viernes, 22 de septiembre de 2017

TEMPORADA 1957-58

                                                     GRAN TEATRO DEL LICEO
Ahora nos toca la próxima temporada 1957-1958. Como siempre a esperar. Hasta finales de Octubre no podíamos saber nada de la programación, nuestro enlace en Barcelona nuestro amigo Jordi no daba señales de vida, bueno la realidad es que él no tenía noticia alguna, el gerente del teatro del Liceo, señor Pamias lo tenía todo muy en secreto, y el periódico de La Vanguardia,  que mi amigo Manolo Polo, el peluquero, lo recibía todos los días excepto los lunes, que no había edición, estábamos al acecho pero nada de nada.
Al fin, nuestro amigo Jordi dio señales de vida y a mediados del mes de octubre nos pudo adelantar algunas óperas que ya estaban firmadas  pero no sabía las fechas, La inauguración era con la opera <Il Trovatore>, y Renata Tebaldi venía a cantar Madama Butterfly, La Boheme y Adriana Lecovreur. Por supuesto que el amigo Jordi ya sabía que estas tres funciones nos tenían que sacar las entradas. A los pocos días  nos comunicó que se había enterado que había un Rigoletto con Gianna D´ Ángelo. Para esta ópera, tuvimos unas pequeñas dudas de ir pero al final nos decidimos que valía la pena ir a verla, pues según mis compañeros era una grandísima intérprete en el rol de Gilda. A los pocos días de saber nosotros la programación salió en el periódico de la Vanguardia las fechas y óperas que se iban a cantar en el Liceo. Como veréis en el tablero de la programación que os pongo, no figura la opera de inauguración; se tenía que inaugurar con la opera <Il trovatore >, pero debido a una epidemia de gripe, contraída por vario cantantes que iban a interpretar dicha ópera, el señor Pamias tuvo que suspender dicha función par unos días más tarde. La inauguración fue con la ópera de Gian Carlo Menotti <The Saint of Bleeker Street>
Como anécdota de esta temporada, os indicaré que la ópera del maestro Falla  < El retablo de maese Pedro>, cantaba por primera vez el niño de 12 años llamado José Carreras, que representaba el papel de “Trujamán”, dicha ópera estuvo dirigida por José Iturbi.
                               FACHADA DEL TEATRO DEL LICEO


Temporada 1957-1958 del Liceo

En la temporada 1957-58 , poco antes de un Tristán e Isolda memorable con Birgit Nilsson y Wolfgang Windgassen , el célebre José Iturbi dirigió a un niño de 12 años llamado José Carreras , que representaba el papel de Trujamán en El retablo de Maese pedro . [1]
Temporada 1957-1958 del Liceuo
Ópera
Compositor
Director musical
Director de escena
Papeles principales
Producción
Fechas
diciembre
3 de enero
16 al 25 de diciembre
19 de diciembre
diciembre
enero
10 de enero
febrero
febrero


La programación para esta temporada, después de muchas discusiones (no había peleas ni disgustos) y en mutuo consenso lo programamos de la siguiente manera. Para el 28 de Noviembre teníamos el <Rigoletto> cantado por Gianna D´Angelo; el 23 de Enero  <Madama Butterfly> con Renata Tebaldi; el 31 de Enero <La Boheme> otra vez con Renata Tebaldi  y para rematar la temporada la <Adriana Lecovreur> también con Renata Tebaldi. Como veréis no hace falta que os lo diga que éramos “tebaldistas”. Pues sí,  en  aquella época sí lo era, ahora por los años esa pasión por un cantante ha desaparecido. Ahora al cabo de los años tengo un sentido menos apasionado, veo y siento las cosas desde otro prisma y me cuesta mucho decidirme por el fervor de un cantante, soy más cauto en expresar lo que siento, analizo y valoro mucho mis sentimientos, quizás por ello los criterios que tengo de los cantantes son muy ponderados y me cuesta mucho decir quien el que más me gusta si fulano o sotano. Valoro mucho el sacrificio de los cantantes y sé que cuesta mucho llegar a la élite, y es por eso que les tengo mucho respeto. Por todo lo que he visto, sé que  los cantantes se tropiezan muy a menudo con  muchos obstáculos, algunas veces por sus ganas de llegar y otras por los “lobos” que van acechando, cuando ven a un cantante joven con futuro les hacen caer en la trampa  de hacerles cantar lo que no deben y de esa forma salen ganando los “lobos” y los cantantes cuando se dan cuenta ya su voz está agotada, ejemplos hay muchos. Y es por todo lo que he visto, me he armado de una buena coraza y mis sentimientos se han endurecido y me cuesta mucho decir  y expresar ¿quiénes son los mejores cantantes?, es una pregunta qué a primera vista no tengo repuesta, lo mejor sería preguntar  primero ¿Quién canta mejor tal ópera?, ahí yo ya puedo dar una opinión más personalizada y acertada, pero es una opinión  muy particular, habrían quienes estuvieran de acuerdo con mi criterio y por supuesto otros no. La suerte que tenemos ahora, (en la época que yo viví en el Liceo no tenía esa suerte) es que estamos en el mundo de la tecnología y gracia  a ella estamos enterados de cosa que hace cuarenta años eran impensables, un ejemplo; ahora gracia a Internet, YouTube, podemos conocer a los cantantes al momento, ver su biografía y ¡¡cómo no!! conocer las  voces de actualidad y las voces del pasado. Ante todo esto,  yo,  mi persona, he tenido la suerte de vivir en  una época dorada  en el Gran Teatro del Liceo, por mi retina han pasado voces sensacionales,  que aficionados de hoy, no han conocido,  y gracias al YouTube si pueden saber cómo eran esas voces. Os diré que no es lo mismo oír o ver una actuación en vivo, que oírla o verla en una grabación de estudio enlatada.   Es por ello que los cantantes que yo he visto interpretar en el Liceo, yo sí puedo dar mi opinión y matizar como eran esas voces y compararlas con las de la actualidad. Más adelante  os comentaré los conocimientos que adquirí  del señor “Smith”, tramoyista del teatro Metroplolitan de New York, estuvo trabajando desde los años 1910 a 1960,  y me explicó cómo eran las voces del pasado, en otro momento  os daré más detalles que sé que os va a interesar. Como veréis hay mucho para opinar.

