martes, 26 de septiembre de 2017

TEMPORADA ÓPERA 1953-1954

                                                       GRAN TEATRO DEL LICEO

                            Temporada 1953-1954 del Liceo

La primera función de la temporada 1953-54 fue el estreno en el Liceo de la que seria un autentico ídolo de los amantes de la ópera barceloneses: Renata Tebaldi , que aquel año debutó en el Liceo con 31 años y protagonizó La Traviata y pocos días después Tosca , dos representaciones que significaron el inicio de una historia de amor entre la soprano italiana y el público del Liceo. 

Temporada variada con diversas representaciones de óperas modernas como por ejemplo Partita a pugnar de Vieri Tossatti , con un ring en escena y con puñetazos, que no gustó nada en su momento.


Temporada 1953-1954 del Liceo
Ópera
Compositor
Director musical
Director de escena
Papeles principales
Producción
Fechas
noviembre
noviembre
noviembre
enero
enero
9 al 17 de enero


ENTREVISTA

ENTREVISTA  A  RENATA TEBALDI.-  En el periódico de La Vanguardia 3 Noviembre 1953
                                           RENATA TEBALDI

Renata Tebaldi está considerada la primera soprano lirica en la actualidad. No ha actuado nunca en España; su carrera es de las más rápidas y brillantes. Es joven, soltera y guapa. Su primer éxito lo obtuvo en 1945 interpretando Elena de Mefistófeles. Desde entonces recorre los principales escenarios de ópera del mundo.
D.A.  ¿Qué operas prefiere?-
R.T<La Traviata>, < Adriana>, <Tosca>, <La Boheme>; todo el repertorio. Pero lo que no me gusta no lo canto.
D.A.  ¿Y qué es lo que no le gusta?-
R.T.  Lo verdaderamente soprano dramática –
D.A.  ¿No es dramática usted?-
R.T.  No-
D.A.  Digo fuera de la escena-.
R.T.  Amo la vida simple, la casa, todo lo que la vida tiene de artístico y bello. Vivo con mama.
D.A.  ¿Hasta cuándo?-
R.T.  Una incógnita; pero puedo enamorarme en cualquier momento. Hasta ahora la situación de mi vida no ha podido hacer compatible mi amor al arte y el amor a otra persona.
D.A.  ¿El aplauso llena su ambición?
R.T.  Es conveniente y es el premio al trabajo.
D.A.  Si en un día encuentra a él, y éste no aplaude ¿Qué preferiría?
R.T.  En este dilema escogería a él, si ese hombre me da las satisfacciones que me da el arte.
D.A.  Usted parece una mujer dominante; ¿se dejaría dominar por uno?
R.T.  Cada mujer tiene su punto débil.
D.A.  Consagrada a la ópera, ¿cómo vive?
R.T.  Muy sacrificada, no conozco diversiones; vida moderada y pendiente de mi responsabilidad
D.A.  En su arte ¿a quien admira?
R.T. A la Caniglia, Fedora Barbieri, Tagliavini, Gianni  Poggi.
D.A.  ¿Su primer contacto con la música?
R.T.  Desde que nací.
D.A.  ¿Familia de músicos?
R.T.  Mi padre, profesor de violonchelo; mamá cantaba también; mi abuelo materno tocaba el piano, la música la llevamos en la sangre; y le he dicho desde que nací, cuando en realidad fue antes, porque mamá días antes de nacer ya oyó a Celestina Boninsegna cantar  <Aida > y fue tal la emoción que sintió que suponen yo he tomado la voz de Boninsegna
D.A.  ¿Cuál su nota máxima?
R.T.  Del do al do-
D.A.  ¿No da el sí?
R.T.  El si musical, sí; el sí natural,  no.
D.A.  Charada…
DEL ARCO.

Al hacer mención Renata Tebaldi, a la cantante Celestina Boninsegna me permito poneros un fragmento de dicha cantante.

