Temporada 1953-1954 del Liceo
La primera función de la temporada
1953-54 fue el estreno en el
Liceo de la que seria un autentico ídolo de los amantes de la ópera
barceloneses: Renata Tebaldi , que aquel
año debutó en el Liceo con 31 años y protagonizó La Traviata y pocos
días después Tosca , dos representaciones
que significaron el inicio de una historia de amor entre la soprano italiana y
el público del Liceo.
Temporada variada con diversas representaciones de óperas modernas como por ejemplo Partita a pugnar de Vieri Tossatti , con un ring en escena y con puñetazos, que no gustó nada en su momento.
Temporada 1953-1954 del Liceo
|
||||||
Ópera
|
Compositor
|
Director musical
|
Director de escena
|
Papeles principales
|
Producción
|
Fechas
|
noviembre
|
||||||
noviembre
|
||||||
noviembre
|
||||||
enero
|
||||||
enero
|
||||||
9 al 17 de enero
|
ENTREVISTA
ENTREVISTA A
RENATA TEBALDI.- En el periódico de La Vanguardia 3 Noviembre 1953
RENATA TEBALDI
Renata Tebaldi está considerada la primera soprano lirica en la
actualidad. No ha actuado nunca en España; su carrera es de las más rápidas y
brillantes. Es joven, soltera y guapa. Su primer éxito lo obtuvo en 1945
interpretando Elena de Mefistófeles. Desde entonces recorre los principales
escenarios de ópera del mundo.
D.A. ¿Qué operas
prefiere?-
R.T<La Traviata>, < Adriana>, <Tosca>, <La
Boheme>; todo el repertorio. Pero lo que no me gusta no lo canto.
D.A. ¿Y qué es lo que no
le gusta?-
R.T. Lo verdaderamente
soprano dramática –
D.A. ¿No es dramática
usted?-
R.T. No-
D.A. Digo fuera de la
escena-.
R.T. Amo la vida simple,
la casa, todo lo que la vida tiene de artístico y bello. Vivo con mama.
D.A. ¿Hasta cuándo?-
R.T. Una incógnita; pero
puedo enamorarme en cualquier momento. Hasta ahora la situación de mi vida no
ha podido hacer compatible mi amor al arte y el amor a otra persona.
D.A. ¿El aplauso llena su
ambición?
R.T. Es conveniente y es
el premio al trabajo.
D.A. Si en un día
encuentra a él, y éste no aplaude ¿Qué preferiría?
R.T. En este dilema
escogería a él, si ese hombre me da las satisfacciones que me da el arte.
D.A. Usted parece una
mujer dominante; ¿se dejaría dominar por uno?
R.T. Cada mujer tiene su
punto débil.
D.A. Consagrada a la
ópera, ¿cómo vive?
R.T. Muy sacrificada, no
conozco diversiones; vida moderada y pendiente de mi responsabilidad
D.A. En su arte ¿a quien
admira?
R.T. A la Caniglia, Fedora Barbieri, Tagliavini, Gianni Poggi.
D.A. ¿Su primer contacto
con la música?
R.T. Desde que nací.
D.A. ¿Familia de músicos?
R.T. Mi padre, profesor de
violonchelo; mamá cantaba también; mi abuelo materno tocaba el piano, la música
la llevamos en la sangre; y le he dicho desde que nací, cuando en realidad fue
antes, porque mamá días antes de nacer ya oyó a Celestina Boninsegna
cantar <Aida > y fue tal la
emoción que sintió que suponen yo he tomado la voz de Boninsegna
D.A. ¿Cuál su nota máxima?
R.T. Del do al do-
D.A. ¿No da el sí?
R.T. El si musical, sí; el
sí natural, no.
D.A. Charada…
DEL
ARCO.
Al hacer mención Renata Tebaldi, a la
cantante Celestina Boninsegna me permito poneros un fragmento de dicha cantante.
El cuatro de Noviembre de 1953 se inauguraba
la temporada de ópera con la Traviata de
(Verdi), recuerdo según mi “diario “ que llegamos a la estación de Renfe de Barcelona a
su hora es decir a las 20 horas de de la tarde. De allí nos fuimos hacia el Liceo y cuando llagamos al
teatro ya nos estaba esperando el familiar de Enrriquito, un tal Jordi, que ya
tenía un sobre con todas las entradas. Alrededor del teatro había mucha gente y
por cierto todos iban de gala, sus trajes largos las mujeres y los caballeros
con su smoking, la verdad es que me impresionó. Lo que me desilusionó fue ver la fachada del teatro pues
lo que más resaltaba eran dos carteleras gigantes que anunciaban las
representaciones de la temporada, una, y la otra la función que se cantaba con
el nombre de la ópera y los cantantes. A mi nadie de mis compañeros me habían
dicho el aspecto que tenía el teatro y no sé por qué motivos yo me creía que
iba a ser como el teatro Principal de Alicante, con sus columnas, u otro tipo
de fachada o algo parecido. ¡No sé qué cara pondría! que Manolo Polo me lo noto
y me dijo esperate y ya verás cuando estemos dentro. Entramos por el lateral
del Teatro, había una puerta por cierto no muy grande y era la entrada al 5º piso.