Las críticas que os pongo del periódico de La Vanguardia, por lo general a mi entender son acertadas, hay algunas veces que no comparto y discrepo pero sigue siendo una opinión muy personalizada del cronista de turno. 
                                    GIUSEPPE VERDI
RIGOLETTO (Verdi) 28 noviembre 1957
Director Nino Vercher, con Gianna D´Angelo, Gianni Poggi, Ugo Saverese, Margarita González y Giuseppe Modesti
Sobre la representación del Rigoletto que vi en el Liceo el jueves 28 de noviembre, según mi “diario” < Fue una representación  en líneas generales muy buena, todos me gustaron mucho pero en especial la soprano Gianna D´Angelo fue la que se llevó los más calurosos aplausos>. Esto es lo que rezaba en mi “diario” y ahora, a través de los tiempos, yo os puedo añadir, que esta magnífica soprano, para mi criterio, la tengo considerada como la mejor “Gilda” de todos los tiempos. Hay muy buenas intérpretes de este rol, pero la voz de Gianna D´Ángelo ha sido impresionante, con un criterio vocal único y un físico fuera de lo normal, ese es mi criterio personal.
No he encontrado ninguna grabación de Gianni Poggi y Ugo Savarese de Rigoletto. Por lo tanto os voy a poner unos fragmentos de una grabación comercial  del Rigoletto del año 1958, siendo director el maestro Francesco Molinari Pradelli, el rol de <Duque de Mantua> lo interpreta Richard Tucker; <Gilda> lo canta Gianna D´Ángelo; el <Rigoletto>, Renato Capechi; <Sparafucile> Ivo Sardi y la <Magdalena>, Miriam Pirazzini. Es una muy buena grabación de aquellos tiempos. Como se hacía antiguamente, la dichosa  “cabaletta” no está en la grabación, pero he encontrado una grabación en directo de Richard Tucker del año 1951, como oiréis, tienen sus razonamientos los tenores de omitirlas en sus funciones, a más de un tenor se ponía enfermo, si el director de “marras” decía que había que interpretarla.
También os quiero hacer una pequeña observación sobre las mutilaciones que tantas veces se hacían, aquí en el Rigoletto hay una pequeña frase que la censura no les dejó escribir a Verdi y al libretista Piave; en el pasaje anterior a <la donna e mobile>,la frase que la censura dio por buena era en italiano <Una stanza e vino…>, traducido al castellano (una habitación y vino...) cuando la frase verdadera era  en italiano < la tua sorella e del vino…> traducido al castellano (tu hermana y vino…) Por suerte, actualmente ya hay funciones de Rigoletto que la mutilación ha quedado para el olvido.
Vayamos con esta pequeña selección, aquí tenemos para mi criterio a Gianna D´Ángelo la mejor Gilda de la historia (repito, es mi  criterio personal)
                                           
RICHARD TUCKER

                                       
                       AUDIO Rigoletto- Richard Tucker- “ Questa O quella “







                                                                  RENATO CAPECHI

                    AUDIO -Rigoletto- Renato Capecchi – “ P arisiamo “ 1958





                                                                GIANNA D´ANGELO



Seguidamente os voy a poner por Richard Tucker el aria <Parmi veder le lagrime> junto a la cabaletta “Possente amore” que se suele omitir en la mayoría de las representaciones

AUDIO - Rigoletto – R. Tucker-“Parmi veder le lagrime” y “Posente amore “1951



                                                  MIRIAM PIRAZZINI

          
                                                             JUSSI BJORLING
Os voy a proponer en audio unos fragmentos de Rigoletto del año 1957 cantado en Estocolmo en una representación en vivo que merece la pena tenerla en vuestra discoteca. Los cantantes que acompañan a Jussi Bjorling, encarnando a  el Duque de Mantua; en el rol de Rigoletto el barítono Crist Timelolan y Gilda la soprano Patti Ivaprch, Orquesta de la ópera de Estocolmo


