domingo, 24 de septiembre de 2017

Temporada 1955-56


                                            TEMPORADA DEL LICEO 1955-1956

                                               GRAN TEATRO DEL LICEO

Ahora toca esperar al mes de Septiembre para saber la nueva programación. Como siempre una espera interminable. Por el periódico de La Vanguardia, sobre el primero de Octubre ya vimos un comentario sobre la inauguración de temporada, no había fecha determinada pero si el nombre de la ópera que se iba a representar  < Debora e Jaele> música de Ildebrando Pizzeti, Enriquito, Manolo Polo  y yo nos quedamos perplejos, no teníamos ni idea de dicha ópera. Por el tiempo ya indague por internet y por crónicas de la época que recogí,  que fue una ópera poco interpretada y por lo tanto desconocida.
Ildebrando Pizzetti era un compositor italiano de la primera mitad de siglo XX, que formaba de esta generación de compositores italianos que en aquellos momentos estaban intentando revisar el género de la ópera después de la muerte de Puccini, se había quedado un poco huérfano. Pizzetti estrena su ópera” Debora y Jaele” en 1921.
El empresario del Liceo, señor Pamias, que tenía buenas relaciones en aquellos años, después de la guerra, hizo que el Liceo presentara alguno de los títulos más destacados de ópera italiana “pos” Puccini, por eso llegó aquí a Barcelona en el año 1955. Puedo deciros que paso sin pena ni gloria.

Aquí tenéis la cartelera de las representaciones que se dieron en la temporada 1955-1956. Hay para todos los gustos. La lástima es que yo me tenía que conformar este año con dos representaciones de óperas ¡¡ y qué operas!!


La temporada 1955-1956 volvía al Liceo, el teatro de sus primeros éxitos, Victoria de los Ángeles con Madama Butterfly , ya consagrada como gran figura internacional y después de una ausencia demasiado larga de seis años. 
El Liceo se apuntó al bicentenario del nacimiento de Mozart con la puesta en escena de El rapto en el serrallo .
Tras varios fracasos, Mario del Monaco triunfaba en el Liceo con uno de los papeles que más le sentaba Otello .

Temporada 1955-1956 del Liceo 
Ópera
Compositor
Director musical
Director de escena
Papeles principales
Producción
Fechas
noviembre
noviembre
noviembre
al 20 de diciembre
diciembre
diciembre
noviembre

Al fin nos enteramos de la programación, hicimos como siempre una reunión en la barbería de Manolo Polo para  ponernos todos de acuerdo, la elección fue fácil, las operas que queríamos ver esta temporada, estábamos todos de acuerdo, el Otello de Mario del Mónaco y Madama Butterfly por Victoria de los Ángeles. Tengo que deciros que de los compañeros que venían todas las temporadas, iban disminuyendo, debido a sus trabajos o por otros motivos. Este año éramos seis solamente. Enriquito ya se puso en contacto con Jordi y le notificó, las operas que queríamos ir y las fechas. Tengo que deciros que era muy complicado el “asunto” de las fechas. Cuando vivía en Barcelona ya me enteré que sacar las entradas era muy complicado pues, como había cuatro turnos, martes, jueves, sábado, y domingo tarde, a veces ni la organización del teatro te podía asegurar quienes cantaban en los turnos. Yo no sé cómo se las arreglaba el Jordi, para sacar nuestras entradas, (cuando vivía en Barcelona ya me enteré de sus relaciones que tenía en el Liceo) pues nunca nos fallo.
Como siempre estaba ansioso de que llegara el mes de Noviembre. Y como se dice “todo llega”.

Salimos el sábado por la mañana y la llegada  era milimétrica, sobre las 20 horas de la tarde llegábamos, la función de Otello era para el día siguiente domingo por la tarde, así que nos dio tiempo a cenar tranquilamente y dar un paseo por Barcelona. Solíamos ir siempre  al mismo hotel, llamado Alicante, cerca de la plaza de Cataluña y a unos quince minutos del teatro Liceo, bueno, había un paseíto, a mí se me hacia corto.


                                     GIUSEPPE VERDI


       
Otello (Verdi) domingo 6 de noviembre 1955- Director Ángelo Questa, Mario del Mónaco, Giuseppe Taddei, Cesy Broggini.