Se me hizo interminable la dichosa escalera y al final pudimos llegar. Según
mis compañeros de viaje, me decían que generalmente el Jordi cogía siempre las
mismas entradas, eran numeradas y nos tocaba alguna vez en la parte izquierda y
otras en la derecha, casi siempre en la primera o segunda fila, por cierto
sentados se veía el escenario completamente. Por aquellos tiempos la realidad
es que yo no entendía de acústica, pero ahora os puede decir que la acústica del
Liceo es buenísima. Cuando mi vista se posó por primera vez en el teatro por dentro
y vi la boca del escenario, quedé impresionado. Me acuerdo que Enriquito decía
que yo estaba embobado y que yo decía que el Teatro Principal de Alicante
parecía una cajita de cerillas en comparación al teatro del Liceo. La realidad
es que da mucha impresión ver los cinco pisos, la boca del escenario tan grande
y lo primero que te viene a la cabeza es ¿cómo es posible que la voz de un
cantante llegue aquí arriba? ¡Pues sí! Ahí está el quid de la cuestión, se necesita
una buena voz, con potencia, aplomo y un temple para que no te tiemblen las
piernas. No os podéis imaginar que a mis 14 años estaba a punto de realizar un
sueño, primero ver una opera en el Liceo, segundo ver la representación de la
Traviata y tercero ver en vivo a mi
cantante preferida que era Renata Tebaldi, ¡¡sí he sido un “Tebaldista” durante
muchos años!! Ya por el tiempo ese fogueo e ímpetu por los cantantes se fue
apaciguando y la experiencia me ha hecho recapacitar y comprender muchas
aptitudes que antes no tenía con los
cantantes. Los años me han dado mucha
experiencia, un sosiego y tranquilidad que antes no tenía. Ahora veo, escucho,
analizo las versiones, comparo criticas
junto con las mías y por mí mismo decido mis criterios y al final hago un
balance, donde doy mi expresión en mi “critica personal”. ¡A propósito de
críticas!, os voy a contar una anécdota que me ocurrió en un vuelo desde
Barcelona a Madrid, (iba al sepelio de un amigo del Servicio militar, Damián
Balaguer Estremiana) fue en el año 1963 (tenía 24 años). Por casualidad en el
asiento que tenia a mi lado se sentó el crítico de ABC don Antonio Fernández
Cid. Como era natural nos pusimos a hablar y por supuesto de ópera, recuerdo
que fue una conversación muy amena. En un momento de la conversación el me
pregunto qué -¿qué me parecían los críticos? -Y yo con mi desparpajo le dije:
<el mejor critico soy yo mismo>, se me quedó mirando y a la vez yo le di
la siguiente explicación; -Don Antonio, si yo voy a ver una función de ópera,
estoy relajado, absorto en la interpretación y disfrutando de la ópera, se
acaba la función hay aplausos e incluso
algún bravo. Yo me voy a mi casa satisfecho y pensando lo que he disfrutado. A
los dos días, cuando sale en el periódico la crítica sobre la representación que yo he
visto y el crítico de dicho periódico dice en su crónica -<que la orquesta
fallo en tal pasaje que el tenor tal y
cual y la soprano tal y cual>-. Yo le espete a Don Antonio - “¡¡A mí que más
me da la critica personal de dicho periodista!!- “. -¡¡Lo que yo he gozado no
me lo quita nadie!!-. Don Antonio seme quedó mirando muy fijamente, me dio la
mano y me dijo -<¡¡si señor el mejor critico es uno mismo!!>-.
Giuseppe Verdi
LA TRAVIATA – Inauguración
temporada 4 noviembre 1953
Director orquesta Ángelo Cuesta,
con Renata Tebaldi, Francesco Albanese y Enzo Mascherano
Ya habíamos ocupado nuestros asientos, tenía a mi derecha a
Manolo Polo y a mi izquierda a Enriquito, estaba bien arropado, eran del grupo,
de los que más confianza tenía. Recuerdo que estaba nerviosísimo y deseaba que empezara
la función. Las luces se fueron apagando poco a poco, se hizo un silencio
sepulcral y apareció el director de orquesta recibiendo, unos prologados
aplausos, volvió el silencio y acometió la obertura de la Traviata.
Esto es más o menos lo que yo empecé a oír.