                               TEATRO OPERA DE ESTOCOLMO

AUDIO Rigoleto -1957- Jussi Bjorling"Questa o cuella"

AUDIO Rigoletto.- 1957- J. Bjorling " Ella mi fu rapita"

AUDIO Rigoletto- 1957-J.Bjorling-E.Prytz "E il sol dell anima"

AUDIO Rigoletto - 1957- J. Bjorling "La donna e mobile"

AUDIO Rigoletto- 1957- "Bella figlia dell`amore"


                                        CRONICA DE LA VANGUARDIA

RIGOLETTO VERDI jueves 28 noviembre1957
REPOSICION DE RIGOLETTO EN EL LICEO
He aquí de nuevo a nuestro amigo viejo conocido Rigoletto, el Triboulet de <Le Roi s´amuse>, de Victor Hugo, dispuesto a vengar una vez más la ofensa de que le hace objeto el Duque de Mantua. Más de cien años pesan sobre la espalda del infortunado bufón  - la ópera fue estrenada en la Fenice, de Venecia, el 11 de marzo de 1851, con motivo de las fiestas del carnaval- y todavía se pasea con arrogancia por los escenarios.
Todo cuanto el cronista puede decir del <Rigoletto> verdiano es sobradamente conocido. Se ha dicho y redicho, en efecto, aparte los datos antes apuntados, que razones políticas obligaron a cambiar el nombre de los personajes del drama de Victor Hugo en que Piave, libretista favorito de Verdi, se inspiró para el <libreto> de la ópera, cuyo título primitivo, <La maledizione>, por parecer sospechoso a la censura de aquellos tiempos, hubo de sufrir también modificaciones hasta llegar al de <Rigoletto, buffone di corte>, que no tardó en convertirse simplemente en <Rigoletto>. De la música se ha dicho con igual reiteración que conserva su vitalidad por la potencia reveladora de la psicología humana y por la verdad de la expresión, que traduce, en general, con tonos convincentes las pasiones de los personajes y las exalta. ¿Qué en la partitura se encuentran páginas de evidente endeblez? Cierto; pero ya Verdi, cuando, en sus tiempos, alguien le observaba: <aquí se podía haber hecho esto, allí esto otro>, contestaba: < Estaría muy bien; pero yo no lo he sabido hacerlo mejor>
Pese al extraordinario número de representaciones –con la de anoche exactamente doscientas noventa y nueve - <El Rigoletto> no hace un desairado papel en el Liceo e interesa todavía, sobre todo por que atañe a la interpretación, pues es ópera considerada como piedra de toque para los cantantes. Y circunscribiéndose a la actual reposición, consignemos que los resultados no pudieron ser más halagadores. La ovaciones, quizá excesivas en algún momento, sonaron fragorosas, imponiéndose los <bises>.
La soprano ligera Giana D´Angelo, nueva en nuestro Gran Teatro, iluminó con relumbrantes rayo de luz el tenebroso fondo de la tragedia de Hugo. Fue una Gilda de ágiles y fáciles notas, muy afinadas, y que tal vez atendiera mejor el virtuosismo lírico, para la que está perfectamente capacitada, que al simplemente escénico; per la impresión total fue de absoluto convencimiento en el <Caro nome>  donde fue calurosamente aclamada, desplegó todas sus posibilidades vocales, y en los dúos y en el cuarteto del último acto, indiscutiblemente la mejor página de la obra, su arte despertó encomiásticos comentarios.
Para el tenor Gianni Poggi, encargado de la parte de duque de Mantua, la batalla no era fácil, pues tenía que luchar con inmarcesibles recuerdos; pero cantante de arte refinado, con su estilo y prestancia escénica, salió airosisimo del empeño, aunque las huellas de su reciente enfermedad sufrida no hayan desaparecido por completo. Se hizo aplaudir fuertemente en la baladita del primer acto, en el dúo del segundo y más y mejor en <La donna e mobile>, la vulgarísima canción de la que repitió  la segunda estrofa, a pesar de permitirse unas libertades de interpretación que dudamos mucho se le hubieran tolerado en la Scala.
Del barítono Ugo Savarese se apreció el talento con que compuso el personaje protagonista. En su labor, el cantante se unió al captor de actitudes adecuadas a las situaciones. Expresó muy discretamente el monólogo <Pari siamo>, y sostuvo con valentía la fatigosa escena del acto segundo, hasta llegar a la <vendetta>, donde, Acompañado, por Gianna D´Angelo, hizo gala de su poderoso aliento, teniendo que ser bisado tal fragmento.
En el papel de Magdalena, la mezo-soprano Margarita Gonzalez fue reemplazada - ¿otra baja gripal?- por Rina Corsi, que mostró excelentes aptitudes.
Muy bien el bajo Giuseppe Modesti, que personificó Sparafucile, y correctos todos los demás. Josefina Navarro, Juan Rico, José Manuel Benito, María Teresa Pujolá, Luís María Andreu, Ramón de León y María Teresa Casabella.
El coro dio nuevas pruebas del cuidado con que atiende a su preparación el maestro Gaetano Riccirelli.
Dirigió la orquesta con brío y conocimiento de los propósitos expresivos del compositor el maestro Nino Verchi, al que si algún reparo podía oponerse sería el de su excesiva complacencia con los cantantes.
Inteligente y eficaz labor de Pablo Civil como director de escena.
Aplausos continuos, ya lo hemos señalado, y numerosos levantamientos de cortina, presentándose en las tablas, junto con los artistas, los directores de orquesta, coros y escena.