                                             Celestina Bonisegna
                                          




El cuatro de Noviembre de 1953 se inauguraba la temporada  de ópera con la Traviata de (Verdi), recuerdo según mi “diario “ que  llegamos a la estación de Renfe de Barcelona a su hora es decir a las 20 horas  de  de la tarde. De allí nos  fuimos hacia el Liceo y cuando llagamos al teatro ya nos estaba esperando el familiar de Enrriquito, un tal Jordi, que ya tenía un sobre con todas las entradas. Alrededor del teatro había mucha gente y por cierto todos iban de gala, sus trajes largos las mujeres y los caballeros con su smoking, la verdad es que me impresionó. Lo que me  desilusionó fue ver la fachada del teatro pues lo que más resaltaba eran dos carteleras gigantes que anunciaban las representaciones de la temporada, una, y la otra la función que se cantaba con el nombre de la ópera y los cantantes. A mi nadie de mis compañeros me habían dicho el aspecto que tenía el teatro y no sé por qué motivos yo me creía que iba a ser como el teatro Principal de Alicante, con sus columnas, u otro tipo de fachada o algo parecido. ¡No sé qué cara pondría! que Manolo Polo me lo noto y me dijo esperate y ya verás cuando estemos dentro. Entramos por el lateral del Teatro, había una puerta por cierto no muy grande y era la entrada al 5º piso. Se me hizo interminable la dichosa escalera y al final pudimos llegar. Según mis compañeros de viaje, me decían que generalmente el Jordi cogía siempre las mismas entradas, eran numeradas y nos tocaba alguna vez en la parte izquierda y otras en la derecha, casi siempre en la primera o segunda fila, por cierto sentados se veía el escenario completamente. Por aquellos tiempos la realidad es que yo no entendía de acústica, pero ahora os puede decir que la acústica del Liceo es buenísima. Cuando mi vista se posó por primera vez en el teatro por dentro y vi la boca del escenario, quedé impresionado. Me acuerdo que Enriquito decía que yo estaba embobado y que yo decía que el Teatro Principal de Alicante parecía una cajita de cerillas en comparación al teatro del Liceo. La realidad es que da mucha impresión ver los cinco pisos, la boca del escenario tan grande y lo primero que te viene a la cabeza es ¿cómo es posible que la voz de un cantante llegue aquí arriba?  ¡Pues sí!  Ahí está el quid de la cuestión, se necesita una buena voz, con potencia, aplomo y un temple para que no te tiemblen las piernas. No os podéis imaginar que a mis 14 años estaba a punto de realizar un sueño, primero ver una opera en el Liceo, segundo ver la representación de la Traviata y tercero ver en vivo a  mi cantante preferida que era Renata Tebaldi, ¡¡sí he sido un “Tebaldista” durante muchos años!! Ya por el tiempo ese fogueo e ímpetu por los cantantes se fue apaciguando y la experiencia me ha hecho recapacitar y comprender muchas aptitudes que antes no  tenía con los cantantes. Los años me  han dado mucha experiencia, un sosiego y tranquilidad que antes no tenía. Ahora veo, escucho, analizo las  versiones, comparo criticas junto con las mías y por mí mismo decido mis criterios y al final hago un balance, donde doy mi expresión en mi “critica personal”. ¡A propósito de críticas!, os voy a contar una anécdota que me ocurrió en un vuelo desde Barcelona a Madrid, (iba al sepelio de un amigo del Servicio militar, Damián Balaguer Estremiana) fue en el año 1963 (tenía 24 años). Por casualidad en el asiento que tenia a mi lado se sentó el crítico de ABC don Antonio Fernández Cid. Como era natural nos pusimos a hablar y por supuesto de ópera, recuerdo que fue una conversación muy amena. En un momento de la conversación el me pregunto qué -¿qué me parecían los críticos? -Y yo con mi desparpajo le dije: <el mejor critico soy yo mismo>, se me quedó mirando y a la vez yo le di la siguiente explicación; -Don Antonio, si yo voy a ver una función de ópera, estoy relajado, absorto en la interpretación y disfrutando de la ópera, se acaba la función hay aplausos  e incluso algún bravo. Yo me voy a mi casa satisfecho y pensando lo que he disfrutado. A los dos días, cuando sale en el periódico  la crítica sobre la representación que yo he visto y el crítico de dicho periódico dice en su crónica -<que la orquesta fallo en tal pasaje que el tenor  tal y cual y la soprano tal y cual>-. Yo le espete a Don Antonio - “¡¡A mí que más me da la critica personal de dicho periodista!!- “. -¡¡Lo que yo he gozado no me lo quita nadie!!-. Don Antonio seme quedó mirando muy fijamente, me dio la mano y me dijo -<¡¡si señor el mejor critico es uno mismo!!>-.
                                                Giuseppe Verdi


LA TRAVIATA – Inauguración temporada 4 noviembre 1953
Director orquesta Ángelo Cuesta, con Renata Tebaldi, Francesco Albanese y Enzo Mascherano
Ya habíamos ocupado  nuestros asientos, tenía a mi derecha a Manolo Polo y a mi izquierda a Enriquito, estaba bien arropado, eran del grupo, de los que más confianza tenía. Recuerdo  que estaba nerviosísimo y deseaba que empezara la función. Las luces se fueron apagando poco a poco, se hizo un silencio sepulcral y apareció el director de orquesta recibiendo, unos prologados aplausos, volvió el silencio y acometió la obertura de la Traviata.