Fue mi primera ópera que veía en este grandísimo teatro del Liceo, según mi “diario”
(la música sonaba celestial y la interpretación de Renata Tebaldi fue
apoteósica, los aplauso y bravos no cesaban cada vez que terminaba de cantar su
aria. El tenor Francesco Albánese y el barítono Enzo Mascherano, me gustaron
mucho. El final de la función tuvo que salir Renata Tebaldi unas seis veces al
escenario sola, para recibir los aplausos del público.) Hasta aquí este relato
de mi “diario”. Como veréis muy escueto
y críticas ninguna. Ahora a través de los años yo si hago las observaciones
correspondientes. Renata Tebaldi cuando llegó a Barcelona, venia rebotada del
teatro Scala de Milán, pues estuvo cantando la Traviata y no le fueron bien las
cosas y fue sustituida por María Callas. Hay que reconocer que Renata Tebaldi el
rol de Violeta no le va muy bien, debido que su voz es de soprano lírica
rozando el espinto, los dos primeros actos requiere una tesitura más lirica
cosa que Renata Tebaldi no posee y sin embargo el último acto de la Traviata al
ser más dramático suele hacerlo mejor, todo esto hay que agradecérselo al
maestro Giuseppe Verdi pues él mismo reconoce que esta obra está escrita para
dos sopranos, una soprano lírica y la otra soprano dramática. La realidad es
que la Tebaldi no ha tenido en
repertorio por mucho tiempo la Traviata, solamente sus primeros años, y el ejemplo es que hay pocas grabaciones de
ella de dicha ópera. Os voy a poner un fragmento de la Traviata, que cantó en
el año 1957 y más o menos era lo que yo he
escuche aquella noche en el Liceo de Barcelona. También oiréis al tenor
Francesco Albanese que en aquellos años tenía mucho éxito, teniendo grabada una
Traviata con María Callas.
Francesco Albanese y Renata Tebaldi
Seguidamente os
voy a proponer, en AUDIO, una grabación del año 1953 de la < La Traviata>,
realizada en estudio, con la Orquesta Sinfónica de la RAI, siendo su director
Gabriele Santini, con los siguientes interpretes y personajes: María Callas (Violeta), Francesco Albanese (Alfredo Germont), Ugo Saverese (Gorgo Germont). Como comprobareis, es el mismo tenor que canto en el Liceo con la Renata
Tebaldi
AUDIO https://youtu.be/3EHjkKWj7U4
AUDIO https://youtu.be/3EHjkKWj7U4
Os voy a poner la crítica del periódico La
Vanguardia, de la función que vi por primera vez, en el Gran teatro del Liceo, y
poner atención a unos comentarios que hace alusión sobre la escena del tercer
acto, dando a entender que según el crítico debería de suprimirse. Y el otro
comentario, en el segundo acto refiriéndose al tenor después de cantar su
aria según el crítico debería de
suprimir la cabal eta y escena con el padre de Alfredo. A mi entender estos
comentarios no son los adecuados viniendo de un crítico. Vosotros mismos
juzgareis.
CRÓNICA DE LA VANGUARDIA
LA
TRAVIATA (Giuseppe Verdi) 4 de noviembre de 1953
Presidida
por el glorioso nombre de Verdi, quizá para significar que durante ella, la
ópera italiana será objeto de especial trato de favor, la temporada de invierno
quedó anoche abierta en nuestro Gran Teatro. Inauguración a la que no faltó la
tradicional brillantez, tanto artística como mundana: sala llena de un público selecto
y elegante y aplauso expresivo de unánime e intima complacencia.
Aunque
con algún retraso, se conmemoraba en esta velada inaugural el centenario de la
creación de <La Traviata> que forma con <Rigoletto> y <El
trovador>, el famoso tríptico de la época central verdiana.
<La
Traviata> fue estrenada el 6 de Marzo
de 1853, en el Teatro La Fenice de Venecia. Por cierto, y no hacemos más
que recordar datos históricos, que el estreno constituyo un fracaso rotundo.
Verdi se había enamorado del pasional drama <La dama de las camelias> y
expresó a su libretista de confianza, el buen Piave, el deseo de que
convirtiera la obra de Dumas hijo, en libreto de ópera. Gran escándalo entre
los amigos del compositor. ¿Qué se podía encontrar, para la inspiración, en un
drama donde se hablaba de cortesanas, deudas, amores cotizados y tisis? Verdi,
sin embargo, desoyó todas las observaciones que se le hacían, y durante los
ensayos y primeras representaciones de <El trovador>, en Roma, dejó lista
la partitura de <La Traviata>, cuyo bautismo en Venecia fue, según hemos
dicho, borrascoso y cuajado de incidentes. Ante todo, el publico sentía cierto
malestar por lo que consideraba <vulgaridad> del argumento; luego la extrañeza
producida por los trajes modernos de los artistas ; después la merma de
facultades del tenor y la displicencia con que, disgustado, cantaba el
barítono, y, por si faltaba algo, la protagonista, aunque feliz en el canto,
era tan rubicunda y rolliza, que, en el último acto, cuando el libro la condena
a morir consumida por las tuberculosis, los maliciosos espectadores venecianos
se entregaron a una gran hilaridad. Verdi escribía a su migo el escultor
Luccardi: <La Traviata ha fracasado. Fracaso definitivo ¿culpa mía o de los intérpretes?
El tiempo lo dirá> Y no tardó en decirlo, pues al cabo de un año
aproximadamente, la obra se puso de nuevo en escena en otro teatro de Venecia,
con diferentes cantantes, y entonces alcanzó un éxito que se extendió al mundo
entero y que aún hoy no se ha extinguido por completo.