La sala brillantísima.- U.F. ZANNI.


                                                               GIACOMO PUCCINI
MADAMA BUTERFLY (Puccini) viernes 23 enero 1958
Director Carlo F. Cillario, con Renata Tebaldi, Giacinto Prandelli, Otello Borganovo y Rina Corsi.

Creo que no os hace falta que os cuente como eran nuestros viajes de ida y vuelta. Por el tiempo, lo pienso y me maravillo de la pasión que tenía en aquellos tiempos por la ópera, y con franqueza ha valido la pena tanto sacrificio, pues me ha dado muchas relaciones y amistades,  y sobre todo placer de sentir la música como yo la siento.
Ahora nos tocaba asistir a ver a Renata Tebaldi con la ópera Madama Butterfly. Teníamos mucho interés de ver esta Butterfly por Renata Tebaldi, pues, Manolo Polo y Enrriquito me recordaban la Butterfly que vimos por Victoria de los Ángeles y estábamos muy expectantes por las comparaciones.
Sobre la comparación de Victoria de los Ángeles y Renata Tebaldi, indudablemente va por gustos, a mí me da la sensación de que la catalana, su voz se amolda más al personaje de Cio-Cio-San, la parte lirica de este rol, Victoria lo borda, cosa que Renata Tebaldi, le falta a su voz algo de lirismo. En la parte dramática, Victoria, hace unos alardes con su voz, dando uno tonos dramáticos muy reales; Renata Tebaldi con su voz tan robusta da un tono dramático algo exagerado pero si creíble. Estos comentarios no quieren desdecir que la Tebaldi lo haya hecho mal, no, daros cuenta que estoy hilando muy fino y el criterio es muy personal. En reglas generales las dos actuaciones de estas insignes cantantes fueron excepcionales, hoy en día en la actualidad no tendrían competencia. Que sepáis y no me canso de decirlo que es una opinión muy personal.
El tenor Giacinto Prandelli, a mí personalmente, me gusto, bien en la interpretación vocal y en lo artístico supo desenvolverse muy adecuadamente.

He intentado encontrar por YouTube alguna grabaciones de los mismos cantantes que actuaron aquella misma noche, no ha podido ser y por lo tanto he elegido una grabación  de estudio, grabado en el año 1958 con la orquesta Academia de Santa Cecilia y dirigida por el maestro Tullio Serafín. Los principales cantantes son Renata Tebaldi- Carlo Bergonzi, Fiorenza Cosotto y Enzo Sordello

CARLO BERGGONZI                      FIORENZA COSSOTTO                        RENATA TEBALDI                                                                             




                                            





             AUDIO Madama Butterfly – Renata Tebaldi – “Un bel di vedremo”

