Ahora nos toca la
próxima temporada 1957-1958. Como siempre a esperar. Hasta finales de Octubre
no podíamos saber nada de la programación, nuestro enlace en Barcelona nuestro
amigo Jordi no daba señales de vida, bueno la realidad es que él no tenía
noticia alguna, el gerente del teatro del Liceo, señor Pamias lo tenía todo muy
en secreto, y el periódico de La Vanguardia,
que mi amigo Manolo Polo, el peluquero, lo recibía todos los días
excepto los lunes, que no había edición, estábamos al acecho pero nada de nada.
Al fin, nuestro
amigo Jordi dio señales de vida y a mediados del mes de octubre nos pudo
adelantar algunas óperas que ya estaban firmadas pero no sabía las fechas, La inauguración era
con la opera <Il Trovatore>, y Renata Tebaldi venía a cantar Madama
Butterfly, La Boheme y Adriana Lecovreur. Por supuesto que el amigo Jordi ya sabía
que estas tres funciones nos tenían que sacar las entradas. A los pocos
días nos comunicó que se había enterado
que había un Rigoletto con Gianna D´ Ángelo. Para esta ópera, tuvimos unas
pequeñas dudas de ir pero al final nos decidimos que valía la pena ir a verla, pues
según mis compañeros era una grandísima intérprete en el rol de Gilda. A los
pocos días de saber nosotros la programación salió en el periódico de la
Vanguardia las fechas y óperas que se iban a cantar en el Liceo. Como veréis en
el tablero de la programación que os pongo, no figura la opera de inauguración;
se tenía que inaugurar con la opera <Il trovatore >, pero debido a una
epidemia de gripe, contraída por vario cantantes que iban a interpretar dicha
ópera, el señor Pamias tuvo que suspender dicha función par unos días más
tarde. La inauguración fue con la ópera de Gian Carlo Menotti <The Saint of
Bleeker Street>
Como anécdota de
esta temporada, os indicaré que la ópera del maestro Falla < El retablo de maese Pedro>, cantaba
por primera vez el niño de 12 años llamado José Carreras, que representaba el
papel de “Trujamán”, dicha ópera estuvo dirigida por José Iturbi.
FACHADA DEL TEATRO DEL LICEO
Temporada 1957-1958 del Liceo
En la temporada 1957-58 , poco antes de un Tristán e Isolda memorable con Birgit Nilsson y Wolfgang Windgassen , el célebre José Iturbi dirigió a un
niño de 12 años llamado José Carreras , que representaba el papel de
Trujamán en El retablo de Maese pedro . [1]
Temporada 1957-1958 del Liceuo
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Ópera
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Compositor
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Director musical
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Director de escena
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Papeles principales
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Producción
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Fechas
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diciembre
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3 de enero
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16 al 25 de diciembre
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19 de diciembre
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diciembre
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enero
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10 de enero
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febrero
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febrero
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La programación
para esta temporada, después de muchas discusiones (no había peleas ni disgustos)
y en mutuo consenso lo programamos de la siguiente manera. Para el 28 de
Noviembre teníamos el <Rigoletto> cantado por Gianna D´Angelo; el 23 de
Enero <Madama Butterfly> con
Renata Tebaldi; el 31 de Enero <La Boheme> otra vez con Renata
Tebaldi y para rematar la temporada la
<Adriana Lecovreur> también con Renata Tebaldi. Como veréis no hace falta
que os lo diga que éramos “tebaldistas”. Pues sí, en
aquella época sí lo era, ahora por los años esa pasión por un cantante
ha desaparecido. Ahora al cabo de los años tengo un sentido menos apasionado,
veo y siento las cosas desde otro prisma y me cuesta mucho decidirme por el
fervor de un cantante, soy más cauto en expresar lo que siento, analizo y
valoro mucho mis sentimientos, quizás por ello los criterios que tengo de los
cantantes son muy ponderados y me cuesta mucho decir quien el que más me gusta si fulano o sotano. Valoro mucho el sacrificio de los cantantes y sé que cuesta
mucho llegar a la élite, y es por eso que les tengo mucho respeto. Por todo lo
que he visto, sé que los cantantes se
tropiezan muy a menudo con muchos obstáculos,
algunas veces por sus ganas de llegar y otras por los “lobos” que van
acechando, cuando ven a un cantante joven con futuro les hacen caer en la
trampa de hacerles cantar lo que no
deben y de esa forma salen ganando los “lobos” y los cantantes cuando se dan
cuenta ya su voz está agotada, ejemplos hay muchos. Y es por todo lo que he
visto, me he armado de una buena coraza y mis sentimientos se han endurecido y
me cuesta mucho decir y expresar
¿quiénes son los mejores cantantes?, es una pregunta qué a primera vista no
tengo repuesta, lo mejor sería preguntar
primero ¿Quién canta mejor tal ópera?, ahí yo ya puedo dar una opinión
más personalizada y acertada, pero es una opinión muy particular, habrían quienes estuvieran de
acuerdo con mi criterio y por supuesto otros no. La suerte que tenemos ahora, (en
la época que yo viví en el Liceo no tenía esa suerte) es que estamos en el
mundo de la tecnología y gracia a ella
estamos enterados de cosa que hace cuarenta años eran impensables, un ejemplo;
ahora gracia a Internet, YouTube, podemos conocer a los cantantes al momento,
ver su biografía y ¡¡cómo no!! conocer las voces de actualidad y las voces del pasado.