A la llegada al teatro había un gentío enorme, se apercibía nerviosismo, al subir las escaleras que llevan al quinto piso del teatro, el público se notaba ansioso y con ganas de que empezara el Otello tan esperado.
Según mi “Diario”, textualmente dice:( Tarde noche espectacular, la voz de Mario del Mónaco, llegaba al quinto piso limpia y  con un sonido descomunal. Nunca podría imaginarme que su voz sobresaliera  por encima del coro y la orquesta.)
Pues sí, fue una de esas noches que se  me quedó grabada para siempre. Todos los demás cantantes estuvieron a su altura, fue como un contagio, orquesta, coro y comprimarios. Las ovaciones y bravos no cesaron y las bajadas del telón no cesaban. Como teníamos tiempo para coger el tren de  vuelta, nos quedamos hasta el final. Creo que fue un de esas tarde noche, mágicas que he vivido en este Liceo, y por suerte para mi  fueron muchas.
Como comprobareis esta temporada asistimos solamente a dos funciones. Ya cuando vivía en Barcelona normalmente asistía a casi todas las óperas. Allí tuve muchas experiencias y anécdotas, que os iré contando de forma que vayan saliendo. Lo que si os puedo adelantar que en el año 1965, en una representación de ópera, fue cuando conocí a una persona  muy mayor, llamado “Smith” de 75 años, que me enseño muchas cosas de la época de Enrico Caruso, pues el padre del señor “Smith”,  trabajaba de tramoyista en el  teatro de ópera Metropolitan de New York, y el señor “Smith”, al jubilarse su padre, accedió al puesto de tramoyista de dicho teatro. Me contó muchas vivencias y muy interesantes de los cantantes de aquella época que ya os iré relatando.
Ahora os voy a poner unas grabaciones de la opera Otello, representadas en el Teatro Palacio de las Bellas Artes de Méjico en el año 1951. Os comento que prefiero las grabaciones en directo, aunque no tengan una gran calidad,  a las de estudio, estas no tienen la espontaneidad, el ímpetu,  la vehemencia   y el corazón que le ponen del vivo, incluso esos pequeños desajustes de fiatto producido por su coraje y sentimientos, siempre he sido,  un enamorado de las grabaciones en directo.  Además normalmente las grabaciones en directo se asemejan a lo que yo he vivido dentro del Gran Teatro del Liceo.
Estas grabaciones, cierro los ojos, me concentro, y me da la sensación que estoy reviviendo la noche que vi el Otello del Mario del Monaco en el Liceo.
                                                MARIO DEL MONACO



            

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                                AUDIO - Otello- Mario del Monaco – “Esultate” 1958


                                                 CLARA PETRELLA








                         AUDIO -Otello – Giuseppe Taddei – “Era la notte”




                                          


                       AUDIO - Otello – Mario del Monaco – “Dio mi potevi “


                             
                                  AUDIO - Otello – Mario del Monaco – “Ni un mi tema “

Ahora os voy a proponer una grabación en Audio, completa, en vivo desde el Metropolitan de New York el 8 de Marzo de 1958, con dirección de Fausto Cleva, con los siguientes interpretes y personajes: Mario Del Mónaco (Otello), Victoria de los Ángeles(Desdemona) y Giuseppe Taddei (Yago), podemos decir que es una grabación histórica. Oiréis a nuestra cantante Victoria en el rol de Desdémona. Es imprescindible tener  esta grabación en vuestra discoteca.





