PRESENTACIÓN
Me llamo Francisco Giner Lloret soy alicantino,
aficionado y amante de la música
operística. Cuento en la actualidad 78 años.
AGRADECIMIENTO
Mi más cordial agradecimiento a los
Pergolesi, Donizetti, Bellini, Rossini,Verdi, Puccini, Giordano, Massenet,
Bizet, Mascagni etcétera……, al Gran Teatro del Liceo, a muchos comentaristas y críticos que en su
momento mencionaré, a mi “diario” que es el que me mantiene la memoria
viva, y en especial a YouTube ya que nos ha abierto a todos los aficionados
a la lírica, un mundo que jamás podíamos
haber soñado pues sin ello me hubiera sido imposible escribir este libro,
aportando, grabaciones, datos y documentos recopilados a lo largo de mi extensa
vida de este maravilloso mundo que es la
lírica.
DEDICATORIA
Dedico este libro a mi mujer Remedios, hijos
Francisco (fallecido), Juan, Angelina y
Ana, a mis 7 nietos, (por ahora) para
que, cuando ellos sean mayores tengan un recuerdo de su abuelo el gran amante de
la música operística. A mi prima hermana
María Dolores Baeza Giner, que fue la
que me enseño desde pequeño la
forma de manejar un diario y a tener un diccionario siempre en mis manos. Y un
recordatorio a todos los aficionados a la lírica, en especial a ese “Grupo de
amigos del Teatro Calderón” que me iniciaron a amar la ópera
y me sirvieron de guía y de acompañamiento en aquellos esporádicos
viajes a Barcelona, para asistir a algunas
funciones de ópera. Iba con tanta
ilusión y curiosidad, que el trayecto se me hacia corto pues la conversación
era todo sobre ópera, cada uno contaba sus experiencias y yo como una esponja
lo iba absorbiendo todo lo que me interesaba, pues sin ellos, no hubieran
brotado las raíces operísticas que
germinaron en mí. Mención especial a Enriquito y a su amigo Manolo Polo,
el barbero, grandes artífices de mi locura por la ópera pues de este grupo eran de los que tenía más contacto, Enriquito, su padre tenía el “Bar Enrique “, que estaba en La Cruz de los caídos y Manolo Polo el barbero, su padre tenía la barbería al lado del “Bar Enrique “,
Manolo y Enriquito vivían muy cerca de
casa de mis tíos. Siento que todos ellos estén ya fallecidos y sé que si en el
más allá hay un Cielo, estarán gozando y
viendo la trayectoria que ellos me habían marcado. ¡Ha! y sin olvidarme de Juan Llorens el "Chato" corista del Orfeón de Alicante donde hemos pasado horas y horas hablando de zarzuela y de su coro y también de su libro <Historias del Orfeón>.Un recuerdo a mi admirado y mentor “Señor Smith”
el cual me enseño y describió como eran las voces de la época
que cantaban Enrico Caruso y demás cantantes. Tengo que agradecer a AMIGOS DE LA LÍRICA,a hora AMANTES DE LA LÍRICA, que ellos, mis amigos, me han dado el empujón que me faltaba, pues en esta página de Facebook me tratan con mucho cariño y he podido expresar todo lo que en mi interior tenia. Agradecer a José Grande, (artífice de esta pagina), Juanjo De los Ríos (gran erudito en materias liricas),Enrique Paz Esdcudero, Cristina Bevia, Josefa Cutin Alonso, Rebeca Ob Elías, Asís Lamas, José Manuel Viturro, Carmen Elisa Rincon, Miguel Ángel Camaño Conde, Vicente Roldan Fernandez, Jesús Maria Ochandiano Rodriguez,Paquita Montañez Moreno, Juan Escriva, Mercedes Lorente Bou, Ana Martínez, Adela Estevez Campos, María Belén, Britos Barrio, Luis Alberto Cansino y un etcétera muy largo, a todos ellos mi agradecimiento por las semillas que me habéis puesto en mis conocimientos, pues de todos vosotros sigo aprendiendo, habéis contribuido sin vosotros saberlo, a que me decidiera por esta aventura que para mí ha sido un goce de casi dos años. En este libro recojo, todas las funciones de ópera que asistí
en el Teatro del Liceo, con mis pequeños comentarios sobre lo que había visto y
ahora por el tiempo pasado hago unas observaciones cargadas ya de mi
experiencia actual. También van acompañadas de las crónicas del periódico de LA
VANGUARDIA, de las funciones a las que yo asistí. También os expongo, mis
experiencias, anécdotas y sapiencias
absorbidas de todo este mundo tan fantástico.