Ante todo esto, yo, mi persona, he tenido la suerte de vivir en una época dorada en el Gran Teatro del Liceo, por mi retina han
pasado voces sensacionales, que
aficionados de hoy, no han conocido, y
gracias al YouTube si pueden saber cómo eran esas voces. Os diré que no es lo
mismo oír o ver una actuación en vivo, que oírla o verla en una grabación de
estudio enlatada. Es por ello que los cantantes que yo he visto
interpretar en el Liceo, yo sí puedo dar mi opinión y matizar como eran esas
voces y compararlas con las de la actualidad. Más adelante os comentaré los conocimientos que adquirí del señor “Smith”, tramoyista del teatro
Metroplolitan de New York, estuvo trabajando desde los años 1910 a 1960, y me explicó cómo eran las voces del pasado, en
otro momento os daré más detalles que sé
que os va a interesar. Como veréis hay mucho para opinar.
Las críticas que os
pongo del periódico de La Vanguardia, por lo general a mi entender son
acertadas, hay algunas veces que no comparto y discrepo pero sigue siendo una
opinión muy personalizada del cronista de turno.
GIUSEPPE VERDI
RIGOLETTO (Verdi) 28 noviembre 1957
Director Nino Vercher, con Gianna D´Angelo, Gianni Poggi, Ugo
Saverese, Margarita González y Giuseppe Modesti
Sobre la
representación del Rigoletto que vi en el Liceo el jueves 28 de noviembre,
según mi “diario” < Fue una representación
en líneas generales muy buena, todos me gustaron mucho pero en especial
la soprano Gianna D´Angelo fue la que se llevó los más calurosos aplausos>.
Esto es lo que rezaba en mi “diario” y ahora, a través de los tiempos, yo os
puedo añadir, que esta magnífica soprano, para mi criterio, la tengo
considerada como la mejor “Gilda” de todos los tiempos. Hay muy buenas intérpretes
de este rol, pero la voz de Gianna D´Ángelo ha sido impresionante, con un
criterio vocal único y un físico fuera de lo normal, ese es mi criterio
personal.
No he encontrado
ninguna grabación de Gianni Poggi y Ugo Savarese de Rigoletto. Por lo tanto os
voy a poner unos fragmentos de una grabación comercial del Rigoletto del año 1958, siendo director
el maestro Francesco Molinari Pradelli, el rol de <Duque de Mantua> lo
interpreta Richard Tucker; <Gilda> lo canta Gianna D´Ángelo; el <Rigoletto>,
Renato Capechi; <Sparafucile> Ivo Sardi y la <Magdalena>, Miriam
Pirazzini. Es una muy buena grabación de aquellos tiempos. Como se hacía
antiguamente, la dichosa “cabaletta” no
está en la grabación, pero he encontrado una grabación en directo de Richard
Tucker del año 1951, como oiréis, tienen sus razonamientos los tenores de
omitirlas en sus funciones, a más de un tenor se ponía enfermo, si el director
de “marras” decía que había que interpretarla.
También os quiero
hacer una pequeña observación sobre las mutilaciones que tantas veces se
hacían, aquí en el Rigoletto hay una pequeña frase que la censura no les dejó
escribir a Verdi y al libretista Piave; en el pasaje anterior a <la donna e
mobile>,la frase que la censura dio por buena era en italiano <Una stanza
e vino…>, traducido al castellano (una habitación y vino...) cuando la frase
verdadera era en italiano < la tua
sorella e del vino…> traducido al castellano (tu hermana y vino…) Por
suerte, actualmente ya hay funciones de Rigoletto que la mutilación ha quedado
para el olvido.