                                     
                                                CRONICA DE LA  AVANGUARDIA

CRONICA DE LA VANGUARDIA DE OTELLO (Verdi) 6 de noviembre 1955 MARIO DEL MONACO

A Verdi no podían dejársele de rendir los debidos honores, en el Liceo, y si no presidió la inauguración de la temporada, hizo su reaparición el domingo, en la primera función de tarde, con <Otello>, traído de la mano por el famoso tenor italiano Mario del Mónaco, uno de los más cotizados actualmente.
Para los aficionados a la estadística teatral, recordaremos que  <Otello> fue estrenado en la Scala,  de Milán, el 5 de Febrero de 1887. Precisamente entonces formaba parte de la orquesta, como violinista, el gran Arturo Toscanini, que poco después había de dirigirla.
Antes de que <Otello> fuera dado a conocer en el coliseo Milanés, Carvalho, director de la Opera Cómica, de Paris, había intentado asegurar para Francia las primicias de la obra; pero Verdi, cortésmente agradecido, se negó a ello, alegando que la versificación de Boito, el libretista, exigía que la ópera, por lo menos la primera vez, fuera cantada en italiano y en un  teatro también italiano. Paris, por tanto, debió esperar hasta octubre de 1894, a fin de que <Otello> fuera cantado en francés, en la Opera. Antes que en Paris, <Otello> había sido ya representado en Budapest y San Petersburgo (1887); Praga, Múnich, Viena y Nueva York (1888); Lisboa y Londres (1889); Berlín, Madrid y Barcelona (1890); En nuestro Liceo estrenaron la ópera Verdiana dos grandes artistas: el tenor Cardinali y el barítono Maurel.
Verdi se acercaba a los setenta y dos años de edad cuando, tras de dieciséis años de silencio, se puso a traducir en notas el libreto que sobre la tragedia  de Shakespeare le había escrito el poeta y músico Arrigo Boito. Y de su pluma brotó la partitura de <Otello>, que señala la segunda faceta de un estilo y de un logro que había de culminar en el maravilloso <Falstaff>. Sin alterar el principio vital del drama lirico italiano, ni sus efectos directos, Verdi aportó al <Otello> una forma más musicalmente apropiada a la expresión y a los matices del pensamiento. Así, mientras en el famoso <Credo> impío de Yago la música subraya los paroxismos  shakesperianos, en la <Canción del sauce> y en el <Ave María> el compositor pone acentos de tierna poesía. <Otello> vive por sus propios valores y vivirá mientras haya artistas capaces de sobreponerse a los esfuerzos que de ellos demandan el drama y la música, <rara avis> en los escenarios, de hoy en día.
Verdi  quería para protagonista, un tenor que tras aparecer entre el fragor de la tempestad y entonar, con poderosos acentos un canto a la victoria obtenida sobre los turcos, se adormeciera luego en una melodía sensual, apasionada, intima, para volver más tarde a las exaltaciones dramáticas. El mismo Tamagno, con  ser Tamagno, encontró naturales resistencias.
<Otello> vive por sus propios valores y vivirá mientras haya aristas capaces de sobreponerse a los esfuerzos que de ellos demandan el drama y la música, <rara avis> en los escenarios de hoy en día. Verdi quería para protagonista a un tenor que, tras aparecer entre el fragor de la tempestad y entonar con poderosos acentos un canto a la victoria obtenida sobre los turcos, se adormeciera luego en una melodía sensual, apasionada, intima, para volver más tarde a las exaltaciones dramáticas. El mismo Tamagno, con ser Tamagno  encontró naturales resistencias. Aquí hemos tenido ahora un tenor de categoría: Mario del Mónaco, a quien se esperaba con expectación, recordando actuaciones suyas anteriores.
Mario del Mónaco –ya lo había demostrado-voz timbrada, potente, vibradora y firme en los agudos; tiene generosidad de temperamento y posee así mismo una gran intuición dramática. Con tales cualidades, su Otello adquirió una fuerza impresionante y fue acompañado  por clamorosos aplausos, desde la salida, cantada con brillante  y varonil ímpetu, hasta el monólogo, de difícil expresión, y el trágico final, donde el artista se manifestó como consumado actor. Los aplausos se convirtieron a la conclusión de los actos en ovaciones cerradas, inacabables, merecidas, desde luego. Se elogió mucho también  la riqueza y propiedad como Mario del Mónaco vistió el personaje.
La soprano Cesy Broggini hizo una Desdemona que en todos los momentos atrajo la atención y la simpatía del público. Su voz, cristalina, dulce, acariciadora y su maestría de cantante, se manifestaron ya en el admirable dúo del acto primero y culminaron en la despedida de Emilia y en él <Ave María>, página ésta tan emotiva y poéticamente expresada, que de ella se hubiera deseado la repetición, según demostró la insistencia de los aplausos.
El barítono Giuseppe Taddei no eludió ninguna de las dificultades de que el papel de Yago está sembrado, y que el artista  venció con excelentes  medios vocales y una clara inteligencia del personaje. Acertó en todas las escenas y en todas las frases, siendo de señalar el cuidado con que detalló el brindis y el carácter que imprimió  al <Credo>, cantado con perfecto ajuste a la música , es decir, sin la grandilocuencia a que los barítonos se suelen sentir arrastrados.
Pilar Torres, Glauco Surini, Esteban Recasens, Ferruccio Mazzolini, y Alberto Albertini tuvieron eficaz intervención en la representación, a la que el coro, preparado por Vittorio Barbieri, aporto momentos dignos e loa, por la afinación, sonoridad y valentía con que se condujo.
Muy bien la orquesta, que, dirigida por el maestro Ángelo Cuesta con profunda devoción verdiana, subrayó debidamente lo mucho que la partitura exige e los instrumentos.
No olvidemos, ensalzándolos, los efectos luminosos, recogidos por el ciclorama, y la dirección escénica, a cargo de Augusto Cardi.
En resumen: otra jornada digna de la categoría y del prestigio del Liceo, llenó anteayer de un público que, conforme hemos dicho, solo tuvo motivo para aplaudir todo y a todos.
U.F. ZANNI

Poco tengo que contaros del viaje de vuelta a Alicante, del ajetreo del domingo y la representación de ópera del Otello, más la espera hasta las doce de la noche que salía el tren, el cuerpo por mucha juventud que tenga uno, acaba reventado, recuerdo que siempre en el tren solía dormirme y en el trasbordo en la estación de la Encina, mis compañeros me tenían qué despertar (divina juventud).

                                        GIACOMO PUCCINI


        MADAM BUTTERFLY (Puccini) 10 diciembre 1955-Director Angelo Cuesta con  Victoria de los Ángeles, Gianni Raimoni, Manuel Ausensi y Ana Maria Canali.