¿Y cómo no? hago referencia a estos grandísimos cronistas: Rodolfo
Celleti, U.F. Zanni, Xavier Montsalvatge, el doctor Colomer Pujol, (locutor
critico de las retransmisiones del Liceo de Radio Nacional, quién me
enseño a saber criticar las voces de una
forma constructiva y no dañina), Antonio Fernández Cid, Arturo Reverte, Roger
Alier y su inseparable amigo Marcel Gorgori y algunos más que no me vienen a mi
memoria.
FORMATO DE MIS VIVENCIAS
En estas MIS VIVENCIAS EN EL GRAN TEATRO DEL LICEO esta es una versión revisada ya que anteriormente en el año 2013 lo edite por primera vez pero por cuestiones técnicas no se pudo lanzar. Ahora he creado un pagina Web espero y deseo que llegue a su fin.
Este libro está confeccionado para todos los amantes de la
ópera. Quiero compartir y expresar todas mis vivencias acaecidas en el Gran Teatro del Liceo
desde el año 1953 hasta 1974, 21 años. Voy a procurar y prodigar el expresaros
en este libro, todas las óperas que yo asistí en este Gran teatro del Liceo de
Barcelona, contaros y relataros todas
las producciones que yo viví, estando acompañado de mis criterios y
observaciones, se que algunas opiniones no estarán de acuerdo con algún
aficionado pero pensad que son simplemente opiniones y por supuesto no pretendo
crear cátedra, soy un aficionado que he tenido a la ópera como un gran
acompañante en mi larga vida, y os puedo decir que me ha dado muchas
satisfacciones, me ha dado lugar a conocer a muchas personas con la misma
afición, hemos entablado y contrastado
un sinfín de criterios y el final siempre ha sido el mismo, cada uno se queda
con su pareceres y tan amigos.
Comenzare exponiendo primeramente el cartel
de la temporada correspondiente, en el Gran Teatro del Liceo, para que de esa
forma sepáis lo que se había programado en esa temporada. Seguidamente os
anunciaré la opera a que asistí, poniendo la fecha y nombres de los
cantantes que actuaron en dicha función.
A continuación os haré un pequeño
comentario sobre lo que yo vi, (me ayudo de mi “diario” que es el que me hace recordar todo lo sucedido en aquellos años) y
a la vez os pondré algún comentario
desde la perspectiva actual. Procuraré el poneros de la ópera que yo vi en esa noche, algunos fragmentos cantados por los
mismos interpretes, si no es posible lo haré con otros cantantes. También intentare poneros
la ópera completa cantada por los mismos intérpretes, cosa que es muy difícil
pues por aquellos años la tecnología aún no estaba tan avanzada. De todas
formas ya me las arreglare para poneros alguna versión, bien en audio, vídeo o
fragmentada.
A continuación de todo ello os pondré la
crónica del periódico de La Vanguardia de la ópera que yo asistí, y de esa
forma podréis constatar el criterio del profesional del periódico, con vuestro
criterio y el mío.
También os pondré alguna entrevista
realizada por aquellos años de algún cantante.
Todo esto estará sazonado con fotografías de
los autores musicales, cantantes y teatros.
La mayoría de las grabaciones que vais a
escuchar y ver, son sacadas por YouTube, por Radio Clásica y algunas de mi
discoteca personal.
Yo no soy de letras, por lo tanto, si notáis
algunas incongruencias en mi escritura os pido perdón.