Artística mente,
<La Traviata> resiste todavía el terrible mal que la mima y hasta en
cierto modo, logre disimular las canas y el peso de los años. Hoy como ayer,
melodías, bien escritas, si están bien expresadas, se escuchan con agrado.
Porque, en definitiva la vieja ópera verdiana no es más que una sucesión de
arias y dúos, ligados entre sí por recitativos y comentados por una orquesta,
fácil y pobre de recursos en no pocos
pasajes, pero viva y de línea definida. Verdi no era, ciertamente, un gran
sinfonista; pero poseía el sentido de la teatralidad y el don de la expresión
melódica natural y abundante.
La
Traviata fue anoche muy bien interpretada en el Liceo. Tuvo por protagonista a
Renata Tebaldi, una de las más cotizadas sopranos italianas de la actualidad.
Se la esperaba con una expectación que no quedó defraudada. Su Violeta, en
efecto, reunió los méritos de la actriz y la cantante Renata Tebaldi, trató el
personaje con gran nobleza de líneas, mostrándose identificada con su proceso
sentimental, y líricamente dio pruebas de poseer una voz extensa, timbrada,
plegable a todos los matices y sumisa a la verdad de la emoción.
El
brindis y el <rondó> del primer acto, el dúo con el barítono, del segundo
acto; las escenas del tercero, acto que, por grandilocuente e inútil debería
suprimirse, y el <Addio del passato bel sogni ridenti> confirmaron la
alta clase de la interprete y señalaron los momentos culminantes del éxito.
El
tenor Franco Albanese animó con sus estimables medios vocales la figura de Alfredo, siendo festejado de modo particular
después del aria del segundo acto,
pagina completamente marchita y que los esfuerzos de los modernos intérpretes para
reavivarla resultan ineficaces. En cuanto al barítono Enzo Mascherini, cantó
con sentida efusión lirica y con severidad dramática la no muy grata parte de Germont. Correctos
Teresa Batlle, Josefina Navarro, Salvatore De Tommaso, Guillermo Arroniz,
Antonio Cabanas y Jacinto Santamaría en los breves papeles secundarios. Al
cuadro de la fiesta en el Palacio de Flora, le prestó vistosidad el cuerpo de
baile, que, teniendo a, su frente a Aurora Pons y Juan Magriñá, ejecuto
perfectamente las danzas.
El
maestro Ángelo Cuesta ya imprescindible
en el Gran Teatro del Liceo dirigió la orquesta con no escasa eficacia, con
penetrante sentido artístico, dando realce lírico o dramático, según los casos,
a las melodías verdianas, así como vigor a
los ritmos y precisión a los acentos.
Seguro
el coro, preparado por el maestro Anglada, y cuidada e inteligente la dirección
escénica a cargo de Acili Cario Azzolini.
De
buen efecto los decorados, de E. Sormani de Milán.
Al
final de los actos, se multiplicaron los aplausos y llamadas a los principales
cantantes y al maestro Questa.
Los
palcos estuvieron adornados con ramos de flores.
U.F. ZANNI
GIACOMO PUCCINI
TOSCA (Puccini) 12 Noviembre 1953.Director Ángelo Cuesta, Renata Tebaldi, Gianni Poggi, Giuseppe
Taddei
Como era de esperar salí contentísimo y la
emoción me embargaba, habían sido tantas emociones en tan poco tiempo, el teatro Liceo, la Tebaldi, en fin un cumulo
de cosas que me costaba digerirlo. Ahora tocaba esperar unos días para ver <Tosca>
de (Puccini)
Para esta función ya fui más relajado,
estaba descansado y mis nervios más templados, comprender que era un muchacho
muy joven con mucha hambre de opera e inexperto, gracias a que iba bien arropado por este grupo de amigos
que no me dejaban ni a “sol ni a la sombra” todos estaban pendientes de mi, por
los años he comprendido lo bien que se portaron conmigo y desde aquí miro hacia
el cielo y les mando mi agradecimiento por lo mucho que aprendí de ellos y las
atenciones que tuvieron siempre conmigo.
Sobre la ópera <Tosca>, cantada por
Renata Tebaldi en el rol de Floria Tosca,
el tenor Gianni Poggi ( Mario Filippescchi cantó en otra noche) y el barítono
Giuseppe Taddei, en mi “ Diario “
comentaba que fue una noche apoteósica , salió redonda, me gustaron todos los
cantante y en especial la Renata Tebaldi, el público se volvió loco cuando
acabo de cantar su aria de “Vissi d ´arte”
fueron tantos los aplausos y
“bravos” que tuvo que repetir su aria, el tenor Gianni Poggi en el < A dios
a la vida> le ocurrió lo mismo también tuvo que bisar su fragmento, Giuseppe
Taddei estuvo colosal en el personaje de Scarpia, una noche fabulosa).