Ahora toca esperar al mes de diciembre para ver a Victoria de los Ángeles en Madama Buttrerfly. Los días se me hacían larguísimos, menos mal que con las retransmisiones de la RAI, los lunes concierto operístico, jueves función de ópera y los sábados, retransmitían una función de ópera o bien desde la Scala de Milán o del Teatro de ópera de Roma en directo. Por las tardes me iba a la barbería de Manolo Polo y le ayudaba a poner los discos ¡¡vaya éxito!, tuvo que poner un empleado para no hacer esperar a la clientela, aunque muchos clientes cuando acababan de arreglarse, se sentaban un ratito más para oír algún fragmento más de ópera. Luego al atardecer venia Enriquito y algún compañero de los que solían venir a las representaciones de Barcelona. Sobre las ocho y media de la noche, Manolo Polo cerraba la barbería y nosotros seguíamos dentro de la barbería haciendo  tertulia y a la vez escuchando nuestros discos. Ahora  al cabo del tiempo,  pienso que fueron unos años muy felices y enriquecedores, y la realidad es que siento mucha nostalgia y más ahora que me he quedado solo y ya no tengo a ninguno de mis compañeros con quien debatir. El haber conocido en faceebok, la pagina de AMIGOS DE LA LIRICA, ahora AMANTES DE LALÍRICA ha sido un bálsamo para mí, pues, me da pie para contaros mis anécdotas, mis vivencias y  experiencia y  a tener como tertulia a mis AMANTES DE LA LÍRICA.
Para el 10 de diciembre sábado, teníamos el viaje preparado como siempre, salida a las 7 de la mañana y llegada al atardecer. Hubo una novedad, Jordi llamó el viernes por la noche a Enrriquito comunicándole que si nos interesaba quedarnos el domingo para ver La Boheme de Puccini, para ese domingo, se tenía que representar “La Lola se va a los puertos”, y al no poderse representar el domingo, el empresario del teatro de Liceo señor Pamias, programó una sola función de la Bohéme para dicho domingo, siendo sus intérpretes, Gianni Raimondi, Orietta Moscucci, y Manuel Ausensi como principales intérpretes. La llamada era por si queríamos asistir a dicha función que se lo comunicara rápidamente a Jordi para reservar las entradas. Enriquito vino a la barbería a comunicárnoslo, y la contestación tenía que ser rápida, Manolo Polo  y Enriquito estaban conformes en ir, yo tenía que ir a comunicárselo a mi tío Paco. Enriquito me dijo que fuera al bar Enrique que estaba mi tío allí, jugando una partida al dominó. Mi tío, al decírselo estuvo indeciso, pero al ver a Manolo Polo y Enriquito y a los amigos de la partida, me echaron una mano, al fin, mi tío accedió.
Rápidamente Enriquito se puso en contacto con Jordi para comunicarle la confirmación. Lo gracioso es que tuvimos las mismas entradas de Otello.
Como siempre, esta representación de Madama Butterfly, la tengo como histórica, Victoria de los Ángeles posee una voz <como los Ángeles>. En mi “diario” tengo anotados muchos adjetivos, la palabra “inenarrable” era uno de tantos adjetivos que tenía en  mi pequeña narración. En aquellos años no tenía ningún disco de ella, lo único que sabía era de los comentarios que hacían los aficionados y algún reportaje de algún periódico. La realidad es que ahora en el tiempo reconozco que fue una de las mejores sopranos de la historia de la ópera, tenía un repertorio muy corto pero inigualable. Me acuerdo mucho, cuando hablo de Victoria de los Ángeles, de Alfredo Kraus, han sido los dos muy estudiosos,  metódicos y perfeccionistas con su voces y no han querido ampliar  más  roles, para tener esa pureza en su voz que les ha convertido en su repertorio inigualables.
Fue un viaje como todos los de ida, armonioso y bullanguero, Enrriquito y Manolo Polo siempre me estaban gastando bromas y ¡cómo no! ablando de ópera.
Nuestro amigo Jordi, era fiel a sus costumbres, siempre nos estaba esperando, y apenas podíamos hablar con él. Enrriquito nos contaba que era una persona muy agradable pero la ópera no era lo suyo, era muy aficionado al equipo de futbol del Español, allí lo llaman lo “periquitos”. Por el tiempo ya cuando vivía en Barcelona hice mucha amistad con él, y es un tipo que merece la pena de tenerlo como amigo.
La noche musicalmente y emocionalmente fue  “tremenda”. A mis setenta y ocho años puedo deciros que tengo en mente todo lo que ocurrió aquella noche (como tantas que he vivido), la realidad es que mi “diario” me ha ayudado mucho y me hace recordar aquellos momentos tan emocionantes. Era la primera vez que veía  Madama Butterfly, (como todas la óperas, eran para mi estrenos), los decorados, los cantantes, la orquesta y el coro con  la escena (boca cerrada) ,que era la primera vez que la escuchaba , quedé muy impresionado y os tengo que revelar que ahora a través de los años me sigo emocionando.
Pocas palabras se pueden decir de aquella sensacional representación no hay adjetivos para ensalzar a Victoria de los Ángeles. Pasado los años  puedo decir que el rol de Madama Butterfly le va muy bien, es un personaje lirico , Victoria de los Ángeles es una lírica pura, en cambio el aria de <Un bel di vedremo> es  más dramático quizás un poco espinto. Sin embargo al oírselo a Victoria de los Ángeles ella lo hace más lirico y extenso. Fue una noche espectacular, a la salida del teatro estuvimos por los alrededores cenando y se notaba el ambiente que había, se notaba por la indumentaria que llevaban, que habían salido del Liceo. Ahora al cabo del tiempo solo se me ocurre decir ¡gracias por aquellos momentos inolvidables!
Os voy a poner una entrevista que hicieron a Victoria de los Ángeles en el periodico de LA VANGUARDIA unos días antes de cantar Madama Butterfly.Como notareis en la entrevista, ella no dice, lo que ahora, por el tiempo se ha sabido con respecto al señor empresario del Gran Teatro del Liceo, señor Pamias.