Vayamos con esta
pequeña selección, aquí tenemos para mi criterio a Gianna D´Ángelo la mejor
Gilda de la historia (repito, es mi
criterio personal)
RICHARD TUCKER
AUDIO Rigoletto- Richard Tucker-
“ Questa O quella “
RENATO CAPECHI
AUDIO -Rigoletto- Renato
Capecchi – “ P arisiamo “ 1958
GIANNA D´ANGELO
GIANNA D´ANGELO
Seguidamente os voy a poner
por Richard Tucker el aria <Parmi veder le lagrime> junto a la cabaletta “Possente amore” que se suele omitir en la mayoría de las
representaciones
AUDIO - Rigoletto – R. Tucker-“Parmi veder le lagrime” y “Posente amore “1951
MIRIAM PIRAZZINI
Os voy a proponer en audio unos fragmentos de Rigoletto del año 1957 cantado en Estocolmo en una representación en vivo que
merece la pena tenerla en vuestra discoteca. Los cantantes que acompañan a
Jussi Bjorling, encarnando a el Duque de
Mantua; en el rol de Rigoletto el barítono Crist Timelolan y Gilda la soprano
Patti Ivaprch, Orquesta de la ópera de Estocolmo
TEATRO OPERA DE ESTOCOLMO
AUDIO Rigoleto -1957- Jussi Bjorling"Questa o cuella"
AUDIO Rigoletto.- 1957- J. Bjorling " Ella mi fu rapita"
AUDIO Rigoletto- 1957-J.Bjorling-E.Prytz "E il sol dell anima"
AUDIO Rigoletto - 1957- J. Bjorling "La donna e mobile"
AUDIO Rigoletto- 1957- "Bella figlia dell`amore"
CRONICA DE LA VANGUARDIA
GIACOMO PUCCINI
AUDIO Madama Butterfly – Carlo
Bergonzi – “Addio fiorito “
TEATRO OPERA DE ESTOCOLMO
AUDIO Rigoleto -1957- Jussi Bjorling"Questa o cuella"
AUDIO Rigoletto.- 1957- J. Bjorling " Ella mi fu rapita"
AUDIO Rigoletto- 1957-J.Bjorling-E.Prytz "E il sol dell anima"
AUDIO Rigoletto - 1957- J. Bjorling "La donna e mobile"
AUDIO Rigoletto- 1957- "Bella figlia dell`amore"
CRONICA DE LA VANGUARDIA
RIGOLETTO
VERDI jueves 28 noviembre1957
REPOSICION
DE RIGOLETTO EN EL LICEO
He
aquí de nuevo a nuestro amigo viejo conocido Rigoletto, el Triboulet de <Le
Roi s´amuse>, de Victor Hugo, dispuesto a vengar una vez más la ofensa de
que le hace objeto el Duque de Mantua. Más de cien años pesan sobre la espalda
del infortunado bufón - la ópera fue
estrenada en la Fenice, de Venecia, el 11 de marzo de 1851, con motivo de las
fiestas del carnaval- y todavía se pasea con arrogancia por los escenarios.
Todo
cuanto el cronista puede decir del <Rigoletto> verdiano es sobradamente
conocido. Se ha dicho y redicho, en efecto, aparte los datos antes apuntados,
que razones políticas obligaron a cambiar el nombre de los personajes del drama
de Victor Hugo en que Piave, libretista favorito de Verdi, se inspiró para el
<libreto> de la ópera, cuyo título primitivo, <La maledizione>, por
parecer sospechoso a la censura de aquellos tiempos, hubo de sufrir también
modificaciones hasta llegar al de <Rigoletto, buffone di corte>, que no
tardó en convertirse simplemente en <Rigoletto>. De la música se ha dicho
con igual reiteración que conserva su vitalidad por la potencia reveladora de
la psicología humana y por la verdad de la expresión, que traduce, en general,
con tonos convincentes las pasiones de los personajes y las exalta. ¿Qué en la
partitura se encuentran páginas de evidente endeblez? Cierto; pero ya Verdi,
cuando, en sus tiempos, alguien le observaba: <aquí se podía haber hecho
esto, allí esto otro>, contestaba: < Estaría muy bien; pero yo no lo he
sabido hacerlo mejor>
Pese
al extraordinario número de representaciones –con la de anoche exactamente
doscientas noventa y nueve - <El Rigoletto> no hace un desairado papel en
el Liceo e interesa todavía, sobre todo por que atañe a la interpretación, pues
es ópera considerada como piedra de toque para los cantantes. Y
circunscribiéndose a la actual reposición, consignemos que los resultados no
pudieron ser más halagadores. La ovaciones, quizá excesivas en algún momento,
sonaron fragorosas, imponiéndose los <bises>.
La
soprano ligera Giana D´Angelo, nueva en nuestro Gran Teatro, iluminó con
relumbrantes rayo de luz el tenebroso fondo de la tragedia de Hugo. Fue una
Gilda de ágiles y fáciles notas, muy afinadas, y que tal vez atendiera mejor el
virtuosismo lírico, para la que está perfectamente capacitada, que al
simplemente escénico; per la impresión total fue de absoluto convencimiento en
el <Caro nome> donde fue
calurosamente aclamada, desplegó todas sus posibilidades vocales, y en los dúos
y en el cuarteto del último acto, indiscutiblemente la mejor página de la obra,
su arte despertó encomiásticos comentarios.
Para
el tenor Gianni Poggi, encargado de la parte de duque de Mantua, la batalla no
era fácil, pues tenía que luchar con inmarcesibles recuerdos; pero cantante de
arte refinado, con su estilo y prestancia escénica, salió airosisimo del
empeño, aunque las huellas de su reciente enfermedad sufrida no hayan
desaparecido por completo. Se hizo aplaudir fuertemente en la baladita del
primer acto, en el dúo del segundo y más y mejor en <La donna e mobile>,
la vulgarísima canción de la que repitió
la segunda estrofa, a pesar de permitirse unas libertades de
interpretación que dudamos mucho se le hubieran tolerado en la Scala.
Del
barítono Ugo Savarese se apreció el talento con que compuso el personaje
protagonista. En su labor, el cantante se unió al captor de actitudes adecuadas
a las situaciones. Expresó muy discretamente el monólogo <Pari siamo>, y
sostuvo con valentía la fatigosa escena del acto segundo, hasta llegar a la
<vendetta>, donde, Acompañado, por Gianna D´Angelo, hizo gala de su poderoso
aliento, teniendo que ser bisado tal fragmento.