Al final de la función pasó como en <La
Traviata>, el público no dejaba de aplaudir y los bravos no cesaban. Os
tengo que decir que Renata Tebaldi fue muy querida por el público
del Liceo y se formaron unos grupos llamados “Tebaldistas.” Cuando Renata
Tebaldi, tenía 31 años, llego a Barcelona
para su debut, ya era una gran figura, se vinculó mucho con el teatro
del Liceo y con un público desbordado hacia ella, llegó a cantar durante
cinco temporadas. A partir de ese año
estuvo cantando muchas temporadas en el Metropololitan de New York donde
también supieron deleitarse de esta grandísima soprano lírica spinto. El éxito
de Renata Tebaldi fue tan inmenso que María Caniglia se enfado muchísimo,
estaba cantando el <Andrea Chernier> (Giordano) en el Liceo y dijo “que
el público del Liceo era muy desagradecido, llevaba unos cuantos años viniendo
y la primera vez que viene Renata Tebaldi le
aplauden a rabiar- ¡¡HA SI PUES ME VOY!!”-Y dejo plantado el <Andrea
Chenier>, canto las dos primeras funciones y la tercera se marcho, diciendo
que el público fue muy ingrato con ella, aplaudían más a la Tebaldi que a ella.
María Caniglia pensaba que los aplausos, gritos
y bravos deberían ser para ella---- ¡¡esto es lo que yo digo!! “una
prima donna” real y autentica. Os voy a poner un fragmento de <Andrea Chenier> que canto María Caniglia en esta temporada, en el
Liceo. En su época fue una grandísima soprano y a mí personalmente me ha
gustado mucho, también hay que comprender que María Caniglia ya estaba en su
época decadente, y Renata Tebaldi era cuando todos los grandes teatros la
reclamaban.
MARIA CANIGLIA
Bueno empecemos a
describir lo que yo viví aquella noche mágica
de <Tosca> por la insigne Renata Tebaldi. Ahora por el tiempo, me
doy cuenta de la grandeza de esta gran
soprano. He visto muchas <Toscas>, e incluso oído grabaciones
maravillosas y como la actuación de aquella noche no hay ninguna tan bien
cantada como la que yo presencie. En mi “diario” tengo escrito: <Noche
fantástica, la voz es increíble, tiene un sonido igual al disco que tengo de
ella, su voz es nítida clara y con una gran potencia>.
Mi “diario” ya veis que es muy escueto, lo
bueno es que este “diario” lo tengo como
recordatorio de lo que yo viví en este Liceo de Barcelona y tiene muchos
recuerdos y muchos nombres de cantantes que para mí sería difícil de recordar.
Sobre la voz de Renata Tebaldi en el rol de Floria Tosca para mi es una de las
mejores que cantan la <Tosca>.
(Os tengo que
confesar y sin ningún rubor, que tuve una perra, de raza “Samoyedo” que su nombre era
“Floria Tosca” (2000- 2010)
<Floria Tosca>, para llamarla tenía una
especie de silbido <Ley motiv>, era el estribillo del “adiós a la vida” cuando
oía el silbido venia rauda hacia mí. Hace tiempo la tengo puesta en el escritorio de mi
ordenador.
Perdonar esta pequeña intromisión, no he
podido remediarlo, y lo hago como un pequeño homenaje a este fiel amigo.
El maestro Toscanini hablando de Renata
Tebaldi, dijo de ella “Tiene una voz de ángel”. Por supuesto que han habido cantantes que han interpretado a la
Floria Tosca con un gran dramatismo vocal, Carmen Melis, (profesora de canto de
Renata Tebaldi), Magda Olivero, María Caniglia, Rosa Ponselle, Anita Cerquetti
y otras, yo personalmente de todo lo que
he visto y he oído vocalmente me quedo
con cuatro grandísimas cantantes: María Callas, Anita
Cerquetti y Renata Tebaldi. El aria del
< Vissi d´arte> contiene una teatralidad y un gran dramatismo vocal donde
la cantante: “le dice a Dios ¿Cómo puede ser que ella vive del arte, que es
creyente, le lleva flores a la Virgen, ha sido buena persona?, ¿cómo es posible
que Dios le haga pasar por los momentos sensuales de Scarpia y la tortura de su
estimado pintor Cavaradossi?” Para que podáis disfrutar y analizar sus voces os pongo el Vissi d´arte de
estas insignes cantantes.
Renata Tebaldi
Maria Callas
Anita Cerquetti
AUDIO -Tosca – Anita Cerquetti – “Vissi d´arte” 1956
Pasados los años y
al haber visto y oído a muchas interpretes de <Tosca> llego a la
conclusión, que estas cuatro cantantes
que os he puesto para mi modesto entender han sido las mejores que han abordado
dicho rol, esto no desmerecen otra voces,
mi opinión es personal y algunos aficionados no estarán de acuerdo conmigo y
esto es lo esencial y primordial que
cada uno interpreta a su manera lo que oye y por supuesto teniendo el respeto de
todas las opiniones.
Seguidamente os voy
a poner la ópera <Tosca>, en un
film, una grabación “Rara”, no se encuentra
en ninguna parte. No recuerdo por donde la he bajado, por internet seguro.