                                     
                                                ENTREVISTA

  ENTREVISTA REALIZADA A VICTORIA DE LOS ÁNGELES  EL 9 DE DICIEMBRE DE 1955
Victoria de los Ángeles López, después de seis años de ausencia en el Liceo, ha vuelto.
D.A.  ¿Por qué tardo tanto?-
V.A.   En realidad porque  desde que me marché de Barcelona empecé mi carrera en el extranjero, y han sido contratos tan continuos y las temporadas en América tan largas que aquí llegaba agotada y dedicaba el verano, que era cuando venía a descansar.-
D.A.  ¿Cuántas veces le han llamado del Liceo?-
V.A.   Varias. Siempre que vine aquí, me hablaron de ello; pero un artista tiene que sacrificar eso, como he sacrificado vivir en mi casa de Barcelona, para hacer una carrera artística que enorgullezca, dentro de mis posibilidades, , a todos los españoles.-
D.A.  La cuestión económica ¿no fue obstáculo para venir?-
V.A.   Nunca lo fue; prueba de ello es que con retorno al Liceo voy a entregar al señor gobernador los honorarios de la primera representación para obras benéficas. Y además le he ofrecido mi participación desinteresada en el festival de Radio Nacional le dio que es mi santo como fecha simbólica dedicada a los niños de Barcelona.-
D.A.  ¿Por qué escogió Madama Butterfly?-
V.A.   Porque nunca lo había cantado aquí.-
D.A   Creo que su vestuario para esa ópera tiene un poco de historia.-
V.A.   Sí; fue diseñado por Yashimura del Teatro Kabuki, de Tokio, y me lo regaló un español, don Antonio Rocha, hermano del doctor don Alfredo, uno de los que formaban parte del <Arts. Musical> que fueron los que me avalaron económica y artísticamente cuando empecé.-
D.A.  Si vuelve usted la vista atrás ¿Qué dice de su carrera?-
V.A.   Quedé sorprendida. Cuando empecé el canto, en 1939, lo hice simplemente por placer: prueba de ello es que no pensé dejar el bachillerato ni tuve idea de ser cantante profesional.-
D.A.  ¿Se ha impuesto muchos sacrificios desde entonces?-
V.A.   El mayor: salir de casa.-
D.A.  ¿Hubiera preferido ser Victoria de los Ángeles, profesión su labores?-
V.A.   Sí, definitivo; pero con un piano y cantar en casa.-
D.A.  ¿Qué escenario te ha impresionado más?-
V.A.   Todas las primeras apariciones en un escenario.-
D.A.  ¿Cuándo se vislumbra la cantante Victoria de los Ángeles?-
V.A.   A partir de los primeros éxitos que obtuve en el Conservatorio, en los exámenes, me vi metida en la carrera y continúo como una bola de nieve.-
D.A.  ¿Cuántas actuaciones por año?-
V.A.   Entre conciertos y ópera unos ochenta o cien.-
D.A.  ¿Qué público prefiere?-
V.A.   Sin contar España, el de Londres y el de Nueva York.-
D.A.  ¿Dónde no querrá cantar?-
V.A.   No pongo barrera para nadie: el arte es universal.-
D.A.  ¿Cuál es la figura lírica española de más eco internacional?-
V.A.   Hipólito Lázaro, a quien admiro y yo sé positivamente lo que ha hecho en el extranjero a favor de España.-
D.A.  He oído que van a proponer concederle a usted la medalla de oro de Barcelona ¿Le gustaría?-
V.A.   Naturalmente, por ser la primera condecoración que recibiría y por ser de Barcelona.-
D.A.  Técnicamente ¿Qué es lo que cree usted hace mejor?-
V.A.   Dicen que mi  característica más usada es el ligado y el color de la voz.-
D.A.  ¿Cuál es el elogio que más le agrada?-
V.A.   No me gusta que digan bonita la voz. Prefiero que digan: ¡¡Qué bien canta!! O que tengo musicalidad.-
D.A.  ¿Su éxito es por lo que ha estudiado o por su voz?-
V.A.   El don que Dios me ha dado es lo esencial: pero además, como dicen en Italia, el que sabe respirar sabe cantar.-
D.A.  Y usted respira a sus anchas……
DEL ARCO 
Os comento: Victoria de los Ángeles tenía un contrato en el Metropolitan de New York, y por ese motivo venia poco (había cantado años atrás en varias temporadas). Vino porque la junta de responsables del Liceo, los propietarios, quiso que viniese. Victoria de los Ángeles, venia menos porque tenía malas relaciones con el empresario señor Pamias por cuestiones económicas. Parece ser, que el señor Pamias,  se creía  que Victoria era una cantante de la casa y por tal motivo debería cobrar menos, ella venia del Metropolitan y de otros teatros y  ella lo que  quería  era cobrar lo mismo que cobraba en los demás teatros. Lo que ocurre es que habían algunos cantantes españoles que parece ser que al señor Pamias, le  hacían un precio especial (Montserrat Caballé en esos años aun no había aparecido). A parte de no venir más a menudo, ella tenía contrato con el Metropolitan que le ocupaba todo el año. De todas formas el teatro del Liceo tenía una temporada muy reducida de tres meses.
No he encontrado ninguna grabación en vivo de aquella noche. De todas formas os voy a poner unos fragmentos de esta ópera que espero que os guste. Es una grabación del año 1959, unos meses antes de morir el tenor Jussi Bjoerling. La orquesta y coro es de la Ópera de Roma, dirigida por Gabriele Santini. El rol de <Cio-cio-San>, Victoria de los Ángeles; <Pinkerton>, Jussi Bjoerling; <Suzuki>, Miriam Pirazzini; <Sharples>, Mario Sereni.
Estamos ante una de las grabaciones históricas de Madama Butterfly. Hay muchas grabaciones de dicha ópera de Puccini y muy bien cantadas, a mí personalmente esta grabación es la que más me gusta. Os voy a poner una selección de dicha grabación, con algunos comentarios y espero que disfrutéis de la música de Puccini y de estos cantantes que hoy en día no hay, ese es mi parecer. 
Es en el primer acto, el encuentro de Cio-Cio-San, con Pinkerton, aquí sentimos la música de Puccini impregnado de un gran lirismo.
La muchachas van cantando -< ¡¡Cuánto cielo!! ¡¡Cuánto mar!!>