Esto es más o menos lo que yo empecé a oír. Fue mi primera ópera que veía en este grandísimo teatro del Liceo, según mi “diario” (la música sonaba celestial y la interpretación de Renata Tebaldi fue apoteósica, los aplauso y bravos no cesaban cada vez que terminaba de cantar su aria. El tenor Francesco Albánese y el barítono Enzo Mascherano, me gustaron mucho. El final de la función tuvo que salir Renata Tebaldi unas seis veces al escenario sola, para recibir los aplausos del público.) Hasta aquí este relato de mi “diario”. Como veréis  muy escueto y críticas ninguna. Ahora a través de los años yo si hago las observaciones correspondientes. Renata Tebaldi cuando llegó a Barcelona, venia rebotada del teatro Scala de Milán, pues estuvo cantando la Traviata y no le fueron bien las cosas y fue sustituida por María Callas. Hay que reconocer que Renata Tebaldi el rol de Violeta no le va muy bien, debido que su voz es de soprano lírica rozando el espinto, los dos primeros actos requiere una tesitura más lirica cosa que Renata Tebaldi no posee y sin embargo el último acto de la Traviata al ser más dramático suele hacerlo mejor, todo esto hay que agradecérselo al maestro Giuseppe Verdi pues él mismo reconoce que esta obra está escrita para dos sopranos, una soprano lírica y la otra soprano dramática. La realidad es que la Tebaldi  no ha tenido en repertorio por mucho tiempo la Traviata, solamente  sus primeros años,  y el ejemplo es que hay pocas grabaciones de ella de dicha ópera. Os voy a poner un fragmento de la Traviata, que cantó en el  año 1957 y más o menos era lo que yo he escuche aquella noche en el Liceo de Barcelona. También oiréis al tenor Francesco Albanese que en aquellos años tenía mucho éxito, teniendo grabada una Traviata  con María Callas.



          



         Francesco Albanese y Renata Tebaldi




                                          

Seguidamente os voy  a proponer, en AUDIO,  una grabación del año 1953 de la < La Traviata>, realizada en estudio, con la Orquesta Sinfónica de la RAI, siendo su director Gabriele Santini, con los siguientes interpretes y personajes: María Callas (Violeta), Francesco Albanese (Alfredo Germont), Ugo Saverese (Gorgo Germont). Como comprobareis, es el mismo tenor que canto en el Liceo con la Renata Tebaldi

                     AUDIO           https://youtu.be/3EHjkKWj7U4


 Os voy a poner la crítica del periódico La Vanguardia, de la función que vi por primera vez, en el Gran teatro del Liceo, y poner atención a unos comentarios que hace alusión sobre la escena del tercer acto, dando a entender que según el crítico debería de suprimirse. Y el otro comentario, en el segundo acto refiriéndose al tenor después de cantar su aria  según el crítico debería de suprimir la cabal eta y escena con el padre de Alfredo. A mi entender estos comentarios no son los adecuados viniendo de un crítico. Vosotros mismos juzgareis.