Está cantado por Franco Corelli, el barítono Carlo Tagliabue y atención, el rol
de Tosca figura el nombre de Renata Heredia. Este nombre no me dice nada, me he
metido por Internet y hay muy pocas grabaciones de dicha cantante. La grabación es excelente.
VIDEO -FILM –Tosca- 1955- “Raro” Orquesta y coro R. Televisión Italiana-dctor Antonino Votto- Franco Corelli- C. Tagliabue – Renata Heredia
VIDEO -FILM –Tosca- 1955- “Raro” Orquesta y coro R. Televisión Italiana-dctor Antonino Votto- Franco Corelli- C. Tagliabue – Renata Heredia
CRÓNICA DE LA VANGUARDIA
TOSCA (Puccini) 12 de noviembre 1953
Sin embargo, digan lo que
quieran los termómetros- entiéndase la crítica. <Tosca> con su
<Recóndita armonía>, su <Tedeum>, su <Vissi D´arte> y su
empalagoso < Adiós a la vida>,
ejerce una especial atracción y sigue llenando los teatros. Como llenó anoche
el Liceo, donde fue interpretada por un grupo de cantantes que dejó
archisatisfechos a los amantes de romanzas, dúos y demás alardes canoros. Como
los esperados momentos de la soprano en el primer acto y segundo, y del tenor
en el tercero, arrancaron clamorosas ovaciones, que obligaron a los intérpretes
respectivos á entregarse si cabe a la repetición.
Y hasta podríamos afirmar que
también satisfizo a quienes mantuvieron las exigencias dramáticas, pues la
soprano Renata Tebaldi, por ejemplo, segura y dúctil en el canto, ese canto
que ya tuvo magníficos esplendores en <La
Traviata> , prestó al personaje de Floria Tosca una admirable progresión en
matices escénicos. Ya hemos dicho que tuvo que cantar dos veces el <Vissi
d´arte>, sentidamente expresado.
A iguales elogios se hizo
acreedor Gianni Poggi, dotado de cálidas
notas de franco timbre varonil, lo que no escatimó ni en el <airoso> del primer acto ni en los dúos
con la protagonista, ni en el popular fragmento < E luchevan le stelle>
de “cuyo bis” queda constancia más arriba.
La voz de óptimo color
baritonal y la dicción de Giuseppe Taddei permitieron a este artista presentar
un Scarpia eficacísimo, tanto en el fraseo melodioso como en los declamados de
los momentos de dramatismo.
Excelentes los demás
intérpretes, mereciendo especial mención Carlo Badioli pintoresco <sacristán>,
Salvatore Demimaso, torvo <Spoletta> y Julio Catania muy estimable <Angelotti>.
El maestro Ángelo Cuesta
obtuvo de la obediente orquesta sonoridades y efectos delicadísimos.
Disciplinario el coro, y
acertada la dirección escénica, encargada a Acli Cario Aizolini.
En suma, una Tosca digna del
Liceo y merecedora de la calurosamente acogida que le dispensó el público que ocupaba todas las localidades del teatro.
U.F.ZANNI
GIUSEPPE VERDI
AIDA (Verdi) noviembre 1953
GIUSEPPE VERDI
AIDA (Verdi) noviembre 1953
Director Ángelo Questa, con Mario del Mónaco, Caterina Manccini,
Aldo Protti, Luis Corbella.
Vayamos sobre Aida, la última función que teníamos
programados de este mi primer viaje a Barcelona. Mis compañero ya me habían
dicho que en el debut de Mario del Mónaco, en el año 1946, con Aida, habían
oído comentar que cantando dicha ópera fue un fiasco por parte del tenor y a
los pocos días cantaba la Gioconda (Ponchielli) y resultó que también estuvo
desastroso, ¿los motivos?. Nadie me pudo explicar los motivos. Por el tiempo
estuve indagando y la conclusión que he sacado es que fue una mala noche en su presentación con Aida, y con La
Gioconda estuvo algo rebotado por la reacción del público, en aquella noche, y
aparte un pequeño catarro que llevaba arrastrando un tiempo, voy atando cabos y
creo que su actuación en la ópera Aida ya se encontraba algo resfriado y por
regla general los cantantes son muy profesionales y no les gusta cancelar
ninguna función. A la vez era la última temporada que dirigía el Teatro del
Liceo el señor Joan Mestres que bastante hizo en sacar adelante las temporadas
de ópera después de la guerra civil. Ya en 1957 se hicieron cargo del Teatro
Liceo los señores José Antonio Pamias y
el Señor Arques. En 1959 Ya se hizo cargo de la dirección del teatro el señor Pamias
hasta 1980. A mi particularmente me ha gustado su forma de llevar las
programaciones y a la vista está las grandes voces que trajo y con la penuria
que había en aquellos años.
Como en las dos
últimas funciones que asistí al Liceo, el teatro estaba a rebosar como
vulgarmente se dice “no cabe un alfiler”, en aquellos tiempos yo nunca llegué a
pensar ¿cómo teníamos casi siempre las mismas butacas y sin ningún problema? Ya
por el tiempo me enteré que el tal Jordi, familiar de Enriquito era el que se encargaba de facilitarnos las entradas.