Cio-Cio-San, exclama-< Soy la joven más feliz del Japón…o más aun, del mundo…Amigas he venido a la llamada del  amor…>-
                     VICTORIA DE LOS ÁNGELES

Este dúo  de Cio-Cio –San y Pinkerton es de una belleza inigualable.
Pinkerton le dice -<Viene la noche. Y tu aquí estas sola>-
Cio-Cio-San, le contesta -<¡¡Sola y renegada!! ¡¡Renegada… y feliz!!>-
Pinkerton -<Mi pequeña  con los ojos llenos de magia, ahora eres toda mía… Vestida de blanco azucena.>-
Cio-Cio-San -<Soy como la diosa de la Luna, que desciende por la noche, desde el puente del cielo.->
Pinkerton -<Toda vía no me has dicho que me amas. ¿Conoce esa diosa las palabras que satisfacen este ardiente deseo?
Cio-Cio-San-< Las conoce. Pero quizás decirlas no quiera ¡¡ por temor a morir después!!...
Cio-Cio-San-<Ámame…con un amor pequeño, un amor de niño que me gusta ¡¡Ámame!!...
                                JUSSI BJORLING
       AUDIO - Madama Butterfly – V. de los Ángeles – J. Bjorling- “Viene la será “

Estás es una de las aria más famosas de la historia de la lirica. Esta cargada de esperanza, ilusión y de dudas.
Cio-Cio-San, expresa a Suzuki -< Un bello día veremos elevarse un hilo de humo sobre el extremo confín del mar… Luego la nave blanca entrara en el puerto…No bajare a su encuentro. No, me quedaré aquí en la cima de la colina y esperare…Subirá por la colina. ¿Quién será? ¿Quién será? Y cuando haya llegado… ¿Qué dirá ¿Qué dirá?...Llamará, llamará: “Pequeña esposa mía, perfume de verbena”…Aleja tus miedos yo con fe segura lo espero.>-

Hay que agradecer a los libretistas G.Giocosa / L.Illica su libreto excepcional, lleno de una gran  elocuencia poética y  a la vez compaginando con la música verista, Puccini, de su partitura,  hace una amalgama, que nos hace sentir unas emociones indescriptibles.
Suzuki -<¡¡ El cañon del puerto!! Una nave de guerra...->
Cio-Cio-San-<Blanca…blanca…la bandera americana con las estrellas… Maniobra para anclar. Firme la mano para poder ver el nombre, el nombre…¡¡Ahí está ¡¡Abraham Lincoln!! ¡¡Todos han mentido!! ¡¡Todos todos!! Solo yo lo sabia…solo yo que lo amo ¿Ves que tontas eran tus dudas? ¡¡Él ha vuelto!! ¡¡Ha vuelto!! Justo en el momento cuando todos decían: llora y de desespera. ¡¡Triunfó mi amor!! ¡¡Mi amor!! ¡¡Mi fe está justificada!! ¡¡Ha vuelto y me ama!!->

         AUDIO - Madama Butterfly – Victoria  de los Ángeles “Una nave da guerra “

Estamos ya en el tercer acto. Puccini después de este segundo acto tan dramático, parece ser  con el coro “Boca cerrada” quiso darnos un respiro, para adentrarnos rápidamente con el final tan dramático, el oír esta bella canción marinera la verdad es que relaja, pero fijaros que el sonido de los violines nos delata  un gran lirismo y no exento de dramatismo.
Coro boca cerrada…….
                            AUDIO. Madama Butterfly – “Coro a boca cerrada”

Fijaros como, Puccini y sus libretistas estuvieron muy inteligentes en este último acto, no llegaron a cruzarse en ningún  momento, ninguna frase, los dos protagonistas de este drama, solamente  cuando Pinkerton abraza a Butterfly, cuando yace moribunda junto a su hijo.
Pinkerton, mirando su nido de amor, se despide de su esporádica pasión con Butterfly exclamando: -<Adiós, refugio florido de alegría y amor… ¡¡Su dulce rostro siempre me seguirá con dolor y agonía!!->
                        AUDIO -Madama Butterfly – M. Sereni – J. Bjorling “Addio fiorito”