CRÓNICA DE LA VANGUARDIA

LA TRAVIATA (Giuseppe Verdi) 4 de noviembre de 1953
Presidida por el glorioso nombre de Verdi, quizá para significar que durante ella, la ópera italiana será objeto de especial trato de favor, la temporada de invierno quedó anoche abierta en nuestro Gran Teatro. Inauguración a la que no faltó la tradicional brillantez, tanto artística como mundana: sala llena de un público selecto y elegante y aplauso expresivo de unánime e intima complacencia.
Aunque con algún retraso, se conmemoraba en esta velada inaugural el centenario de la creación de <La Traviata> que forma con <Rigoletto> y <El trovador>, el famoso tríptico de la época central verdiana.
<La Traviata> fue estrenada el 6 de Marzo  de 1853, en el Teatro La Fenice de Venecia. Por cierto, y no hacemos más que recordar datos históricos, que el estreno constituyo un fracaso rotundo. Verdi se había enamorado del pasional drama <La dama de las camelias> y expresó a su libretista de confianza, el buen Piave, el deseo de que convirtiera la obra de Dumas hijo, en libreto de ópera. Gran escándalo entre los amigos del compositor. ¿Qué se podía encontrar, para la inspiración, en un drama donde se hablaba de cortesanas, deudas, amores cotizados y tisis? Verdi, sin embargo, desoyó todas las observaciones que se le hacían, y durante los ensayos y primeras representaciones de <El trovador>, en Roma, dejó lista la partitura de <La Traviata>, cuyo bautismo en Venecia fue, según hemos dicho, borrascoso y cuajado de incidentes. Ante todo, el publico sentía cierto malestar por lo que consideraba <vulgaridad> del argumento; luego la extrañeza producida por los trajes modernos de los artistas ; después la merma de facultades del tenor y la displicencia con que, disgustado, cantaba el barítono, y, por si faltaba algo, la protagonista, aunque feliz en el canto, era tan rubicunda y rolliza, que, en el último acto, cuando el libro la condena a morir consumida por las tuberculosis, los maliciosos espectadores venecianos se entregaron a una gran hilaridad. Verdi escribía a su migo el escultor Luccardi: <La Traviata ha fracasado. Fracaso definitivo ¿culpa mía o de los intérpretes? El tiempo lo dirá> Y no tardó en decirlo, pues al cabo de un año aproximadamente, la obra se puso de nuevo en escena en otro teatro de Venecia, con diferentes cantantes, y entonces alcanzó un éxito que se extendió al mundo entero y que aún hoy no se ha extinguido por completo.
Artística mente, <La Traviata> resiste todavía el terrible mal que la mima y hasta en cierto modo, logre disimular las canas y el peso de los años. Hoy como ayer, melodías, bien escritas, si están bien expresadas, se escuchan con agrado. Porque, en definitiva la vieja ópera verdiana no es más que una sucesión de arias y dúos, ligados entre sí por recitativos y comentados por una orquesta, fácil  y pobre de recursos en no pocos pasajes, pero viva y de línea definida. Verdi no era, ciertamente, un gran sinfonista; pero poseía el sentido de la teatralidad y el don de la expresión melódica natural y abundante.
La Traviata fue anoche muy bien interpretada en el Liceo. Tuvo por protagonista a Renata Tebaldi, una de las más cotizadas sopranos italianas de la actualidad. Se la esperaba con una expectación que no quedó defraudada. Su Violeta, en efecto, reunió los méritos de la actriz y la cantante Renata Tebaldi, trató el personaje con gran nobleza de líneas, mostrándose identificada con su proceso sentimental, y líricamente dio pruebas de poseer una voz extensa, timbrada, plegable a todos los matices y sumisa a la verdad de la emoción.
El brindis y el <rondó> del primer acto, el dúo con el barítono, del segundo acto; las escenas del tercero, acto que, por grandilocuente e inútil debería suprimirse, y el <Addio del passato bel sogni ridenti> confirmaron la alta clase de la interprete y señalaron los momentos culminantes del éxito.
El tenor Franco Albanese animó con sus estimables medios vocales la figura de  Alfredo, siendo festejado de modo particular después del aria  del segundo acto, pagina completamente marchita y que los esfuerzos de los modernos intérpretes para reavivarla resultan ineficaces. En cuanto al barítono Enzo Mascherini, cantó con sentida efusión lirica y con severidad dramática  la no muy grata parte de Germont. Correctos Teresa Batlle, Josefina Navarro, Salvatore De Tommaso, Guillermo Arroniz, Antonio Cabanas y Jacinto Santamaría en los breves papeles secundarios. Al cuadro de la fiesta en el Palacio de Flora, le prestó vistosidad el cuerpo de baile, que, teniendo a, su frente a Aurora Pons y Juan Magriñá, ejecuto perfectamente las danzas.
El maestro Ángelo  Cuesta ya imprescindible en el Gran Teatro del Liceo dirigió la orquesta con no escasa eficacia, con penetrante sentido artístico, dando realce lírico o dramático, según los casos, a las melodías verdianas, así como vigor a   los ritmos y precisión a los acentos.
Seguro el coro, preparado por el maestro Anglada, y cuidada e inteligente la dirección escénica a cargo de Acili Cario Azzolini.
De buen efecto los decorados, de E. Sormani de Milán.
Al final de los actos, se multiplicaron los aplausos y llamadas a los principales cantantes y al maestro Questa.
Los palcos estuvieron adornados con ramos de flores.
U.F. ZANNI

                                                  GIACOMO PUCCINI

TOSCA (Puccini) 12 Noviembre 1953.Director Ángelo Cuesta, Renata Tebaldi, Gianni Poggi, Giuseppe Taddei

Como era de esperar salí contentísimo y la emoción me embargaba, habían sido tantas emociones en tan poco tiempo,  el teatro Liceo, la Tebaldi, en fin un cumulo de cosas que me costaba digerirlo. Ahora tocaba esperar unos días para ver <Tosca> de (Puccini)
Para esta función ya fui más relajado, estaba descansado y mis nervios más templados, comprender que era un muchacho muy joven con mucha hambre de opera e inexperto, gracias a  que iba bien arropado por este grupo de amigos que no me dejaban ni a “sol ni a la sombra” todos estaban pendientes de mi, por los años he comprendido lo bien que se portaron conmigo y desde aquí miro hacia el cielo y les mando mi agradecimiento por lo mucho que aprendí de ellos y las atenciones que tuvieron siempre conmigo.
Sobre la ópera <Tosca>, cantada por Renata Tebaldi en el rol de  Floria Tosca, el tenor Gianni Poggi ( Mario Filippescchi cantó en otra noche) y el barítono Giuseppe Taddei, en mi  “ Diario “ comentaba que fue una noche apoteósica , salió redonda, me gustaron todos los cantante y en especial la Renata Tebaldi, el público se volvió loco cuando acabo de cantar su aria de “Vissi d ´arte”  fueron tantos los  aplausos y “bravos” que tuvo que repetir su aria, el tenor Gianni Poggi en el < A dios a la vida> le ocurrió lo mismo también tuvo que bisar su fragmento, Giuseppe Taddei estuvo colosal en el personaje de Scarpia, una noche fabulosa).
Al final de la función pasó como en <La Traviata>, el público no dejaba de aplaudir y los bravos no cesaban. Os tengo que  decir que  Renata Tebaldi fue muy querida por el público del Liceo y se formaron unos grupos llamados “Tebaldistas.” Cuando Renata Tebaldi, tenía 31 años, llego a Barcelona  para su debut, ya era una gran figura, se vinculó mucho con el teatro del Liceo y con un público desbordado hacia ella, llegó a cantar durante cinco  temporadas. A partir de ese año estuvo cantando muchas temporadas en el Metropololitan de New York donde también supieron deleitarse de esta grandísima soprano lírica spinto. El éxito de Renata Tebaldi fue tan inmenso que María Caniglia se enfado muchísimo, estaba cantando el <Andrea Chernier> (Giordano) en el Liceo y dijo “que el público del Liceo era muy desagradecido, llevaba unos cuantos años viniendo y la primera vez que viene Renata Tebaldi le  aplauden a rabiar- ¡¡HA SI PUES ME VOY!!”-Y dejo plantado el <Andrea Chenier>, canto las dos primeras funciones y la tercera se marcho, diciendo que el público fue muy ingrato con ella, aplaudían más a la Tebaldi que a ella. María Caniglia pensaba que los aplausos, gritos  y bravos deberían ser para ella---- ¡¡esto es lo que yo digo!! “una prima donna” real y autentica. Os voy a poner un fragmento de  <Andrea Chenier> que  canto María Caniglia en esta temporada, en el Liceo. En su época fue una grandísima soprano y a mí personalmente me ha gustado mucho, también hay que comprender que María Caniglia ya estaba en su época decadente, y Renata Tebaldi era cuando todos los grandes teatros la reclamaban.
                                                             MARIA CANIGLIA
                                       