Había un tal “Pepe” que trabajaba en las
oficinas del Gran Teatro del Liceo y precisamente
el “Pepe” era el encargado de preparar y
confeccionar los abonos, eran normalmente cuatro turnos, el turno A pertenecía
al Martes, el B al Jueves, el C al sábado y el D al domingo tarde, y de
las entradas de toda la temporada del Liceo y por los años que estuve en
Barcelona con el tal Jordi tuve una fructífera y larguísima amistad. Cuando
estaba ya en Barcelona era Pepe, el que
me facilitaba las entradas sin ningún problema, a cambio, tenía en vez en
cuando algún “detalle” que para mí era insignificante (no era dinero) pero para
él y su familia siempre quedaban muy agradecidos. Para que no quedéis
pensativos os lo voy a contar, yo trabajaba en Lloret y Linares S.L. esta
empresa era de Alicante donde mi tío Paco era socio de dicha empresa. Hacia el año 1960,
Lloret y Llinares, se estableció en
Barcelona y cuando terminé el Servicio Militar, me mandaron a Barcelona, ya os
podréis imaginar la alegría que me dio cuando me dijeron de ir a trabajar a la Ciudad Condal. Estábamos en La lonja de
Pescado que estaba sita en la calle Wellington, al lado de la Estación de Francia
y muy cerca del Parque Zoológico. Para concretar, mis regalos consistían en un
buen rancho de pescado donde había un gran surtido de Cigalas, gambas,
calamares, salmonetes, pescadillas en fin un buen “apaño”, así de esa manera nunca tuve problemas de
entradas, como se dice <amigos hasta en el infierno> Ha habido
representaciones que era muy difícil de encontrar entradas y a veces he tenido
algún compromiso y el amigo Jordi, en contacto con Pepe, me lo solucionaba.
A la función de
Aida fuimos muy expectantes, mis amigos me decían que el publico de Barcelona
estaba algo raro, estas observaciones para mi pasaban desapercibidas pues era
un novato y yo estaba más pendiente de que se apagaran las luces del teatro. En
esos años ya tenía un disco de Mario del
Mónaco, con cuatro fragmentos de operas: <La fanciulla del West>, el Celeste Aida, Recóndita armonía de <Tosca>
he <I Pagliacci>, tenía el sonido de su voz metida en mi cabeza y estaba
deseando oír por primera vez su Celesta Aida. En mi “Diario” comentaba que su
voz era potente y llenaba el teatro, tenía el mismo sonido que en el disco. En
mi “diario “decía que fue una noche de ensueño, (para mí lo fue) y una pequeña
parte de aficionados del último piso se oyeron algunas protestas, pero el público
en general reacciono muy bien y no hubo ninguna mención sobré la actuación de aquella
noche. Por el tiempo se que hubo comentarios de criticas un poco desfavorables.
Mi opinión sobre
Mario del Mónaco, es que al oírlo en el teatro su voz entra por todas partes y
pose una potencia “descomunal”. Los fragmentos que os voy a poner es más o menos es lo que yo
escuche esa noche inolvidable.
-AUDIO - Aida (Mejico) Mario del Monaco – “Celeste Aida” 1951
AUDIO -AIDA – Aldo Protti – “Ciel mío
Padre” 1952
AUDIO............ AIDA.....................
Nos falta por escuchar en
el rol de Radames al gran barítono Aldo Protti, un cantante de gran bravura y con
una voz atronadora, está acompañado de Renata Tebaldi.
Seguidamente os voy
a poner una grabación realizada en 1974 de estudio en audio de <Aida> con dirección de Riccardo Muti con la orquesta New Philharmonica y coro Royal Opera House Coven Garden, con un elenco excepcional siendo los interpretes y personajes: Montserrat Caballe (Aida), Placido Domingo (Radamés), Piero Capuccilli (Amonarso), Nicola Ghiaurov(Ramfis) .
AUDIO............ AIDA.....................
CRÓNICA DE LA VANGUARDIA
CRÓNICA DE LA VANGUARDIA DE LA
OPERA AIDA (Verdi)
Noviembre 1953
Aida reapareció anoche en el
Liceo con un particular incentivo. Radames era Mario del Mónaco, tenor que años
atrás tuvo una actuación poco afortunada y que ahora, triunfador en todos los
grandes teatros, volvía según se afirmaba dispuesto conseguir un completo
desquite.
Si así era ¿lo consiguió
absolutamente? Desde luego, demostró ser
hoy un cantante de arte nada vulgar y de
no pocos arrestos, aunque algo precipitado en los tiempos; pero tenía
que luchar contra el tal vez excesivo reclamo y la notable subida del precio de
las localidades, y la victoria no podía ser llana. Sin embargo, en los pasajes
culminantes de la obra, ya dramáticos, ya de línea suave, y al final de los
cuadros fue aplaudidísimo si bien la fidelidad informativa nos obliga a
consignar que en algunos instantes hubo discrepancias en alturas.