 Fijaros que en esta escena Puccini nos pone unas sintonías que salen en la ópera La Fanciulla de West,  la transmite en la escena de la carta, con los timbales  de fondo.
Oiremos a Suzuki y Cio-Cio-San, en una escena en que ya se está previniendo el desenlace final.
Suzuki comenta -<¡¡Como bate las alas una mosca cautiva, así late su corazón!!->
Cio-Cio-San-<Hay mucha luz afuera, y mucha primavera. Cierra. ¿Y el niño donde está?->
Suzuki-<Jugando lo llamo…->
Cio-Cio-San-< Déjalo jugar…Ve a hacerle compañía->
Suzuki-<Me quedo contigo->
Cio-Cio-San-<Vete, vete. Te lo ordeno->
Aquí Puccini, describe esta escena con un dramatismo, muy “verista” y con un realismo muy pucciniano, los libretistas estuvieron francamente acertados. Aquí se necesita una orquesta sin florituras y con unas cuerdas arrolladoras y los contrabajos con todas sus fuerzas. Y se necesita una soprano lírica con fuerza y a la vez con mucha delicadeza. Creo que Victoria de los Ángeles hace de este rol una creación insuperable.
Cio-Cio-San-<”Con honor muere quien no puede vivir con honor”. ¿Tu? ¿Tu? ¿Tu? ¡¡Mi pequeño dios!! Amor, amor mío, flor de lirio y de la rosa. No lo sabrás pero…por ti, por tus ojos inocentes Butterfly morirá…para que tú puedas ir allende el mar sin que sientas remordimiento más adelante por el abandono materno. ¡¡Oh, tú que has venido a mí desde el Paraíso, mira muy bien el rostro de tu madre, para que te lleves un recuerdo de él, ¡¡míralo bien!! ¡¡Amor adiós!! ¡¡Adiós, mi pequeño amor!! Ve a jugar.->
La voz de Pinkerton -<¡¡Butterfly!! ¡¡Butterfly!! ¡¡Butterfly!!

AUDIO- M. Butterfly – V. de los Ángeles-"Come una mosca..con honore muore"


                            CRÓNICA DE LA VANGUARDIA

CRONICA DE LA VANGUARDIA DE MADAMA BUTTERFLY EL SABADO 10  DE  DICIEMBRE DE 1955

Noche de júbilo la del sábado en el Liceo. Victoria de los Ángeles la insigne soprano española, volvía, tras unos años de ausencia, al escenario donde tiene conquistados ruidosos triunfos y de donde partiese para imponer su arte en el mundo entero, y volvía con las mismas facultades que hacen dé ella una <diva> excelentísima.
Para su reaparición, Victoria de loa Ángeles, sin miedo a las dificultades ni a las odiosas comparaciones, eligió  <Madama Butterfly>, la popular ópera de Puccini, cuyo estreno en la Scala de Milán, el 17 de febrero de 1904, constituyo un rotundo fracaso, y que poco después el 28 de mayo, con algunos cortes y modificaciones y convirtiendo en tres los dos actos que constaba primitivamente, conoció  en el Gran Teatro de Brescia, el éxito que no le ha faltado ya a doquier ha sido representada, contándose por millares sus apariciones
En,  el Liceo se puso en escena por vez primera el 10 de diciembre de 1909, o sea dos años después de haber sido dada a conocer.
<Butterfly> era la criatura predilecta de Puccini “la mejor escrita para mi” decía el extinto compositor italiano. Acaso nosotros no encontremos completamente justificada esta predilección, pues el genio brilla más en otras obras puccinianas. En Madama Butterfly no es difícil hallar debilidades arquitectónicas, vulgaridades inherentes a la concepción melódica; pero siempre quedará como ópera sugestiva por una música inteligentemente escrita con vistas al canto,  y por el sentimentalismo y exotismo que Giocosa e Illica, los libretistas supieron aportar a la acción escénica.
Según se esperaba, en esta nueva aparición de <Madama Butterfly> en el Liceo – la que hacia numero 94- con el teatro lleno y esplendoroso como nunca. Victoria de los Ángeles dio extraordinario relieve a la figura a la vez tierna, altiva y trágica Cio-Cio-San, la protagonista. La admirable artista hermanó con gran talento el sentimiento con su voz luminosa, bellamente timbrada, de acariciadoras inflexiones y variedad de coloridos. En la escena capital tuvo acentos de una naturaleza sensible, y en la famosa aria <Un bel di vedremo> la cantante se manifestó con su alta categoría. Se le festejó con toda efusividad, y al concluir la representación se la ofrendaron canastillas de flores hasta llenar el escenario.
Victoria de los Ángeles contó con unos meritísimos compañeros, entre los cuales descollaron Gianni Raimondi tenor de fáciles  y brillantes agudos y particularmente aplaudido en el tercer acto, y el barítono Manuel Ausensi, que presento un cónsul Sharples de empaque verdaderamente diplomático, al propio tiempo dotado de esplendidos medios vocales. También escucho especiales palmas después de la convencional escena de la lectura de la carta.
Colaboraron asimismo  la mezzosoprano Ana María Canali en una discreta Suzuki; el bajo Luis Corbella, entonado en el papel de Bonzo; Diego Monjo, Juan Rico, Juan Suñé.
El coro nada dejo que desear en el inspirado <nocturno> a boca cerrada, que cierra el segundo acto, pagina que el público se quedó esperando el “bis”.  La dirección orquestal del maestro Ángelo Cuesta se caracterizó por el feliz logro de claroscuros y de efectos de sonoridades, adaptándolos con gusto a las exigencias escénicas del oriental idilio de amor y de dolor.
Además de los particulares aplausos anteriormente señalados, sonaron muchos y muy fuertes y prolongados a la conclusión de los actos, quedando incluida en su distribución, además de los cantantes y el maestro Cuesta, la encantadora niñita que hizo el papel de niño.