En el
papel de Magdalena, la mezo-soprano Margarita Gonzalez fue reemplazada - ¿otra
baja gripal?- por Rina Corsi, que mostró excelentes aptitudes.
Muy
bien el bajo Giuseppe Modesti, que personificó Sparafucile, y correctos todos
los demás. Josefina Navarro, Juan Rico, José Manuel Benito, María Teresa
Pujolá, Luís María Andreu, Ramón de León y María Teresa Casabella.
El
coro dio nuevas pruebas del cuidado con que atiende a su preparación el maestro
Gaetano Riccirelli.
Dirigió
la orquesta con brío y conocimiento de los propósitos expresivos del compositor
el maestro Nino Verchi, al que si algún reparo podía oponerse sería el de su
excesiva complacencia con los cantantes.
Inteligente
y eficaz labor de Pablo Civil como director de escena.
Aplausos
continuos, ya lo hemos señalado, y numerosos levantamientos de cortina,
presentándose en las tablas, junto con los artistas, los directores de
orquesta, coros y escena.
La
sala brillantísima.- U.F. ZANNI.
GIACOMO PUCCINI
MADAMA BUTERFLY (Puccini) viernes 23 enero 1958
Director Carlo F. Cillario, con Renata Tebaldi, Giacinto Prandelli,
Otello Borganovo y Rina Corsi.
Creo que no os hace
falta que os cuente como eran nuestros viajes de ida y vuelta. Por el tiempo,
lo pienso y me maravillo de la pasión que tenía en aquellos tiempos por la
ópera, y con franqueza ha valido la pena tanto sacrificio, pues me ha dado
muchas relaciones y amistades, y sobre
todo placer de sentir la música como yo la siento.
Ahora nos tocaba
asistir a ver a Renata Tebaldi con la ópera Madama Butterfly. Teníamos mucho
interés de ver esta Butterfly por Renata Tebaldi, pues, Manolo Polo y
Enrriquito me recordaban la Butterfly que vimos por Victoria de los Ángeles y
estábamos muy expectantes por las comparaciones.
Sobre la
comparación de Victoria de los Ángeles y Renata Tebaldi, indudablemente va por
gustos, a mí me da la sensación de que la catalana, su voz se amolda más al
personaje de Cio-Cio-San, la parte lirica de este rol, Victoria lo borda, cosa
que Renata Tebaldi, le falta a su voz algo de lirismo. En la parte dramática,
Victoria, hace unos alardes con su voz, dando uno tonos dramáticos muy reales;
Renata Tebaldi con su voz tan robusta da un tono dramático algo exagerado pero
si creíble. Estos comentarios no quieren desdecir que la Tebaldi lo haya hecho
mal, no, daros cuenta que estoy hilando muy fino y el criterio es muy personal.
En reglas generales las dos actuaciones de estas insignes cantantes fueron excepcionales,
hoy en día en la actualidad no tendrían competencia. Que sepáis y no me canso
de decirlo que es una opinión muy personal.
El tenor Giacinto
Prandelli, a mí personalmente, me gusto, bien en la interpretación vocal y en
lo artístico supo desenvolverse muy adecuadamente.
He intentado
encontrar por YouTube alguna grabaciones de los mismos cantantes que actuaron
aquella misma noche, no ha podido ser y por lo tanto he elegido una
grabación de estudio, grabado en el año
1958 con la orquesta Academia de Santa Cecilia y dirigida por el maestro Tullio
Serafín. Los principales cantantes son Renata Tebaldi- Carlo Bergonzi, Fiorenza
Cosotto y Enzo Sordello
CARLO BERGGONZI FIORENZA COSSOTTO RENATA TEBALDI
AUDIO Madama Butterfly –
Renata Tebaldi – “Un bel di vedremo”
CRÓNICA DE LA VANGUARDIA
CRONICA
DE LAVANGUARDIA DE MADAMA BUTTERFLY, PUCCINI RENATA TEBALDI
VIERNES
23 DE ENERO 1958
Triunfal
reaparición de Renata Tebaldi con <Madama Butterfly> en conmemoración
pucciniana.
Verdadero
acontecimiento anoche en el Liceo: Renata Tebaldi, la admirada, la ansiosamente
esperada soprano italiana, volvía al escenario donde tenía conseguidos éxitos
de clamor y donde había dejado recuerdos inextinguibles. Y volvía también
haciendo a Barcelona el honor de cerrar el paréntesis en el que, como
holocausto a la memoria de su madre, fallecida en Nueva York, como es sabido,
el último mes de diciembre, había colocado en la más rigurosa inactividad su
privilegiado canto, dando por rescindidos numerosos contratos. Barcelona acompañó
a la artista en su justo dolor, y la artista ha sabido expresarse, de la mejor
manera que podía hacerlo, reanudando
aquí sus actuaciones, la gratitud sentida por los cordiales testimonios de
pésames recibidos.
Para la
reaparición de Renata Tebaldi se eligió <Madama Butterfly>. Con ello, el
Gran Teatro entraba de lleno en la conmemoración del centenario de Puccini,
conmemoración que ya había tenido como inscrito las representaciones de <Sor
Angélica> y <Gianni Schichi>.