Lo que recuerdo es que de muy pequeño,
cuando tenía seis años, (1945) ya me gustaba escuchar por la radio, las solicitudes que daban por las felicitaciones de años u onomásticas,
dedicaban las canciones de aquella época
y de vez en cuando ponían algún
fragmento de zarzuela u opera, ponía
mucha atención cuando el fragmento era de mi gusto y casi siempre
eran de zarzuela u ópera.<La rosa del
azafrán>, “la canción del sembrador” y de
<Marina> “Costas las de
Levante “ y de ópera “La donna e mobile”
de <Rigoletto> y “ el adiós a la vida “ de <Tosca>. Son recuerdos
que por aquella época 1945 más o menos
era los que más me llamaban la atención “¡¡Son
grandes recuerdos!!COMO ME AFICIONE A LA ÓPERA
BENIAMINO GIGLI
Desconozco la fecha (podría tener 7 años
pues aun no usaba el diario). Recuerdo
que fui con mis tíos por primera
vez al Teatro Principal de Alicante a ver una Zarzuela. Por el tiempo supe que
era “La Dogaresa”, ya que a mí se me quedó el estribillo de “Pastorcilla,
pastorcilla, quiéreme, quiéreme….” Y
cantada precisamente por Marcos Redondo.
MARCOS REDONDO
Os voy a hacer un apartado para que comprendáis él porque he vivido toda mi vida con mis tíos. Mi tío Paco y su mujer
Dolores, (hermana de mi padre) tenían dos hijas, Lola y Paquita. En nuestra
familia éramos seis hermanos, yo tenía
un hermano mellizo, eramos los más
pequeños de todos los hermanos, vivíamos en el pueblo del Campello (Alicante). Me cuentan mis hermanos mayores , (mi hermano Antonio y yo teníamos (tres
años) que un día, por las mañana, estando mi madre arreglándonos, en el patio
había un pozo que estaba tapado por una madera, y cuentan que mi madre nos puso
encima de la tapadera y en un descuido de mi madre, se fue a buscar alguna
cosa, en el preciso momento que la tapadera que nos soportaba a los dos , cedió
y yo fui a caer al fondo del pozo , mi hermano Antonio cayó al suelo y del susto que se llevo se
escondió en una carbonera que había en la cocina y dicha carbonera estaba
tapada por una cortina. En casa se llevaron un gran disgusto al no ver a ninguno
de los mellizos, todos creyeron que habíamos caído al pozo. Según me cuentan, a
los gritos de mi madre y hermanos mayores, pasaba por la calle un hombre con un burrito que iba vendiendo miel y
a los gritos, este hombre sacó unas cuerdas y con la ayuda de la gente que en
ese momento se congregó, el vendedor de miel se fue bajando al pozo y con alegría y a la vez tristeza solo me
encontraron a mí. Imaginaros el disgusto que había en casa al no encontrar a mi
otro hermano, todos creyeron que el pozo se había tragado a mi hermano Antonio.
Al rato oyeron unos gemidos que venían de la carbonera y allí lo encontraron
todo manchado de carbón. Como podéis imaginar la alegría que supuso el hallazgo
de mi hermano. Mi padre paraba poco tiempo por casa ya que tenía vario barcos
de pesca y pasaba tres o cuatro meses fuera pescando. Mi madre es la que
con seis hijos estaba muy atareada y se tomo la decisión consensuada de
que uno de los mellizos, se fuera a pasar unos días a Alicante en casa de mis
tíos, no sé cómo fue la elección pero lo que sí
sé es que yo fui el elegido. Mi llegada a casa de mis
tíos era, para pasar unos días y ¡¡me
quede toda una vida!! . Mis tíos fueron para mí como unos padres y siempre les
estaré muy agradecido. En la casa de Alicante, mis tíos tenían dos hijas,
Paquita y Lola, que tenían 11 y 14 años, así que
fue un regalo para ellas. Os
cuento todo esto porque, mi tío Paco tuvo
mucha influencia en que yo llegara a tener esta pasión por la ópera, que
más adelante os contare. Desde ese día ya no volví a casa de mis padres pues
mis tíos me habían tomado mucho cariño. Al poco tiempo falleció mi madre y fue
más motivo para que yo estuviera con ellos. Mis tíos han sido muy ejemplares
pues a lo largo del tiempo, cuando yo ya me hice mayor comprendí que se portaron como unos verdaderos padres.