                                        


Bueno empecemos a describir lo que yo viví aquella noche mágica  de <Tosca> por la insigne Renata Tebaldi. Ahora por el tiempo, me doy cuenta de la grandeza de  esta gran soprano. He visto muchas <Toscas>, e incluso oído grabaciones maravillosas y como la actuación de aquella noche no hay ninguna tan bien cantada como la que yo presencie. En mi “diario” tengo escrito: <Noche fantástica, la voz es increíble, tiene un sonido igual al disco que tengo de ella, su voz es nítida clara y con una gran potencia>.
Mi “diario” ya veis que es muy escueto, lo bueno es que este “diario” lo  tengo como recordatorio de lo que yo viví en este Liceo de Barcelona y tiene muchos recuerdos y muchos nombres de cantantes que para mí sería difícil de recordar. Sobre la voz de Renata Tebaldi en el rol de Floria Tosca para mi es una de las mejores que cantan la <Tosca>.
 (Os tengo que confesar y sin ningún rubor, que tuve una perra, de  raza “Samoyedo” que su nombre era
                                      “Floria Tosca” (2000- 2010)

 <Floria Tosca>, para llamarla tenía una especie de silbido <Ley motiv>, era el estribillo del “adiós a la vida” cuando oía el silbido venia rauda hacia mí. Hace tiempo  la tengo puesta en el escritorio de mi ordenador.
Perdonar esta pequeña intromisión, no he podido remediarlo, y lo hago como un pequeño homenaje a este fiel amigo.
El maestro Toscanini hablando de Renata Tebaldi, dijo de ella “Tiene una voz de ángel”.  Por supuesto que han  habido cantantes que han interpretado a la Floria Tosca con un gran dramatismo vocal, Carmen Melis, (profesora de canto de Renata Tebaldi), Magda Olivero, María Caniglia, Rosa Ponselle, Anita Cerquetti y otras,  yo personalmente de todo lo que he visto y he oído  vocalmente me quedo con cuatro grandísimas cantantes: María Callas, Anita Cerquetti  y Renata Tebaldi. El aria del < Vissi d´arte> contiene una teatralidad y un gran dramatismo vocal donde la cantante: “le dice a Dios ¿Cómo puede ser que ella vive del arte, que es creyente, le lleva flores a la Virgen, ha sido buena persona?, ¿cómo es posible que Dios le haga pasar por los momentos sensuales de Scarpia y la tortura de su estimado pintor Cavaradossi?” Para que podáis disfrutar  y analizar sus voces os pongo el Vissi d´arte de estas insignes cantantes.

Renata Tebaldi



                                                Maria Callas

                              AUDIO -   Tosca. Maria Callas – “Vissi d´arte” 1949

Anita Cerquetti


                                              
                                  AUDIO -Tosca – Anita Cerquetti – “Vissi d´arte” 1956




  




Pasados los años y al haber visto y oído a muchas interpretes de <Tosca> llego a la conclusión,  que estas cuatro cantantes que os he puesto para mi modesto entender han sido las mejores que han abordado dicho rol,  esto no desmerecen otra voces, mi opinión es personal y algunos aficionados no estarán de acuerdo conmigo y esto  es lo esencial y primordial que cada uno interpreta a su manera lo que oye y por supuesto teniendo el respeto de todas las opiniones.
Seguidamente os voy a poner la ópera <Tosca>, en  un film, una grabación “Rara”, no se encuentra  en ninguna parte. No recuerdo por donde la he bajado, por internet seguro. Está cantado por Franco Corelli, el barítono Carlo Tagliabue y atención, el rol de Tosca figura el nombre de Renata Heredia. Este nombre no me dice nada, me he metido por Internet y hay muy pocas grabaciones de dicha cantante.  La grabación es excelente.