Renata
Tebaldi, como nadie podía dudar, consiguió anoche uno de sus más legítimos y
ardorosos éxitos y contribuyó poderosamente a reavivar el de <Madama
Butterfly>. Era la primera vez que en su vida cantaba la ópera de Puccini –
una atención más guardada al público barcelonés - ; pero por la madurez
mostrada, parecía que la hubiera tenido por compañera en toda su vida
artística. Renata Tebaldi supo interesar y conmover, al mismo tiempo que,
poniendo en juego todas sus magníficas facultades vocales, halló acentos de una
valentía impresionante. Quizás en algún instante del primer acto no pudiera
sobreponerse a la natural emoción; pero luego su arte apareció con sin igual
magnificencia, y en la famosa romanza <Un bel di vedremo>, repetida tras
interminable ovación, y en la escena de la muerte, no cabía ya la superación.
<Madama
Butterfly> es la ópera en cuya escritura puso Puccini sus más acendrados
amores y sus más halagadoras esperanzas. < La he escrito para mí>, solía
decir el compositor de Lucca, después de haber volcado en el pentagrama las
cálidas, apasionadas, vivas melodías que
bullían en su interior. Pero cuanto esperaba Puccini se estrelló, de
momento, contra la realidad. La noche del domingo 17 de Febrero de 1904
<Madama Butterfly> se estrenaba en
la Scala de Milán y conoció el más
rotundo de los fracasos. De nada valieron los esfuerzos del maestro Campanini
que dirigió la orquesta, ni los de Rossina Storchi, Zenatello, De Luca y Pini
Corsi, encargados de los principales papeles. Gritos, denuestos, burlas
surgieron de muchos lados de la sala. De acuerdo con Illica y Giacosa, los
libretistas, Puccini retiró la obra, pero el fracaso constituyó para él una herida que jamás cicatrizó. La Scala
fue siempre para él el teatro de su más grave tragedia de artista, la cual no
le hicieron olvidar nunca ni el éxito que cuatro meses después, la ópera
convertidos en tres los dos primitivos actos, alcanzó en el Teatro Grande de
Brescia, ni la calurosas acogidas que obtuvo en América, en Londres y en Paris
y en todos los teatro de Italia y del mundo entero. En la misma Scala triunfó
al ser repuesta después veintiún años después del fracaso. En Barcelona se dio
a conocer en el Teatro del Bosque, por cierto en versión española y luego el 10
de diciembre de 1909 entró en el Liceo, donde con la de anoche se ha
representado noventa y ocho veces y no
hay que decir cuan profundamente se ha apoderado del gusto del público, siempre
atraído por el exotismo de la anécdota escénica y la frescura melódica de la
música en ocasiones no exenta de intenso dramatismo.
El
ingrato personaje de Pinkerton tuvo en el tenor Giacinto Prandelli un
intérprete voluntarioso y atento en la traducción de los apasionamientos
amorosos.
El
barítono Otello Borganovo fue un Sharples más estimable por el porte que por la
voz, completamente opaca.
La mezzosoprano
Rina Corsi dio no escaso relieve al papel de Suzuki, y Diego Mongo, Juan Rico,
Guillermo Arroniz y Marcelo Latorre se condujeron con laudable discreción en
sus intervenciones.
Muy
bien el coro en el <nocturno> que cierra el segundo acto.
Bajo
la dirección del maestro Carlo F. Cillari, unas veces lenta y otras
precipitadas, la orquesta no dejó de todos modos, dar a la partitura lo
pintoresco y colorido que contiene.
Aunque
bastante acromadas, las decoraciones de la viuda de J. López Muñoz, según
bocetos de J. López Sevilla, ambientaron bien la escena, sometida a la
dirección de Doménico Messina, quien cuidó escrupulosamente los detalles.
El
público que ocupaba todas las localidades, aplaudió larga y calurosamente, con verdadero entusiasmo
después de los dos últimos actos en que Renata Tebaldi, sola o acompañada de
los demás intérpretes y de los directores
de la orquesta, del coro y de la escena, tuvo que multiplicar hasta el
infinito sus apariciones en el proscenio.
U.F. ZANNI
GIACOMO PUCCINI
LA BOHEME (Puccini)
Viernes 31 enero 1958
Director Carlo Felice Ciliario, con Renata Tebaldi, Eugenio
Ferrandi, Manuel Ausensi, Silvana Zanolli, Ugo Novelli
Aquí nos ha pasado
como en la <Madama Butterfly>, teníamos el recuerdo de <La Bohéme>
cantada por Victoria de los Ángeles, y ya en sus fechas anteriores dije en mi
comentario que para mí en <La Bohéme>, me gustaba más Victoria de los Ángeles.
En esta nueva versión que dio Renata
Tebaldi, en el Liceo, sigo opinando igual, dos grandísimas cantantes que no
merecen ser juzgadas; son dos “monstruos
“de la lírica. Cada uno tendrá su opinión y todas son válidas. Mis compañeros
siempre han opinado lo mismo, y yo por los años sigo manteniendo mi
antigua opinión, Renata Tebaldi su voz
es más spinto, cosa que Victoria de los Ángeles no llega a esa cola tura que
tiene Renata Tebaldi, y precisamente en esta ópera de Puccini, este rol está mejor
concebidos para la tesitura de Victoria de los Ángeles.