Para festejar a la soprano
Caterina Mancini, no las hubo. Fue una protagonista de voz vibradora y empleaba con maestría no solo
allí donde no requiere concesiones sino también en los momentos que la exige,
como por ejemplo, en la romanza del tercer acto “¡O cieli azurri ¡”.
Una majestuosa Amneris
presentó la mezzosoprano Ebe Stignani, segura en las notas, especialmente en
las graves, y precisa asimismo en la exteriorización de los varios estados de
ánimo de la hija del Rey.
Muy bien en el papel de
Amonarso, el barítono Aldo Protti, que
no forzó los rasgos del personaje y
cantó y declamó con gusto.
Los bajos Luis Corbella y
Oscar Pol interpretaron con evidente eficacia los respectivos papeles de Rey y
Ramfis, y Pedro Clavería no pasó inadvertido en su intervención como mensajero.
El coro, aleccionado por el
maestro Anglada, nada dejo que desear.
Vibrante y firme la dirección
orquestal del maestro Ángelo Cuesta, quien se mostró identificado con el
espíritu de la música verdiana
La parte espectacular, muy
vistosa, fue inteligentemente cuidada por Acli Cario Azzoli. Salieron a escena
unos camellos, que, destinados a participar en el desfile triunfal del actos
segundo, hubieron de contentarse con un pacifico paseo por las orillas del
Nilo.
Merecedores de elogio Aurora
Pons, Juan Magriñá y demás interpretes de las danzas de un discutible
<faraonismo>.
Discutible también la
propiedad ambiental de los decorados de E. Sormani, de Milán, aunque algunos de
ellos causara excelente efecto.
Como hemos dicho se
registraron en el transcurso de la velada demostraciones de caluroso agrado.
UF.ZANNI.
Aquí pongo fin a mi
primer viaje a Barcelona, fueron unas sensaciones que se me han quedado
grabadas en mi memoria. Esto fue el principio de mi enamoramiento con la ópera
y con el Gran Teatro del Liceo. Os he relatado lo que vieron mis ojos en
aquellas tres noches inolvidables.
El viaje de vuelta
fue como era de esperar pesado y con mucha nostalgia, ya tenía el pensamiento
puesto en Barcelona. Ahora tenía que esperar al mes de septiembre para ver la
programación de la temporada 1954-1955.
Mi alimentación
musical durante todo este tiempo hasta que llegara el mes de Noviembre, era el
teatro Calderón, donde en vez en cuando representaban alguna zarzuela y
algún que otro concierto, recuerdo que
en el mes de Abril representaron el Dúo de la Africana del Maestro Fernández
Caballero, estando representada por el Orfeon de Alicante y siendo su maestro
concertador mi buen amigo el maestro Garberi. Y en el mes de octubre Los
Gavilanes. También me alimentaba de los conciertos de la Banda Municipal,
y ¡¡cómo no!! de los “conciertos” en la
barbería de mi amigo Manolo Polo. Sin darnos cuenta la mayoría de la gente que
entraba en la barbería para areglarse el pelo o afeitarse, hacia tertulia y
siempre había clientes entendidos en la “materia”, dando sus opiniones sobre
Riccardo Stracciari, Caruso o Tita Ruffo. Como veréis mi alimentación musical en
aquellos años era muy exigua, no había revistas especializadas y si me enteraba
de algún concierto u ópera a nivel nacional era por los periódicos que Manolo,
el barbero, recibía todos los días, La Vanguardia, el ABC de Madrid y el
periódico Información. Gracias a mi trabajo, que me tenía absorbido todas las
mañana y a las tertulias de la barbería y el Teatro Calderón, se me pasaba
rápido los días. Cuando acababa el mes de agosto ya se me hacía muy pesado pues
cada tres por cuatro le decía a mi amigo Enriquito que llamara a Jordi, su
amigo de Barcelona, para que nos contara si tenía alguna información y como era
de esperar el pobre Jordi no sabía nada. Al fin, a principio del mes de
Octubre nuestro enlace en Barcelona ya tenía algunas noticias, sabíamos que
Renata Tebaldi iba a cantar, y nada más. La realidad es que el empresario señor
Pamias lo tenía todo muy en secreto, ya cuando me afinque en Barcelona, ocurría
lo mismo, no sabíamos nada hasta un mes
antes de la inauguración. El Jordi ya tenía orden de que todo lo que cantara
Renata Tebaldi teníamos que verlo. Me hacía mucha ilusión el pensar que iba a
volver ver a mi cantante favorita.
La verdad es que tiene buen gusto el escritor. Tebaldi poseyò la voz màs bella del Siglo XX y una de las màs bellas de todos los tiempos. En lo referente a la comparaciòn que hace del Vissi d´Arte, se comprueba que la voz de Tebaldi, la dicciòn, la belleza del timbre, los legatos, es superior a la voz de Callas que suena un tanto àrida y cascadas en la zonas agudas y no logra la belleza vocal de Tebaldi. El público de El Liceo tuvo el privilegio de esas las grandes interpretaciones de esa voz de Tebaldi que trasmite amor.
ResponderEliminar