VIDEO -FILM –Tosca- 1955- “Raro” Orquesta y coro R. Televisión Italiana-dctor Antonino Votto-  Franco Corelli- C. Tagliabue – Renata Heredia 



CRÓNICA DE LA VANGUARDIA

TOSCA (Puccini) 12 de noviembre 1953
Sin embargo, digan lo que quieran los termómetros- entiéndase la crítica. <Tosca> con su <Recóndita armonía>, su <Tedeum>, su <Vissi D´arte> y su empalagoso < Adiós  a la vida>, ejerce una especial atracción y sigue llenando los teatros. Como llenó anoche el Liceo, donde fue interpretada por un grupo de cantantes que dejó archisatisfechos a los amantes de romanzas, dúos y demás alardes canoros. Como los esperados momentos de la soprano en el primer acto y segundo, y del tenor en el tercero, arrancaron clamorosas ovaciones, que obligaron a los intérpretes respectivos á entregarse si cabe a la repetición.
Y hasta podríamos afirmar que también satisfizo a quienes mantuvieron las exigencias dramáticas, pues la soprano Renata Tebaldi, por ejemplo, segura y dúctil en el canto, ese canto que  ya tuvo magníficos esplendores en <La Traviata> , prestó al personaje de Floria Tosca una admirable progresión en matices escénicos. Ya hemos dicho que tuvo que cantar dos veces el <Vissi d´arte>, sentidamente expresado.
A iguales elogios se hizo acreedor  Gianni Poggi, dotado de cálidas notas de franco timbre varonil, lo que no escatimó ni en el  <airoso> del primer acto ni en los dúos con la protagonista, ni en el popular fragmento < E luchevan le stelle> de “cuyo bis” queda constancia más arriba.
La voz de óptimo color baritonal y la dicción de Giuseppe Taddei permitieron a este artista presentar un Scarpia eficacísimo, tanto en el fraseo melodioso como en los declamados de los momentos de dramatismo.
Excelentes los demás intérpretes, mereciendo especial mención Carlo Badioli pintoresco <sacristán>, Salvatore Demimaso, torvo <Spoletta> y Julio Catania  muy estimable <Angelotti>.
El maestro Ángelo Cuesta obtuvo de la obediente orquesta sonoridades y efectos delicadísimos.
Disciplinario el coro, y acertada la dirección escénica, encargada a Acli Cario Aizolini.
En suma, una Tosca digna del Liceo y merecedora de la calurosamente acogida que le dispensó el público  que ocupaba todas las localidades del teatro.
U.F.ZANNI