El tenor Eugenio
Ferrandi, tenor de una voz muy potente y con unos agudos muy seguros, (ya me
gustaría tener este cantante en esta
época), en la que sigue habiendo carencia de voces de tenor, si ya se que más de uno de vosotros no coincidirán con mi opinión pero eso...son opiniones y muy respetables.
Una gran noche más
en el Liceo. Grandes voces y en líneas
generales muy buenos los cantantes. Manuel Ausensi, como siempre muy correcto y
merece tener un rol de protagonista.
Lo único que he encontrado de <La Bohéme> cantado por Eugenio Fernandi, es su celebre aria "Che gelida manina" en un vídeo casero que sale junto a una señora. Tiene muchas grabaciones junto a grandes cantantes de su época. Lo que si
voy a poneros en vídeo, él dúo del primer acto cantado por Renata Tebaldi y
Jussi Bjorling.
VIDEO- La Boheme- Eugenio fernandi "Che gelida manina"
Seguidamente os
propongo una grabación de <La Bohéme> desde el Teatro de la Scala de Milán ,siendo su director Bruno Bartoletti y los interpretes y personajes: Cristina Gallardo
Domas (Mimi), Marcelo Alvarez (Rodolfo), Hey.Kyung Hong (Musetta), Natale de Carolis(Schaunard), Roberto Servile (Marcello), G. Battista Parodi(Colline). Con subtitulo en español con muy buena
visión y un buen sonido.
CRÓNICA DE LA VANGUARDIA
CRONICA
DE LA VANGUARDIA DE LA BOHEME DE PUCCINI CON RENATA TEBALDI
Viernes
31 de enero de 1958
Reposición
de < La Boheme>, de Puccini, obteniendo un nuevo éxito Renata Tebaldi.
Reposición
de < La Boheme>, anoche, en el Liceo. Nuevo y clamoroso éxito de Renata
Tebaldi, y brillantísima continuación de las funciones con que viene
conmemorándose en el Gran Teatro el centenario del nacimiento de Puccini.
Puccini
compartía con <La boheme> su
predilección por <Madama Butterfly>, tanto, que enemigo de asistir a las
representaciones de sus óperas, hacia una excepción par la primeramente citada, y se recreaba
escuchando el tercer acto.
La
idea de< La boheme>, nació en Puccini, según es sabido, allí en la
milanesa <Galleria de Cristoforis>, donde el compositor se reunía con
Mascagni, Leoncavallo y otros jóvenes músicos más ricos de ilusiones y
esperanzas que de medios de fortuna, formando una bohemia artística que no
podía menos sentirse seducida por aquella bohemia francesa también descrita por
Müger; una vida despreocupada y alegre y sentimental: como la juventud misma,
que Puccini vio prontamente podía convertirse en substancia de su arte, de su
realismo lirico, de su imaginación, tan apartada de los mitos, de las leyendas
heroicas y de los misterios religiosos. Su visión musical de la vida del famoso
Barrio Latino fue más feliz, más convincente que la de Leoncavallo autor de
otra <Boheme>, inmediatamente caída en un completo olvido, del que ahora
hay cierta inclinación a sacarla.
Para
la mejor realización de sus propósitos de compositor, Puccini libraba
verdaderas batallas con los libretistas, y las sostuvo con Giacosa e Illica,
los de < La boheme>, que también
lo fueron de <Tosca> y <Madama Butterfly>. El tímido, el paciente
Puccini se volvía autoritario, y solicitaba e imponía variaciones, cortes,
añadidos y modificaciones de escenas. Los temporales, sin embargo, pasaban y
luego el éxito reconciliaba a todos los colaboradores, como lo reconcilio el
de<La boheme>, ópera que conquistó al mundo entero y cuyas
representaciones, a partir de su estreno en febrero de 1896, se cuentan a
millares.
La gran
fuerza de atracción de <La Boheme> se debe a la fluidez melódica, a la
poesía, a la humanidad de la bien trabajada música con que Puccini dio realce a
un asunto de aspecto no poco convencional y de un romanticismo que hoy resulta
un tanto trasnochado. Y todo que hay que decirlo: la gran popularidad de <La
Boheme> se ha debido también a los intérpretes, de excepcional valía, que ha
tenido.
Como
la soprano Renata Tebaldi, que anoche presentó una Mimí profundamente sentida
en todas sus emociones y reacciones. ¡¡Que voz tan bella y tan magistralmente
emitida y qué preciosos acentos presento Renata Tebaldi al tierno personaje que
muere de frio y amor!! El público la aplaudió muchísimo en el relato del acto
primero, del que le desconcertó un poco el raro remate dado al dúo que lo
cierra; pero luego en el tercero, del que tuvo que repetirse el cuarteto, y
tras la escena de la muerte, donde emocionó profundamente, las ovaciones fueron
realmente clamorosas, recogiéndolas la
ilustre artista unas veces sola y otras en unión de sus colaboradores,
que también desfilaron individualmente.
