de una manera que si el cantante estuviera bien preparado no tendrían ningún problema,  puesto que Verdi en ese aspecto cuidaba mucho a las voces. Sin embargo Verdi lo que no hizo bien es el tratamiento de la voz de tenor  y soprano, cantando un rol donde en muchas óperas se requiere, tenor lirico y un tenor spinto o  dramático, o una soprano lirica y en la misma ópera dramática. Un ejemplo en la ópera <La Traviata> se requiere dos tipos de tenor y soprano, para salvar el personaje correctamente, ahí sí que sé, que muchos tenores  y muchos críticos no han estado de acuerdo con el maestro Verdi.
El Rigoletto  que se cantó aquella noche, en regla generales estuvo bien, la lastima fue que el barítono Raimundo Torres, estaba mermado de facultades, debido a un proceso gripal. Antes de empezar la función ya se sabía  por el público, que no estaba en condiciones. Kraus y D´Ángelo  hicieron una representación de gran categoría.
No he encontrado ninguna grabación de aquella noche, nos conformaremos con unas grabaciones que cantan juntos dicha pareja.
                 

                                               ALFREDO KRAUS

                                   

                                 VIDEO- Rigoletto – Alfredo Kraus –   “Questa o quella “



Ahora oiremos el “addio, adió,” seguido del recitativo “Ella mi fu rapita” y del aria  “Parmi veder
                            
        AUDIO - Rigoletto – G. D´Angelo – A. Kraus- “Addio, addio – Ella mi fu rapita”


                           
                                      AUDIO -Rigoletto – Gianna D´Angelo – “Caro nome “


                                    

                                AUDIO - Rigoletto – Alfredo Kraus – “La donna é mobile “

Finalmente oiremos el cuarteto que cantan Gianna D´Ángelo, Alfredo Kraus, Aldo Protti y B.Ronchini

                              
                    AUDIO – Rigoletto – “Cuarteto”Alfredo Kraus, B Ronchini, A. Protti  G. D‘Ángelo –


                         
Y ahora  os voy a poner una grabación en vivo desde el Teatro Bellas Artes de Méjico, que se efectuó el 17 de Junio de 1952, con un elenco estelar, siendo los interpretes y pesonajes :María Callas (Gilda), Giuseppe di Stefano (Il duque de Mantua), Piero Campolonghi (Rigoletto) Ignacio Ruffini (Sparafucile), Maria Teresa Garcia (Magdalena) Gilberto Cerda (Il conte di Monterone), Carlos Sagarminaga(Matteo Borsa) Edna Patoni(La Contesa di Ceprano) y Humberto Mugnai dirigiendo la Orquesta del Palacio de Bellas Artes de México.




Mañana domingo íbamos a repetir la <Aida> que vimos el mes pasado  a Carlos Bergonzi y Anita Cerquetti. Aquí se acababa mis pequeñas vacaciones que por cierto fueron muy rápidas pero muy fructíferas. Ahora toca esperar  para el sábado 20 y Domingo 21 que tenemos  para nosotros el final de la temporada 1958-1959, con las representaciones de Lucia di Lammermoor y El Barbero de Sevilla, dos platos fuertes.