                                                        GIUSEPPE VERDI                    


AIDA (Verdi) noviembre 1953
Director Ángelo Questa, con Mario del Mónaco, Caterina Manccini, Aldo Protti, Luis Corbella.
Vayamos sobre  Aida, la última función que teníamos programados de este mi primer viaje a Barcelona. Mis compañero ya me habían dicho que en el debut de Mario del Mónaco, en el año 1946, con Aida, habían oído comentar que cantando dicha ópera fue un fiasco por parte del tenor y a los pocos días cantaba la Gioconda (Ponchielli) y resultó que también estuvo desastroso, ¿los motivos?.  Nadie  me pudo explicar los motivos. Por el tiempo estuve indagando y la conclusión que he sacado es que fue una mala noche  en su presentación con Aida, y con La Gioconda estuvo algo rebotado por la reacción del público, en aquella noche, y aparte un pequeño catarro que llevaba arrastrando un tiempo, voy atando cabos y creo que su actuación en la ópera Aida ya se encontraba algo resfriado y por regla general los cantantes son muy profesionales y no les gusta cancelar ninguna función. A la vez era la última temporada que dirigía el Teatro del Liceo el señor Joan Mestres que bastante hizo en sacar adelante las temporadas de ópera después de la guerra civil. Ya en 1957 se hicieron cargo del Teatro Liceo los señores  José Antonio Pamias y el Señor Arques. En 1959 Ya se hizo cargo  de la dirección del teatro el señor Pamias hasta 1980. A mi particularmente me ha gustado su forma de llevar las programaciones y a la vista está las grandes voces que trajo y con la penuria que había en aquellos años.
Como en las dos últimas funciones que asistí al Liceo, el teatro estaba a rebosar como vulgarmente se dice “no cabe un alfiler”, en aquellos tiempos yo nunca llegué a pensar ¿cómo teníamos casi siempre las mismas butacas y sin ningún problema? Ya por el tiempo me enteré que el tal Jordi, familiar de Enriquito era el  que se encargaba de facilitarnos las entradas. Había un tal “Pepe” que  trabajaba en las oficinas del Gran Teatro del Liceo  y precisamente  el “Pepe” era el encargado de preparar y confeccionar los abonos, eran normalmente cuatro turnos, el turno A pertenecía al Martes, el B al Jueves, el C al sábado y el D al domingo tarde,  y  de las entradas de toda la temporada del Liceo y por los años que estuve en Barcelona con el tal Jordi tuve una fructífera y larguísima amistad. Cuando estaba ya en Barcelona era Pepe,  el que me facilitaba las entradas sin ningún problema, a cambio, tenía en vez en cuando algún “detalle” que para mí era insignificante (no era dinero) pero para él y su familia siempre quedaban muy agradecidos. Para que no quedéis pensativos os lo voy a contar, yo trabajaba en Lloret y Linares S.L. esta empresa era de Alicante donde mi tío Paco era  socio de dicha empresa. Hacia el año 1960, Lloret y Llinares,  se estableció en Barcelona y cuando terminé el Servicio Militar, me mandaron a Barcelona, ya os podréis imaginar la alegría que me dio cuando me dijeron de ir a trabajar a  la Ciudad Condal. Estábamos en La lonja de Pescado que estaba sita en la calle Wellington, al lado de la Estación de Francia y muy cerca del Parque Zoológico. Para concretar, mis regalos consistían en un buen rancho de pescado donde había un gran surtido de Cigalas, gambas, calamares, salmonetes, pescadillas en fin un buen “apaño”,  así de esa manera nunca tuve problemas de entradas, como se dice <amigos hasta en el infierno> Ha habido representaciones que era muy difícil de encontrar entradas y a veces he tenido algún compromiso y el amigo Jordi, en contacto con Pepe, me lo solucionaba.
A la función de Aida fuimos muy expectantes, mis amigos me decían que el publico de Barcelona estaba algo raro, estas observaciones para mi pasaban desapercibidas pues era un novato y yo estaba más pendiente de que se apagaran las luces del teatro. En esos años ya tenía un disco  de Mario del Mónaco, con cuatro fragmentos de operas: <La fanciulla del West>, el  Celeste Aida, Recóndita armonía de <Tosca> he <I Pagliacci>, tenía el sonido de su voz metida en mi cabeza y estaba deseando oír por primera vez su Celesta Aida. En mi “Diario” comentaba que su voz era potente y llenaba el teatro, tenía el mismo sonido que en el disco. En mi “diario “decía que fue una noche de ensueño, (para mí lo fue) y una pequeña parte de aficionados del último piso se oyeron algunas protestas, pero el público en general reacciono muy bien y no hubo  ninguna mención sobré la actuación de aquella noche. Por el tiempo se que hubo comentarios de criticas un poco desfavorables.

Mi opinión sobre Mario del Mónaco, es que al oírlo en el teatro su voz entra por todas partes y pose  una potencia “descomunal”. Los  fragmentos  que os voy a poner es más o menos es lo que yo escuche esa noche inolvidable.


                -AUDIO - Aida (Mejico) Mario del Monaco – “Celeste Aida” 1951












Nos falta por escuchar en el rol de Radames  al gran barítono  Aldo Protti, un cantante de gran bravura y con una voz atronadora, está acompañado de Renata Tebaldi.

                  AUDIO -AIDA – Aldo Protti – “Ciel mío Padre” 1952


Seguidamente os voy a poner una grabación realizada en 1974 de estudio en audio de <Aida> con dirección de Riccardo Muti con la orquesta New Philharmonica y coro  Royal Opera House Coven Garden, con un elenco excepcional siendo los interpretes y personajes: Montserrat Caballe (Aida), Placido Domingo (Radamés), Piero Capuccilli (Amonarso), Nicola Ghiaurov(Ramfis) .

                                AUDIO............ AIDA.....................