Eugenio
Ferrandi, joven tenor de voz vigorosa y que no encuentra obstáculos para
remontarse a las regiones agudas, contribuyó a que los amores de Mimí y Rodolfo
adquirieran la simpática melancolía que los informa. La primera ovación de la
noche, unánime, fragorosa, inacabable, fue para él. Se la ganó con la <
gélida manina> donde hizo gala de sus extraordinarios arrestos vocales. Se
le exigía el <bis>; pero tuvo el buen gusto de no concederlo,
atendiéndose a las costumbres imperantes en los grandes teatros líricos.
Silvana
Zanolli, una< Musetta> que no pasó de discreta; el barítono Manuel
Ausensi, que ha sido siempre un <Marcello> de consistencia lírica y
escénica; también barítono Luis María Andreu, bonísimo Schaunard, y el bajo Ugo Novelli, entonado filosofo
Colline, completaron con Adello Zagunara y José Tarruella el reparto.
El
teatro abarrotado de público hasta en los pasillos. – el también barítono Luis María Andreu,
bonísimo Schaunard, y el bajo Ugo
Novelli, entonado filosofo Colline, completaron con Adello Zagunara y José
Tarruella el reparto.
El coro
no se portó también como en otras veces.
El
maestro Carlo F. Cillario dirigió expertamente la orquesta, aunque no siempre
consiguiera imprimir en la partitura el sentimentalismo que exige. Pintoresca la dirección escénica. U.F. ZANNI
FRANCESCO CILEA
ADRIANA LECOVREUR (Cilea) domingo tarde 9 febrero 1958, única función
Director Ángelo Questa, con Renata Tebaldi, Giacinto Prandelli,
Manuel Ausensi, Adriana Lazzarini y Ugo Novelli
Ahora nos toca
ya rematar la temporada con una <Adriana
Lecouvreur>. Sí, en esta ópera la Tebaldi debe de lucirse pues está concebida para su tesitura de voz. Os cuento: De
lógica, cada opera que veía era estreno
para mí, la mayoría de ellas apenas había oído hablar y por lo tanto eran
novedosas. Me refiero a <Adriana Lecouvreur>, una ópera verista, que por
lo que se ve, a mí me pareció muy bonita
y con la particularidad de que lo cantaba
Renata Tebaldi, (en aquellos años
era junto a Victoria de los Ángeles mis preferidas). Ya pasados los años, tengo
que reconocer que la Tebaldi hacia una gran creación de este personaje, su voz
se adapta perfectamente al rol que creó el maestro Cilea y le da una
voluptuosidad a su interpretación que pocas lo consiguen, hay que resaltar que
cuando la cantó en el Liceo contaba con 32 años. Normalmente por regla general
las grandes actuaciones de las grandes cantantes en esta ópera la han cantado casi al final de sus carreras,
y por ello hay que agradecer a Renata Tebaldi que a su edad se atreviera con este dificilísimo rol. Sobre la
actuación de Giacinto Prandelli en aquella noche, según mi “diario” lo ponía de
muy bueno y con un timbre de voz muy
claro y con una fuerza muy ajustada. Por los años yo os pudo decir que este
cantante su voz es de tenor spinto, con una gran expresividad, la justa, tenor
romántico por excelencia, poseyendo unos grandes recursos vocales y no abusando
de la fuerza como hacen muchos cantantes
de hoy en día.
Os voy a poner unos
fragmentos de Adriana Lecovreur (Cilea), con una grabación de 1958, por Renata
Tebaldi, aquí tenía 32 años. Y oiréis la voz majestuosa de Giacinto Prandelli.
RENATA TEBALDI
GIACINTO PRANDELLI
Os voy a proponer en Audio una versión de "Adriana Lecovreur" que se cantó en el teatro de Opera de San Francisco en Septiembre de 1977con la dirección de Gianandrea Gavazzeni con la participación del cantante catalán Jaime Aragall y con un elenco extraordinario, personajes e interpretes: Renata Scotto ( Adrian Lecovreur), Jaime Aragall (Maurizio), Elena Obraztsova (Princesa de Bullillon), Giuseppe Tadei (Michonnet).
CRÓNICA DE LA VANGUARDIA
CRONICA
DE LA VANGUARDIA DE ADRIANA LECOUVREUR CON RENATA TEBALDI
Domingo
tarde 9 de febrero de 1958
Con
la reposición de < Adriana Lecouvreur> de Cilea, teniendo como
protagonista nada menos que a Renata
Tebaldi, el domingo por la tarde se daba cita en el Liceo al repertorio
previsto para la actual temporada, previsión que se ha convertido en completa y
feliz realidad.
Aunque
su nombre no haya alcanzado la popularidad de otros compositores italianos, el
calabrés Francesco Cilea fue músico cuyo importante bagaje artístico y cuyas
intensas actividades le hacen acreedor a la estimación de todos los melómanos.