                              AUDIO Madama Butterfly – Carlo Bergonzi – “Addio fiorito “



                          CRÓNICA DE LA VANGUARDIA

 CRONICA DE LAVANGUARDIA DE MADAMA BUTTERFLY, PUCCINI RENATA TEBALDI
VIERNES 23 DE ENERO 1958
Triunfal reaparición de Renata Tebaldi con <Madama Butterfly> en conmemoración pucciniana.
Verdadero acontecimiento anoche en el Liceo: Renata Tebaldi, la admirada, la ansiosamente esperada soprano italiana, volvía al escenario donde tenía conseguidos éxitos de clamor y donde había dejado recuerdos inextinguibles. Y volvía también haciendo a Barcelona el honor de cerrar el paréntesis en el que, como holocausto a la memoria de su madre, fallecida en Nueva York, como es sabido, el último mes de diciembre, había colocado en la más rigurosa inactividad su privilegiado canto, dando por rescindidos numerosos contratos. Barcelona acompañó a la artista en su justo dolor, y la artista ha sabido expresarse, de la mejor manera  que podía hacerlo, reanudando aquí sus actuaciones, la gratitud sentida por los cordiales testimonios de pésames recibidos.
Para la reaparición de Renata Tebaldi se eligió <Madama Butterfly>. Con ello, el Gran Teatro entraba de lleno en la conmemoración del centenario de Puccini, conmemoración que ya había tenido como inscrito las representaciones de <Sor Angélica> y <Gianni Schichi>.
Renata Tebaldi, como nadie podía dudar, consiguió anoche uno de sus más legítimos y ardorosos éxitos y contribuyó poderosamente a reavivar el de <Madama Butterfly>. Era la primera vez que en su vida cantaba la ópera de Puccini – una atención más guardada al público barcelonés - ; pero por la madurez mostrada, parecía que la hubiera tenido por compañera en toda su vida artística. Renata Tebaldi supo interesar y conmover, al mismo tiempo que, poniendo en juego todas sus magníficas facultades vocales, halló acentos de una valentía impresionante. Quizás en algún instante del primer acto no pudiera sobreponerse a la natural emoción; pero luego su arte apareció con sin igual magnificencia, y en la famosa romanza <Un bel di vedremo>, repetida tras interminable ovación, y en la escena de la muerte, no cabía ya la superación.
<Madama Butterfly> es la ópera en cuya escritura puso Puccini sus más acendrados amores y sus más halagadoras esperanzas. < La he escrito para mí>, solía decir el compositor de Lucca, después de haber volcado en el pentagrama las cálidas, apasionadas, vivas melodías que  bullían en su interior. Pero cuanto esperaba Puccini se estrelló, de momento, contra la realidad. La noche del domingo 17 de Febrero de 1904 <Madama Butterfly>  se estrenaba en la Scala de Milán  y conoció el más rotundo de los fracasos. De nada valieron los esfuerzos del maestro Campanini que dirigió la orquesta, ni los de Rossina Storchi, Zenatello, De Luca y Pini Corsi, encargados de los principales papeles. Gritos, denuestos, burlas surgieron de muchos lados de la sala. De acuerdo con Illica y Giacosa, los libretistas, Puccini retiró la obra, pero el fracaso constituyó para  él una herida que jamás cicatrizó. La Scala fue siempre para él el teatro de su más grave tragedia de artista, la cual no le hicieron olvidar nunca ni el éxito que cuatro meses después, la ópera convertidos en tres los dos primitivos actos, alcanzó en el Teatro Grande de Brescia, ni la calurosas acogidas que obtuvo en América, en Londres y en Paris y en todos los teatro de Italia y del mundo entero. En la misma Scala triunfó al ser repuesta después veintiún años después del fracaso. En Barcelona se dio a conocer en el Teatro del Bosque, por cierto en versión española y luego el 10 de diciembre de 1909 entró en el Liceo, donde con la de anoche se ha representado  noventa y ocho veces y no hay que decir cuan profundamente se ha apoderado del gusto del público, siempre atraído por el exotismo de la anécdota escénica y la frescura melódica de la música en ocasiones no exenta de intenso dramatismo.
El ingrato personaje de Pinkerton tuvo en el tenor Giacinto Prandelli un intérprete voluntarioso y atento en la traducción de los apasionamientos amorosos.
El barítono Otello Borganovo fue un Sharples más estimable por el porte que por la voz, completamente opaca.
La mezzosoprano Rina Corsi dio no escaso relieve al papel de Suzuki, y Diego Mongo, Juan Rico, Guillermo Arroniz y Marcelo Latorre se condujeron con laudable discreción en sus intervenciones.
Muy bien el coro en el <nocturno> que cierra el segundo acto.
Bajo la dirección del maestro Carlo F. Cillari, unas veces lenta y otras precipitadas, la orquesta no dejó de todos modos, dar a la partitura lo pintoresco y colorido que contiene.
Aunque bastante acromadas, las decoraciones de la viuda de J. López Muñoz, según bocetos de J. López Sevilla, ambientaron bien la escena, sometida a la dirección de Doménico Messina, quien cuidó escrupulosamente los detalles.
El público que ocupaba todas las localidades, aplaudió larga  y calurosamente, con verdadero entusiasmo después de los dos últimos actos en que Renata Tebaldi, sola o acompañada de los demás intérpretes y de los directores  de la orquesta, del coro y de la escena, tuvo que multiplicar hasta el infinito sus apariciones en el proscenio.
U.F. ZANNI


GIACOMO PUCCINI


LA BOHEME  (Puccini) Viernes 31 enero 1958
Director Carlo Felice Ciliario, con Renata Tebaldi, Eugenio Ferrandi, Manuel Ausensi, Silvana Zanolli, Ugo Novelli

Aquí nos ha pasado como en la <Madama Butterfly>, teníamos el recuerdo de <La Bohéme> cantada por Victoria de los Ángeles, y ya en sus fechas anteriores dije en mi comentario que para mí en <La Bohéme>, me gustaba más Victoria de los Ángeles. En esta nueva versión  que dio Renata Tebaldi, en el Liceo, sigo opinando igual, dos grandísimas cantantes que no merecen ser  juzgadas; son dos “monstruos “de la lírica. Cada uno tendrá su opinión y todas son válidas. Mis compañeros siempre han opinado lo mismo, y yo por los años sigo manteniendo mi antigua  opinión, Renata Tebaldi su voz es más spinto, cosa que Victoria de los Ángeles no llega a esa cola tura que tiene Renata Tebaldi,  y precisamente en esta  ópera de Puccini, este rol está mejor concebidos para la tesitura de Victoria de los Ángeles.
El tenor Eugenio Ferrandi, tenor de una voz muy potente y con unos agudos muy seguros, (ya me gustaría tener este cantante  en esta época), en la que sigue habiendo carencia de voces de tenor, si ya se que más de uno de vosotros no coincidirán con mi opinión pero eso...son opiniones y muy respetables.
Una gran noche más en el Liceo. Grandes voces  y en líneas generales muy buenos los cantantes. Manuel Ausensi, como siempre muy correcto y merece tener un rol de protagonista.
Lo único que he encontrado de <La Bohéme> cantado por Eugenio Fernandi, es su celebre aria "Che gelida manina" en un vídeo casero que sale junto a una señora. Tiene muchas grabaciones junto a grandes cantantes de su época. Lo que si voy a poneros en vídeo, él dúo del primer acto cantado por Renata Tebaldi y Jussi Bjorling.