                                               CRÓNICA DE LA VANGUARDIA

CRÓNICA DE LA VANGUARDIA DE LA OPERA AIDA (Verdi) Noviembre 1953
Aida reapareció anoche en el Liceo con un particular incentivo. Radames era Mario del Mónaco, tenor que años atrás tuvo una actuación poco afortunada y que ahora, triunfador en todos los grandes teatros, volvía según se afirmaba dispuesto conseguir un completo desquite.
Si así era ¿lo consiguió absolutamente? Desde luego, demostró  ser hoy un cantante de arte nada vulgar y de  no pocos arrestos, aunque algo precipitado en los tiempos; pero tenía que luchar contra el tal vez excesivo reclamo y la notable subida del precio de las localidades, y la victoria no podía ser llana. Sin embargo, en los pasajes culminantes de la obra, ya dramáticos, ya de línea suave, y al final de los cuadros fue aplaudidísimo si bien la fidelidad informativa nos obliga a consignar que en algunos instantes hubo discrepancias en alturas.
Para festejar a la soprano Caterina Mancini, no las hubo. Fue una protagonista de  voz vibradora y empleaba con maestría no solo allí donde no requiere concesiones sino también en los momentos que la exige, como por ejemplo, en la romanza del tercer acto “¡O cieli azurri ¡”.
Una majestuosa Amneris presentó la mezzosoprano Ebe Stignani, segura en las notas, especialmente en las graves, y precisa asimismo en la exteriorización de los varios estados de ánimo de la hija del Rey.
Muy bien en el papel de Amonarso, el barítono  Aldo Protti, que no forzó  los rasgos del personaje y cantó y declamó con gusto.
Los bajos Luis Corbella y Oscar Pol interpretaron con evidente eficacia los respectivos papeles de Rey y Ramfis, y Pedro Clavería no pasó inadvertido en su intervención como mensajero.
El coro, aleccionado por el maestro Anglada, nada dejo que desear.
Vibrante y firme la dirección orquestal del maestro Ángelo Cuesta, quien se mostró identificado con el espíritu de la música verdiana
La parte espectacular, muy vistosa, fue inteligentemente cuidada por Acli Cario Azzoli. Salieron a escena unos camellos, que, destinados a participar en el desfile triunfal del actos segundo, hubieron de contentarse con un pacifico paseo por las orillas del Nilo.
Merecedores de elogio Aurora Pons, Juan Magriñá y demás interpretes de las danzas de un discutible <faraonismo>.
Discutible también la propiedad ambiental de los decorados de E. Sormani, de Milán, aunque algunos de ellos causara excelente efecto.
Como hemos dicho se registraron en el transcurso de la velada demostraciones de caluroso agrado.
UF.ZANNI.

Aquí pongo fin a mi primer viaje a Barcelona, fueron unas sensaciones que se me han quedado grabadas en mi memoria. Esto fue el principio de mi enamoramiento con la ópera y con el Gran Teatro del Liceo. Os he relatado lo que vieron mis ojos en aquellas tres noches inolvidables.
El viaje de vuelta fue como era de esperar pesado y con mucha nostalgia, ya tenía el pensamiento puesto en Barcelona. Ahora tenía que esperar al mes de septiembre para ver la programación de la temporada 1954-1955.
Mi alimentación musical durante todo este tiempo hasta que llegara el mes de Noviembre, era el teatro Calderón, donde en vez en cuando representaban alguna zarzuela y algún  que otro concierto, recuerdo que en el mes de Abril representaron el Dúo de la Africana del Maestro Fernández Caballero, estando representada por el Orfeon de Alicante y siendo su maestro concertador mi buen amigo el maestro Garberi. Y en el mes de octubre Los Gavilanes. También me alimentaba de los conciertos de la Banda Municipal, y  ¡¡cómo no!! de los “conciertos” en la barbería de mi amigo Manolo Polo. Sin darnos cuenta la mayoría de la gente que entraba en la barbería para areglarse el pelo o afeitarse, hacia tertulia y siempre había clientes entendidos en la “materia”, dando sus opiniones sobre Riccardo Stracciari, Caruso o Tita Ruffo. Como veréis mi alimentación musical en aquellos años era muy exigua, no había revistas especializadas y si me enteraba de algún concierto u ópera a nivel nacional era por los periódicos que Manolo, el barbero, recibía todos los días, La Vanguardia, el ABC de Madrid y el periódico Información. Gracias a mi trabajo, que me tenía absorbido todas las mañana y a las tertulias de la barbería y el Teatro Calderón, se me pasaba rápido los días. Cuando acababa el mes de agosto ya se me hacía muy pesado pues cada tres por cuatro le decía a mi amigo Enriquito que llamara a Jordi, su amigo de Barcelona, para que nos contara si tenía alguna información y como era de esperar  el pobre Jordi  no sabía nada. Al fin, a principio del mes de Octubre nuestro enlace en Barcelona ya tenía algunas noticias, sabíamos que Renata Tebaldi iba a cantar, y nada más. La realidad es que el empresario señor Pamias lo tenía todo muy en secreto, ya cuando me afinque en Barcelona, ocurría lo mismo, no sabíamos nada hasta un  mes antes de la inauguración. El Jordi ya tenía orden de que todo lo que cantara Renata Tebaldi teníamos que verlo. Me hacía mucha ilusión el pensar que iba a volver ver a mi cantante favorita.



                         






                         



































                                   















1 comentario:

  1. La verdad es que tiene buen gusto el escritor. Tebaldi poseyò la voz màs bella del Siglo XX y una de las màs bellas de todos los tiempos. En lo referente a la comparaciòn que hace del Vissi d´Arte, se comprueba que la voz de Tebaldi, la dicciòn, la belleza del timbre, los legatos, es superior a la voz de Callas que suena un tanto àrida y cascadas en la zonas agudas y no logra la belleza vocal de Tebaldi. El público de El Liceo tuvo el privilegio de esas las grandes interpretaciones de esa voz de Tebaldi que trasmite amor.

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