              CRÓNICA DE LA VANGUARDIA

RIGOLETTO (Verdi) ALFREDO KRAUS, GIANNA D´ÁNGELO Y RAIMUNDO TORRES.  Sábado  6 diciembre 19
LICEO -  Reposición de «Rigoletto»
Tan frecuentes son las apariciones en el Liceo del personaje que Víctor Hugo idear para su «Roi s´amuse» y que Piave convirtió en Rigoletteo para el libreto de la ópera de Verdi, que casi no se comprende una temporada sin que nos visite el atribulado bufón. Después de todo, bien venido sea <Rigoletto>, porque es obra que con sus ciento cincuenta y siete años a cuestas —se estrenó en Venecia el 11 de marzo de 1851— conserva aún cierta gallardía y no hace mal papel en nuestro Gran Teatro, donde, por otro lado, sirve para aquilatar méritos de los artistas encargados de darle vida escénica.
Es sobradamente sabido, y de tan sabido, olvidado, que el libro de «Rigoletto>, antes de ser dada a conocer la obra al público, hubo de sufrir no pocas modificaciones, unas impuestas por el criterio propio de la época, en la que había  de parecer escandaloso llevar a la escena un rey de costumbres libertina, y otras dictadas por las susceptibilidades de una censura particularmente adicta a la Corte de Viena. Pero todo quedó arreglado, y la ópera fue estrenada en el veneciano teatro, La Fenice, en la fecha indicada más arriba, obteniendo un éxito clamoroso. Hubo aplausos fragorosísimos y vivas a Verdi, que entonces simbolizaba la independencia italiana, no sólo por su ardiente patriotismo, sino también porque las letras de su apellido eran las iniciales de Vittorio-Emanuéle Re d’Italia.
Hoy, cuando las tendencias de la, ópera parecen alejarse de la pura tradición italiana, «Rigoletto» pudiera parecer tal vez un mediocre drama romántico aderezado con una música de evidentes desigualdades. Mas el genio de Verdi no se halla ausente de la partitura, innegable reflejo de psicologías, sentimientos y pasiones. 
Con «Rigoletto», volvía anoche al escenario de sus grandes triunfos Raimundo Torres, el excelente barítono español, a quien los constantes compromisos en el extranjero tienen alejado de Barcelona; pero, apenas aquí llegado, la picara gripe ha hecho presa en él, y ayer antes de comenzar el acto tercero, hubo de solicitar, por mediación de un servidor, de la Empresa, la benevolencia del público, que no le fue negada. Raimundo Torres es cantante de escuela y de recursos, y sobreponiéndose a la enfermedad que le aquejaba, logró realizar una labor que no dejó de ser satisfactoria. Desde luego, demostró comprender y entender bien, muy bien, el personaje de Rigoletto, al que aportó estimabilísimas cualidades, de las que descolló la fina inteligencia dramática. Dijo más que correctamente “el monólogo «Pari siamo> y sostuvo sin aparente fatiga las difíciles escenas del acto tercero, llegando a la «vendetta» de modo que se otorgaron incondicionales aplausos.  El tenor Alfredo Kraus, otro artista español, también aguardado con interés vivísimo, pues de él se tenían las mejores referencias, produjo una impresión altamente grata. Su voz, empleada, con artística seguridad, sonó siempre, adecuadamente matizada. Cantó con desenvoltura la baladita del primer acto, se vio acompañado por la fortuna en el dúo del segundo, tuvo convincentes acentos en la romanza <Parmi veder le lagrime> y se vio obligado a bisar la segunda estrofa de la archipopular «La donna e mobile», aquella canción que Verdi, seguro de que una simple audición bastaría para retenerla en el oído y luego repetirla, impuso para los ensayos en Venecia la prohibición absoluta de que asistieran curiosos, y  extraños.
De la soprano ligera Giana D’Angelo, estaba aún vivo el recuerdo de su éxito como intérprete del papel de Gilda, éxito .que anoche refrendó con su voz dulce, ágil y apta para toda clase de adornos. Expresiva en los dúos, se superó en el «Caro nome», donde sin esperar al final de la página, el punto de verdadero compromiso el auditorio le tributó una ovación estruendosa.
Óptima Magdalena fue la mezzo-soprano Lola Pedretti, no desdijo en méritos, como Sparafucile, el bajo Ferruccio Mazzoli, y en los demás papeles se portaron correctamente Josefina Navarro, Juan Rico, Eduardo Soto, María Teresa Pujol, José. Manuel Bento, José Farré y María Teresa Casavella. El coro, inteligentemente preparado, como siempre, por el maestro Gaetano Ricettelii, se portó bravamente. En la dirección orquestal, el maestro Nino Verchi puso calor, cuidado y precisión de estilo. Teatro llenó y brillante, y aplausos fervorosísimos, intensificados a la conclusión de los actos, obligando a descorrer la cortina muchas veces en honor de los principales artistas y del maestro Verchi. — U, F. ZANN1.



                                    GAETANO DONIZETI


LUCIA DI LAMMERMOOR (Donizetti) Diciembre 1958 – Director Nino Verchi, con Gianna D´Ángelo, Alfredo Kraus, Manuel Ausensi y Marco Stefanoni.
La verdad es que nos quedamos prendados  de los dos protagonistas de esa noche. En mi “diario” pongo la palabra “inenarrable”. Y por el tiempo sigo pensando, que no he visto cosa  igual. Son dos voces excepcionales, hay muy buenos intérpretes de Lucia di Lammermoor, pero lo que vivimos esa noche fue algo increíble, estos dos cantantes ya eran famosísimos en el Metropolitan de New York, y nosotros tuvimos la  suerte de verlos en su mejor momento.