U.F. Zanni.

                                                GIACOMO PUCCINI



LA BOHEME (Puccini) domingo 11 diciembre 1955, director Nino Verchi, con Orieta Moscucci, Gianni Raimondi, Manuel Ausensi.


Ahora, nos toca la <Bohéme>, y con sinceridad,  no  se sabía quiénes iban a cantar el domingo por la tarde, había un runruneo, que si era fulano o mengano. A mí particularmente en aquella época me era indiferente pues sabía que el nivel del Liceo era bastante alto y no iban a poner a algunos cantantes de poco rango a cantar la <Bohéme>.
En efecto nos enteramos de  quienes eran los cantantes, en el mismo teatro, a los únicos que conocíamos era al tenor Gianni Raimondi que lo vimos en la noche anterior con <Madama Butterfly>, y al barítono Manuel Ausensi. La soprano fue Orietta Moscucci.
La actuación fue espectacular, los protagonistas estuvieron todos a una gran altura,  en mi  “diario” decía: que fue una noche increíble, el tenor y la soprano tuvieron que bisar su aria y el público salió muy agradecido.
Por los años, hago un comentario sobre aquellas noches inolvidables que viví en el Liceo y os puedo decir que esas versiones que yo he vivido, en la actualidad ya quisiéramos tener aquellos cantantes, hoy harían furor.

De la soprano Orietta Moscucci no he encontrado ninguna grabación de la <Boheme>. De Gianni Raimondi veremos y escucharemos una versión con Herbert Von Karajan en 1965 en la Scala.

               
GIANNI RAIMONDI



Ahora os pongo el dúo que canta en el primer acto, “O suave fanciulla” junto a la  soprano Teresa Stratas


                            La Boheme. T. Stratas. G. Raimondi duo "O soave fanciulla"


                                 CRÓNICA DE LA VANGUARDIA



CRONICA DE LA  VANGUARDIA DE LA OPERA DE LA  BOHEME, REPRESENTADA EN EL LICEO EL DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 1955, FUNCION DE TARDE
<La Boheme> parece de estar llamada en el Liceo a salvar cualquier inesperada contingencia que estropeara el desarrollo normal de la temporada. La empresa del Gran Teatro del Liceo echó de ella mano el domingo por la tarde, obligada a aplazar por uno días el estreno de <La Lola se va a los puertos>, la esperada ópera de Ángel Barrios. Y así como donde menos se espera salta la liebre, surgió en esta ocasión una <Boheme> que, lejos de dejar la impresión de lo imprevisto, satisfizo aún a los más exigentes. Una <Boheme> que, por el fragor de los aplausos que estallaron en la sala y la abundancia de repeticiones, recordó tiempos que ya parecían idos para siempre. Éxito completo de la romántica ópera; la obra maestra de Puccini Todo resultó con forme con los deseos de quienes tienen fe ilimitada en las sugestiones de la música del célebre compositor italiano y en las posibilidades de los elementos con que cuenta el Liceo.
La aventura amorosa de Mimí y Rodolfo volvió a encontrar su frescura, su emoción y su melancolía en la soprano Oretta Moscucci, que no ha titubeado en abandonar Italia para una sola actuación en el Liceo, y el tenor Gianni Raimondi. Este que, había demostrado en <Madama Butterfly>, puede remontarse gallardamente a las regiones altas, se enfrentó con la faz risueña con el <do> de la <gélida manina> y se ganó una ovación estruendosa, teniendo que bisar la pagina. Oretta Moscucci por su parte, compuso con gentileza de modulaciones y vibradora propiedad de acentos la apasionada figura de heroína, destinada a morir de frió y amor. Expresó con apasiona dora ingenuidad su relato del acto primero, después  del cual recogió encendidos aplauso y contribuyó poderosamente a que se impusiera la repetición del cuarteto, donde cada uno de los intérpretes hizo gala de su valer.
Del barítono Manuel Ausensi ¿Qué decir que no se haya consignado ya en estas crónicas? Es uno de los más firmes puntales de la presente temporada, y sus actuaciones se cuentan por triunfos. Fue un insuperable Marcelo, revestido con excelencias de voz y de arte.
Ornella Rovera, incisiva, desenvuelta y gratísima Musetta; el bajo Joaquín Deus, que dio tono y carácter a la parte de Colline, haciéndose aplaudir en la <vecchia zimarra>; el barítono Juan Rico, un Schaunard de medios vocales y una compresión que no es frecuente hallar en los intérpretes de tal personaje, y Antonio Bacoro, discretísimo en su doble papel de Benoit y Alcindoro.
Con añadir que el coro se portó como bueno, que la escena quedó cuidada en todos los detalles por Oscar Saxida-Sassi, y que la orquesta, bajo la dirección del maestro Nino Verchi, dio  intensidad expresiva a la partitura. Quedará explicado  y justificado el éxito  de esta <Bohéme>, que es lástima flor de un día.
U.F. Zanni
Con esta <Bohéme> ya se acabó para mí y mis compañeros, la temporada 1955-1956. Ahora vuelta a empezar, A la rutina de mi trabajo y a las  “sesiones” que teníamos en la barbería de Manolo Polo, que gracias a ellas se me hacia el tiempo más llevadero.






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