               VIDEO- La Boheme- Eugenio fernandi "Che gelida manina"



Seguidamente os propongo una grabación de <La Bohéme> desde el Teatro de la Scala de Milán ,siendo su director Bruno Bartoletti y los interpretes y personajes: Cristina Gallardo Domas (Mimi), Marcelo Alvarez (Rodolfo),  Hey.Kyung Hong (Musetta), Natale de Carolis(Schaunard), Roberto Servile (Marcello), G. Battista Parodi(Colline). Con subtitulo  en español con muy buena visión y un buen sonido.

                              VIDEO    LA BOHEME- B. Bartoletti -C.Gallardo Domas- Marcelo Alvarez 

                                     

                                                   CRÓNICA DE LA VANGUARDIA


CRONICA DE LA VANGUARDIA DE LA BOHEME DE PUCCINI CON RENATA TEBALDI
Viernes 31 de enero de 1958
Reposición de < La Boheme>, de Puccini, obteniendo un nuevo éxito Renata Tebaldi.
Reposición de < La Boheme>, anoche, en el Liceo. Nuevo y clamoroso éxito de Renata Tebaldi, y brillantísima continuación de las funciones con que viene conmemorándose en el Gran Teatro el centenario del nacimiento de Puccini.
Puccini compartía con  <La boheme> su predilección por <Madama Butterfly>, tanto, que enemigo de asistir a las representaciones de sus óperas, hacia una excepción  par la primeramente citada, y se recreaba escuchando el tercer acto.
La idea de< La boheme>, nació en Puccini, según es sabido, allí en la milanesa <Galleria de Cristoforis>, donde el compositor se reunía con Mascagni, Leoncavallo y otros jóvenes músicos más ricos de ilusiones y esperanzas que de medios de fortuna, formando una bohemia artística que no podía menos sentirse seducida por aquella bohemia francesa también descrita por Müger; una vida despreocupada y alegre y sentimental: como la juventud misma, que Puccini vio prontamente podía convertirse en substancia de su arte, de su realismo lirico, de su imaginación, tan apartada de los mitos, de las leyendas heroicas y de los misterios religiosos. Su visión musical de la vida del famoso Barrio Latino fue más feliz, más convincente que la de Leoncavallo autor de otra <Boheme>, inmediatamente caída en un completo olvido, del que ahora hay cierta inclinación a sacarla.
Para la mejor realización de sus propósitos de compositor, Puccini libraba verdaderas batallas con los libretistas, y las sostuvo con Giacosa e Illica, los de  < La boheme>, que también lo fueron de <Tosca> y <Madama Butterfly>. El tímido, el paciente Puccini se volvía autoritario, y solicitaba e imponía variaciones, cortes, añadidos y modificaciones de escenas. Los temporales, sin embargo, pasaban y luego el éxito reconciliaba a todos los colaboradores, como lo reconcilio el de<La boheme>, ópera que conquistó al mundo entero y cuyas representaciones, a partir de su estreno en febrero de 1896, se cuentan a millares.
La gran fuerza de atracción de <La Boheme> se debe a la fluidez melódica, a la poesía, a la humanidad de la bien trabajada música con que Puccini dio realce a un asunto de aspecto no poco convencional y de un romanticismo que hoy resulta un tanto trasnochado. Y todo que hay que decirlo: la gran popularidad de <La Boheme> se ha debido también a los intérpretes, de excepcional valía, que ha tenido.
Como la soprano Renata Tebaldi, que anoche presentó una Mimí profundamente sentida en todas sus emociones y reacciones. ¡¡Que voz tan bella y tan magistralmente emitida y qué preciosos acentos presento Renata Tebaldi al tierno personaje que muere de frio y amor!! El público la aplaudió muchísimo en el relato del acto primero, del que le desconcertó un poco el raro remate dado al dúo que lo cierra; pero luego en el tercero, del que tuvo que repetirse el cuarteto, y tras la escena de la muerte, donde emocionó profundamente, las ovaciones fueron realmente clamorosas, recogiéndolas la  ilustre artista unas veces sola y otras en unión de sus colaboradores, que también desfilaron individualmente.
Eugenio Ferrandi, joven tenor de voz vigorosa y que no encuentra obstáculos para remontarse a las regiones agudas, contribuyó a que los amores de Mimí y Rodolfo adquirieran la simpática melancolía que los informa. La primera ovación de la noche, unánime, fragorosa, inacabable, fue para él. Se la ganó con la < gélida manina> donde hizo gala de sus extraordinarios arrestos vocales. Se le exigía el <bis>; pero tuvo el buen gusto de no concederlo, atendiéndose a las costumbres imperantes en los grandes teatros líricos.
Silvana Zanolli, una< Musetta> que no pasó de discreta; el barítono Manuel Ausensi, que ha sido siempre un <Marcello> de consistencia lírica y escénica; también barítono Luis María Andreu, bonísimo Schaunard,  y el bajo Ugo Novelli, entonado filosofo Colline, completaron con Adello Zagunara y José Tarruella el reparto.
El teatro abarrotado de público hasta en los pasillos. –  el también barítono Luis María Andreu, bonísimo Schaunard,  y el bajo Ugo Novelli, entonado filosofo Colline, completaron con Adello Zagunara y José Tarruella el reparto.
El coro no se portó también como en otras veces.
El maestro Carlo F. Cillario dirigió expertamente la orquesta, aunque no siempre consiguiera imprimir en la partitura el sentimentalismo  que exige. Pintoresca la dirección escénica. U.F. ZANNI