Los fragmentos que os voy a poner, reflejan lo mismo que se cantó aquella noche, inolvidable para mí.
                                      

                                                GIANNA D´ANGELO


                             
                            AUDIO - Lucia – Gianna D´Angelo “ Regnava nel silenzio “


 Después de esta magnífica interpretación escucharemos  < Spargi d´amero pianto > y como oiréis esta para “enmarcar


                         
                  AUDIO Lucia – Gianna D´Angelo – “Escna de la locura “


                                                           
                                                                         ALFREDO KRAUS


Escuchar atentamente esta versión de “Tombe degli avi mei” con una  forma de lanzar su voz  ¡!impresionante!!

                              
                                                     AUDIO - Lucia – Alfredo Kraus – “Tombe degli avi miei “


Aquí podéis ver un video del final de Lucia di Lammermoor con una interpretación de “libro”

                                    

Seguidamente os voy a proponer la grabación histórica  que se cantó, en Berlín el año 1955 con la orquesta sinfónica de RIAS y coro de la Scala de Milán con dirección de Herbert Von Karajan y siendo sus intérpretes y personajes: María Callas, Giuseppe di Stefano, Rolando Panerai y Nocola Zaccaria. Noche inenarrable, tuvieron que bisar el sexteto. Una grabación que el buen meló mano debe tener en su casa



             
                                       TEATRO OPERA DE BERLIN




                         CRONICA DE LA VANGUARDIA



LUCIA DI LAMMERMOOR (Donizetti)
14 diciembre 1958

Con la reposición de la otrora famosa «Lucia», de Donizetti, entrábamos anoche en la última etapa de ópera italiana en el Liceo, donde están previstos otros ciclos igualmente interesantes.
Según es sabido, «Lucía» fue representada por vez primera el 26 de septiembre de 1835, en el Teatro San Carlos, de Napóles, teniendo por protagonista a Fanny Tacchirdi Persianí, soprano de dulcísima, ágil y extensa voz. Los fanatismos que entonces despertó la ópera de Donizetti se renovaron en el Teatro Garlo Felice, de Genova, el año 1836; en Parma y otras ciudades italianas seguidamente, y en el Teatro Re, de Milán, el 3 de junio de 1837. No tardó en pasar al extranjero, representándose en Viena durante el carnaval de 1847 y pocos meses después en el Teatro Italiano, de París. Al Liceo llegó el 15 de septiembre de 1849, habiendo sido puesta en escena, con la de ayer, 207 veces.
El libreto, inspirado en la novela «The Bride of Lammermoor», de Walter Scott, se debe a Salvatore Cammarano, y se dice que Donizetti lo músico en un mes. El napolitano Cammarano escribió más de cincuenta libretos de ópera para una quincena de compositores, entre ellos Verdi. El de «Lucia», aunque contiene elementos románticos aptos para conmover, resulta incoherente y no puede, ciertamente, estimarse como modélico; pero Donizetti era poco exigente y se contentaba con lo que los mediocres poetas de entonces podían ofrecerle.
Con tan inconsistente libreto, drama de amor y de locura, y con las huellas del tiempo en el rostro, no son muchas las admiraciones que «Lucía» es hoy capaz de despertar. Se estimará, si, el concertante, página que descuella, soberana, de la partitura, y se apreciará la perfección de la escritura vocal; pero Donizetti ha de antojársenos ahora, a través de su «Lucia», armónicamente pobre, y débil y monótono en los acompañamientos.
El interés de la representación de anoche radicaba, pues, en la interpretación, que fue, digámoslo desde luego, muy laudable.
La soprano ligera Giana D’Angelo, refrendó el éxito alcanzado en «Rigoletto», presentando una Lucía cuyas agilidades vocales hicieron las delicias de los oyentes, como las hubiera hecho de nuestros antepasados. Fue una protagonista excesivamente cohibida desde el punto de vista dramático; pero de voz cristalina, dúctil y extensa, que brilló sobre todo en la escabrosa escena de la locura, donde su extraordinario virtuosismo vocal, cuajado de notas perladas y de sobreagudos, despertó en la sala un ardoroso entusiasmo, viéndose obligada la artista a saludar infinidad de veces.
También reafirmó su triunfo de «Rigoletto» el tenor Alfredo Kraus, que en el romántico papel de Edgardo, mostró un canto juvenil e incisivo, haciéndose constantemente aplaudir, de modo muy señalado en la «cabaletta» «Tu che a Dio spiegasti l’ali».
En la poco simpática parte de Enrico, el barítono Manuel Ausensi supo delinear, especialmente en las primeras intervenciones, con estimables cualidades líricas y dramáticas, los rasgos esenciales de un personaje que es el clásico traidor de melodrama.
El bajo Marco Stefanoni, que hizo de su Raimondo una figura de relevante plano; Diego Monja, Aída Ricci y Esteban Recasens completaron lucidamente el reparto.
Bien los coros, instruidos, por el maestro Riccitelli, y meticulosamente cuidado el movimiento escénico por Pablo Civil, quien estuvo especialmente acertado en las agrupaciones de las masas.
De grato efecto, si no de absoluta propiedad, las decoraciones, de Sormani, de Milán.
Atento y experto director, el maestro Nino Verchi logró que la orquesta sonara equilibradamente y que siguiera con relativa docilidad a los cantantes. Para éstos, para e! mismo maestro Verchi, para Pablo Civil y para el maestro Riccitelli hubo reiteradas llamadas a la conclusión de los cuadros. Muy laudable. El teatro lleno.