Desde su más tierna edad se mostró apasionado por la música, y a los nueve años
tenía escrito un <Nocturno> y una <Mazurca> que se impusieron a la
general atención. Luego muy ecléctico, su talento se manifestó en obras para
orquesta, en un <Trío para violín, violoncelo y piano> una <Sonata
para violoncelo y piano> y no poca piezas para piano solo. En el campo del
profesorado, sus méritos fueron verdaderamente sobresalientes, quedando magníficamente
expuestos en los cargos ocupados en los Conservatorios de Nápoles, Florencia y
Palermo. Como compositor dramático, además de <Ariana Lecouvreur> dejó
las óperas <Gina>, <Tilda>, la <Arlesiana> y <Gloria>.
<Adriana
Lecouvreur>, que hoy ha de ser objeto de nuestro comentario, fue estrenada
en el Lirico de Milán, en 1902, y al año siguiente, el día 7 de mayo se dio a
conocer en nuestro Liceo. Para el libro de <Adriana Lecouvreur>, Arturo
Colautti se basó en el homónimo drama francés de Scribe y Legouvé drama
inspirado en episodios de la vida de la gran comedianta y que tuvo por geniales
intérpretes a Elisa Rachel y Sara Bernhardt. Arturo Colautti modifico
notablemente la acción informadora del drama francés, dejándola reducida a la evolución
de la ardiente y apasionada vida de Adriana Lecouvreur en el periodo en que,
enamorada del conde Mauricio de Sajonia, le ofrece su fortuna para intentar la conquista del trono de Curlandia.
Pero estos amores tienen un final trágico; la princesa de Bouillon, rival de
Adriana, envía a la artista un ramo de flores envenenado, y el comediante
muere.
El
paso de los años ha dejado sus huellas sobre este drama, cuya música tampoco ha
podido substraerse al paso del tiempo. Sin embargo, la partitura de Cilea
conserva vivos los atractivos que le prestan la distinción de la escritura,
ajustada a una alada línea melódica, y la sinceridad del patetismo con que una
orquesta, rica de timbres, sigue las peripecias escénicas. Cilea dejó
establecidos en cada acto sus especiales puntos de mira. Así, centralizó en la romanza de la <umile ancella> y en
los ritmos de danza. Otra romanza, la de Mauricio, y el encuentro de los dos
rivales absorben la atención del músico en el acto segundo. El tercero es más
bien coreográfico de tono un poco superficial, pero no deja de vibrar en el
<raconto> de Mauricio y en las escenas postreras. El último acto es,
indudablemente, el más sentido, e identificado con el hondo dramatismo que
impera en la escena.
Como
hemos dicho, <Adriana Lecouvreur> tuvo anteayer por protagonista a Renata
Tebaldi, quien logró reproducir los frenéticos entusiasmos despertados con su
<Madama Butterfly> y su <Boheme>. El de Adriana es personaje que
exige conjuntamente una gran cantante y una gran actriz. Y en ambos aspectos
Renata Tebaldi venció y convenció de modo definitivo. Desde las primeras
escenas hasta el final, la de la muerte, la voz y el arte dramático de Renata
Tebaldi se aunaron, arrastrando a los espectadores a las más vivas
demostraciones admirativas en el curso de la representación y al término de los
actos.
Del
tenor Giacinto Prandelli, la valentía, la facilidad y el estilo conviene a los
generosos ímpetus del conde Mauricio de Sajonia, personaje que presento de modo
siempre plausible.
La
mezo-soprano Adriana Lazzarini fue una princesa de Bouillon esplendida de voz y
de arrogancia.
El
barítono Manuel Ausensi estuvo correctísimo en el papel de Michonnet, y Ugo
Novelli, Adelio Zagorana, Juan Rico, Diego Monjo, Marcela Latorre y María
Teresa Batle cooperaron al buen conjunto, lo mismo que el coro.
En el
<ballet> mitológico del tercer acto, que representaba o, por lo menos
pretendía representar <El juicio de Paris>, Jorge Ventura y Aurora Pons,
Antoñita Barrera, Manolita Orts, Araceli Torrens y otras solistas se hicieron
aplaudir ajustándose perfectamente a la coreografía de Juan Magriñá.
El
maestro Ángelo Questa, cuya reaparición fue vista en general complacencia,
obtuvo con su afectuosa e inteligente dirección un laudable rendimiento de la
orquesta, manteniéndola en íntimo contacto con las tablas, a la que fue
reiteradamente llamado.
El
teatro, casi no hay que decirlo estuvo lleno a rebosar. En un palco tomó
asiento, al lado de nuestra ilustre Mercedes Capsir, la viuda del compositor
Cilea, venido desde Italia para presencia la representación de la ópera de su
difunto esposo.- U.F. ZANN
Con esta
representación se acabó la temporada para nosotros. Mis amigos y yo habíamos
presenciado cuatro funciones de ópera que se nos ha quedado grabado en nuestras
retinas para toda nuestra vida. Muchas
veces hago el comentario con amigos aficionados en la actualidad y se quedan
pasmados. ¡¡Si, puedo presumir de ello!! Por todo este bagaje que llevo dentro
de mi cabeza y corazón, me permito muchas veces el hacer comentarios que a
algunos discrepan de mis pareceres, pero tener la completa seguridad que no
estoy influenciado por nada ni por
nadie, siempre tengo un criterio muy positivo y con una base real de lo que he
vivido.
Ahora como todos
los finales de temporadas a esperar a la siguiente y tener paciencia, sí mucha
paciencia….
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