                                                                              

                                                   FRANCESCO CILEA



ADRIANA LECOVREUR (Cilea) domingo  tarde 9 febrero 1958,  única función
Director Ángelo Questa, con Renata Tebaldi, Giacinto Prandelli, Manuel Ausensi, Adriana Lazzarini y Ugo Novelli
Ahora nos toca ya  rematar la temporada con una <Adriana Lecouvreur>. Sí, en esta ópera la Tebaldi  debe de lucirse pues está concebida para su tesitura de voz. Os cuento: De lógica, cada opera que veía era  estreno para mí, la mayoría de ellas apenas había oído hablar y por lo tanto eran novedosas. Me refiero a <Adriana Lecouvreur>, una ópera verista, que por lo que se ve,  a mí me pareció muy bonita y con la particularidad de que lo cantaba  Renata Tebaldi, (en aquellos  años era junto a Victoria de los Ángeles mis preferidas). Ya pasados los años, tengo que reconocer que la Tebaldi hacia una gran creación de este personaje, su voz se adapta perfectamente al rol que creó el maestro Cilea y le da una voluptuosidad a su interpretación que pocas lo consiguen, hay que resaltar que cuando la cantó en el Liceo contaba con 32 años. Normalmente por regla general las grandes actuaciones de las grandes cantantes en esta ópera  la han cantado casi al final de sus carreras, y por ello hay que agradecer a Renata Tebaldi que a su edad se  atreviera con este dificilísimo rol. Sobre la actuación de Giacinto Prandelli en aquella noche, según mi “diario” lo ponía de muy bueno y con  un timbre de voz muy claro y con una fuerza muy ajustada. Por los años yo os pudo decir que este cantante su voz es de tenor spinto, con una gran expresividad, la justa, tenor romántico por excelencia, poseyendo unos grandes recursos vocales y no abusando de la fuerza  como hacen muchos cantantes de hoy en día.
Os voy a poner unos fragmentos de Adriana Lecovreur (Cilea), con una grabación de 1958, por Renata Tebaldi, aquí tenía 32 años. Y oiréis la voz majestuosa de Giacinto Prandelli.


                                             RENATA TEBALDI


                                           GIACINTO PRANDELLI


Os voy a proponer  en Audio una versión de "Adriana Lecovreur" que se cantó en el teatro de Opera de San Francisco en Septiembre de 1977con la dirección de Gianandrea Gavazzeni con la participación  del cantante catalán Jaime Aragall y con un elenco extraordinario, personajes e interpretes: Renata Scotto ( Adrian Lecovreur), Jaime Aragall (Maurizio), Elena Obraztsova (Princesa de Bullillon), Giuseppe Tadei (Michonnet).