U.F. ZANNI


Mañana domingo última función para nosotros de la temporada. No me podía quejar, ha sido fantástica. Pienso y medito, y me doy cuenta que he sido un afortunado. Ahora en la  actualidad (2017) es imposible  encontrar estas voces, y que sepáis no me ciega la pasión, si de verdad, sois aficionados a la ópera, estaréis de acuerdo conmigo, con ello  no quiero decir que en estos años no hayan cantantes que lo hagan bien, la realidad es que en calidad de voces se superan a los de esta actualidad, lo que si me atrevo a deciros es que teatralmente y artística mente , los cantantes de hoy en día están mucho más preparados que los de la anterior época; pero lo que es la calidad de voces, hay que reconocer que antiguamente había más calidad y más cantidad. Como siempre es una opinión  muy personal.

                
                                               JOAQUINO ROSSINI



EL BARBERO DE SEVILLA (Rossini). Director Ángelo Questa, con Victoria de los Ángeles, Rolando Panerai, Agostino Lazzari, Marco Stefanoni y Cario Badioli
Ultima función de la temporada para nosotros. Fue un, < Barbero de Sevilla> de auténtico lujo. Ya sabemos que el rol de Rosina está escrito para  mezzosoprano, pero la realidad es que lo abordan cantantes con voz de soprano ligera y a mi particularmente me gusta. Victoria de los Ángeles lucio su buen hacer y nos hizo disfrutar con su ingenuidad y su timbre de voz mucho toda la noche. El barítono Rolando Panerai, saco todo su repertorio vocal y fascinó a todo el público menos al crítico, de la Vanguardia, que siempre saca su criterio negativo, no estando de acuerdo con el señor ZANNI. Son criterios y hay que respetarlos, pero ahí queda dicho.
En reglas generales gran éxito de Victoria de los Ángeles,
Os voy  a poner  por Rolando Panerai la cavatina de esta singular y famosísima ópera de Rossini, a continuación el aria de Rosina “Una voce poco fa” con la legendaria Victoria de los Ángeles.




                          
                                                   ROLANDO PANERAI


                                                  
                                                       AUDIO - El Barbero –Rolando Panerai – “Largo al factótum “



                                            
                      VICTORIA DE LOS ÁNGELES
              

                                     


                  AUDIO - El Barbero – Victoria de los Angeles -“ Una voce poco fa” 
                                
                        

            
 Ahora os voy a proponer una grabación en AUDIO, de estudio, del año 1956 con un reparto excepcional donde nos encontramos con estas voces en plenitud de facultades. Orquesta de la Scala de Milán estando dirigida por Carlo Maria Giulini y con los siguientes interpretes y personajes: Maria Callas (Rosina), Tito Gobbi (Figaro), Luigi Alva (El conde Almaviva), Melchiore Luise (Bartolo), Ana Maria Canali (Berta), Lierluigi Latinucci (Fiorello) y Giuseppe Nessi (Un oficial)



                        CRONICA DE LA VANGURDIA


CRONICA DE LA VANGUARDIA DE LA OPERA IL BARBIERI DI SEVIGLIA (Rossini) 14 diciembre 1958
LICEO Triunfal reposición de Victoria e los Ángeles con el <Barbieri di Siviglia> (Rossini)
Noche de júbilo, la de ayer, en el Liceo. Nada menos que Victoria de los Ángeles, la ilustre diva española, abriendo un paréntesis a sus clamorosos triunfos en el  extranjero, volvía al Gran Teatro para ofrendar el ansiado regalo de su arte. Huelga decir que Barcelona entera acudió a escuchar a la famosísima cantante, que, para esta su esperada y deseada reaparición; eligió «El barbero de Sevilla», ópera de Rossini, que aquí interpretaba por vez primera.
En la época de la creación de «El barbero de Sevilla» —Teatro Argentina, de Roma, el 20 de febrero de 1816— critico hubo que restó méritos a la ópera, señalando sus sensibles semejanzas con la música de Cimarosa; pero ni Cimarosa ni Paisíello, Mayer y Paér, a quienes también se hubiera podido citar, perjudicaban al «Barbero» rossiniano, obra maestra superviviente de un tiempo muy lejano, y que aún hoy se admira sin reservas, porque por su estilo, su brillo y su gracia, supera en valores a no pocas producciones contemporáneas suyas. Ya cuando el año 1822 Rossini visitó a Beethoven en Viena, las primeras palabras que salieron de labios del colosal músico de Bonn, que en su rostro reflejaba la profunda melancolía por la cruel sordera que le aquejaba, fueron: «¿Ah, sois Rossini, el autor de «El barbero de Sevilla»? Me congratulo con vos, porque mientras existan teatros donde se representen óperas italianas, vuestro «Barbero» vivirá.».
De los incidentes que determinaron el fracaso de la ópera cuando su estreno en Roma, fracaso prontamente convertido en ruidoso éxito, se ha hablado ya repetidamente en estas crónicas, y no es cosa de rememorarlos. Hemos, pues, de limitamos a hablar de la interpretación actual, que es lo verdaderamente interesante.
El papel de Rossina estaba primitivamente destinado a una contralto; la bolonésa Giorgi-Righetti que poseía espléndidas notas graves. Después hizo presa en las sopranos ligeras, seducidas por las ocasiones de realizar florituras brillantes y aún de añadir acrobacias vocales. La Patti, la  Malibrán, María Barrientos y Elvira de Hidalgo podrían ser citadas en esta oportunidad. Conviene, sin embargo, advertir que las <vocalisas> de Rossini, lejos de ser ejercicios más o menos penosamente ejecutados, constituyen bordados esenciales al tejido melódico, completando el fraseo, la expresión. La cantante deberá, por tanto, evitar la monotonía de la mecánica vocal y considerar que sólo la expresión da en este caso el sabor de la sensibilidad.
A estos requisitos se atuvo anoche principalmente Victoria de los Ángeles, que fue una Rosina caracterizada por la intención, la ingenuidad, las amorosas travesuras que el personaje exige. Su voz, de nitidez fascinadora; su proteico talento y sus prodigios vocales y escénicos arrebataron a los espectadores, que ovacionaron a la ilustre artista en la «cavatina» «Una voce poco fá» y en otros diversos pasajes, muy especialmente en la escena de la lección de música, donde, respetuosa con Rossini, cantó el aria de «La inútil precaución», original de la partitura, que algunas cantantes sustituyen por páginas de simples acrobacias.
El barítono Rolando Panerai, encargado del papel de Fígaro, dio una velocidad verdaderamente vertiginosa a la «cavatina» «Largo...al factótum della cittá», rematándola, además, con uno de los calderones que deben ser desterrados del Liceo. Sin embargo, se apreciaron la calidad de su voz, la precisión del fraseo y la vitalidad interpretativa.
El tenor Agustino Lazzari, no más que discreto Almaviva, se hizo aplaudir en el aria «Ecco ridente ín cielo», voluntariosamente expresada.
Don Basilio tuvo una afortunada encamación en el bajo Marco Stefanoní, quien aportó al personaje un canto robusto y una comicidad de seguro efecto, la cual no faltó tampoco, en la parte de don Bartolo, al buen caricato Cario Badioli
Lola Pedretti y Diego Monjo completaron dignamente el reparto.

Por lo que se refiere al maestro Ángelo Questa, justo es reconocer que su dirección orquestal, aunque tendente a precipitar los movimientos, resultó, en general, eficacísima, logrando del conjunto instrumental acentuado colorido. Se le aplaudió mucho después de la sinfonía —en los tiempos de Rossini no se hablaba de oberturas— y luego compartió con Victoria de los Ángeles y demás principales cantantes los honores del palco escénico. – U.F.ZANNI

Aquí se pone final a esta grandísima temporada. Esperemos que la próxima temporada se asemeje a la que hemos vivido 1958-1959


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