                         CRÓNICA DE LA VANGUARDIA 

CRONICA DE LA VANGUARDIA DE ADRIANA LECOUVREUR CON RENATA TEBALDI
Domingo tarde 9 de febrero de 1958
Con la reposición de < Adriana Lecouvreur> de Cilea, teniendo como protagonista nada menos  que a Renata Tebaldi, el domingo por la tarde se daba cita en el Liceo al repertorio previsto para la actual temporada, previsión que se ha convertido en completa y feliz realidad.
Aunque su nombre no haya alcanzado la popularidad de otros compositores italianos, el calabrés Francesco Cilea fue músico cuyo importante bagaje artístico y cuyas intensas actividades le hacen acreedor a la estimación de todos los melómanos. Desde su más tierna edad se mostró apasionado por la música, y a los nueve años tenía escrito un <Nocturno> y una <Mazurca> que se impusieron a la general atención. Luego muy ecléctico, su talento se manifestó en obras para orquesta, en un <Trío para violín, violoncelo y piano> una <Sonata para violoncelo y piano> y no poca piezas para piano solo. En el campo del profesorado, sus méritos fueron verdaderamente sobresalientes, quedando magníficamente expuestos en los cargos ocupados en los Conservatorios de Nápoles, Florencia y Palermo. Como compositor dramático, además de <Ariana Lecouvreur> dejó las óperas <Gina>, <Tilda>, la <Arlesiana> y <Gloria>.
<Adriana Lecouvreur>, que hoy ha de ser objeto de nuestro comentario, fue estrenada en el Lirico de Milán, en 1902, y al año siguiente, el día 7 de mayo se dio a conocer en nuestro Liceo. Para el libro de <Adriana Lecouvreur>, Arturo Colautti se basó en el homónimo drama francés de Scribe y Legouvé drama inspirado en episodios de la vida de la gran comedianta y que tuvo por geniales intérpretes a Elisa Rachel y Sara Bernhardt. Arturo Colautti modifico notablemente la acción informadora del drama francés, dejándola reducida a la evolución de la ardiente y apasionada vida de Adriana Lecouvreur en el periodo en que, enamorada del conde Mauricio de Sajonia, le ofrece su fortuna para  intentar la conquista del trono de Curlandia. Pero estos amores tienen un final trágico; la princesa de Bouillon, rival de Adriana, envía a la artista un ramo de flores envenenado, y el comediante muere.
El paso de los años ha dejado sus huellas sobre este drama, cuya música tampoco ha podido substraerse al paso del tiempo. Sin embargo, la partitura de Cilea conserva vivos los atractivos que le prestan la distinción de la escritura, ajustada a una alada línea melódica, y la sinceridad del patetismo con que una orquesta, rica de timbres, sigue las peripecias escénicas. Cilea dejó establecidos en cada acto sus especiales puntos de mira. Así, centralizó  en la romanza de la <umile ancella> y en los ritmos de danza. Otra romanza, la de Mauricio, y el encuentro de los dos rivales absorben la atención del músico en el acto segundo. El tercero es más bien coreográfico de tono un poco superficial, pero no deja de vibrar en el <raconto> de Mauricio y en las escenas postreras. El último acto es, indudablemente, el más sentido, e identificado con el hondo dramatismo que impera en la escena.
Como hemos dicho, <Adriana Lecouvreur> tuvo anteayer por protagonista a Renata Tebaldi, quien logró reproducir los frenéticos entusiasmos despertados con su <Madama Butterfly> y su <Boheme>. El de Adriana es personaje que exige conjuntamente una gran cantante y una gran actriz. Y en ambos aspectos Renata Tebaldi venció y convenció de modo definitivo. Desde las primeras escenas hasta el final, la de la muerte, la voz y el arte dramático de Renata Tebaldi se aunaron, arrastrando a los espectadores a las más vivas demostraciones admirativas en el curso de la representación y al término de los actos.
Del tenor Giacinto Prandelli, la valentía, la facilidad y el estilo conviene a los generosos ímpetus del conde Mauricio de Sajonia, personaje que presento de modo siempre plausible.
La mezo-soprano Adriana Lazzarini fue una princesa de Bouillon esplendida de voz y de arrogancia.
El barítono Manuel Ausensi estuvo correctísimo en el papel de Michonnet, y Ugo Novelli, Adelio Zagorana, Juan Rico, Diego Monjo, Marcela Latorre y María Teresa Batle cooperaron al buen conjunto, lo mismo que el coro.
En el <ballet> mitológico del tercer acto, que representaba o, por lo menos pretendía representar <El juicio de Paris>, Jorge Ventura y Aurora Pons, Antoñita Barrera, Manolita Orts, Araceli Torrens y otras solistas se hicieron aplaudir ajustándose perfectamente a la coreografía  de Juan Magriñá.
El maestro Ángelo Questa, cuya reaparición fue vista en general complacencia, obtuvo con su afectuosa e inteligente dirección un laudable rendimiento de la orquesta, manteniéndola en íntimo contacto con las tablas, a la que fue reiteradamente llamado.
El teatro, casi no hay que decirlo estuvo lleno a rebosar. En un palco tomó asiento, al lado de nuestra ilustre Mercedes Capsir, la viuda del compositor Cilea, venido desde Italia para presencia la representación de la ópera de su difunto esposo.- U.F. ZANN


Con esta representación se acabó la temporada para nosotros. Mis amigos y yo habíamos presenciado cuatro funciones de ópera que se nos ha quedado grabado en nuestras retinas para toda  nuestra vida. Muchas veces hago el comentario con amigos aficionados en la actualidad y se quedan pasmados. ¡¡Si, puedo presumir de ello!! Por todo este bagaje que llevo dentro de mi cabeza y corazón, me permito muchas veces el hacer comentarios que a algunos discrepan de mis pareceres, pero tener la completa seguridad que no estoy influenciado por nada  ni por nadie, siempre tengo un criterio muy positivo y con una base real de lo que he vivido.
Ahora como todos los finales de temporadas a esperar a la siguiente y tener paciencia, sí mucha paciencia….

  



                     


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