Mi tío Paco era ese tipo de personaje que solamente al verle daba la sensación de ser una buena persona. Desde
los tres años hasta los doce años fueron muy fugaces y apenas tengo recuerdos.
La única trascendencia que hubo y muy
trágica fue el fallecimiento de Paquita una
de las hijas de mi tío Paco. Eso ocurrió
en el año 1950, cuando yo tenía 11 años, trágicos momentos para sus padres y su
hermana Lola, particularmente a mi me
afecto mucho pues estaba muy unido a mi prima, ella era la que me sacaba
de paseo y me llevaba al cine. A mi prima
Paquita siempre la he tenido mucho cariño y fue un gran soporte para mí.
En 1952 (tenía 13 años)ya empezaba hacer pinitos con mi “diario” pues hace
algunos años en casa de mi prima encontré un recorte dentro de un libro de cuando
yo estudiaba, del periódico Información, un apunte que decía así :Teatro
Principal Domingo 23 de Noviembre 1952 a
las 7 y cuarto de la tarde se representara la
zarzuela del Maestro Guerrero <LA
ROSA DEL AZAFRAN> siendo sus intérpretes principales Marcos Redondo y Conchita
Panades y seguidamente había otro
anuncio que decía que a las 10 cuarenta
y cinco de la noche se representaba del Maestro Sorozábal, <La del Manojo de
Rosas> por los cantantes Marcos Redondo y Gloria Alcaraz. Como veréis en
aquellos tiempos las compañías de
zarzuela hacían doblete en el mismo día. Os voy a poner una grabación de Marcos
Redondo, cantando -< La rosa del azafrán>- “La Canción del sembrador”.
Marcos Redondo
Por aquellos años cuando tenía que ir al
Teatro Principal, mis tíos ya me dejaban ir solo, la realidad es que la casa
donde vivía estaba muy cerca del Teatro. Mis tíos vivían en la calle Reyes
Católicos nº 3 enfrente de la Tienda del Bacalao, al lado de La Cruz de los
Caídos. Mis primeros contactos con
aficionados a la zarzuela y la ópera
fueron por pura casualidad. Muy cerca de mi casa, en la calle Gerona, había un
teatrito que se llamaba el Teatro Calderón (La bombonera) y era donde el Orfeón
de Alicante hacia sus ensayos y actuaciones, una tarde acompañado de varios
amigos al pasar por la puerta oímos
cantar y con nuestra curiosidad nos metimos a ver lo que había. Era un teatro
muy pequeño, tenía su escenario y su patio de butacas. A partir de ese momento
este pequeño teatro tenía un imán hacia mí y casi todos los días me acercaba a
escuchar como ensayaban fragmentos de zarzuela y canciones para coros. Aquí en este pequeño teatro fue
donde conocí a un grupo de personas, unos eran los novios de algunas chicas que
cantaban en el coro y otros eran muy aficionados a la zarzuela y ópera. Todos eran mayores y el
más joven ya había hecho el servicio militar. Recuerdo que tenía muchas
regañinas con mi tía pues llegaba siempre tarde a casa. Conseguí que varios
amigos del grupo fueran a visitar a mis tíos y les contara todo lo que
hacíamos, coincidió que dos de ellos, Manolo Polo, el hijo de barbero, la
barbería estaba enfrene de La Cruz de los Caídos y Enriquito el que su padre tenía el bar “Enrique”, al
lado de la barbería, eran muy amigos de mi tío Paco. Al final pude conseguir
que me dejaran estar un rato más con estos amigos, a cambio de hacer los deberes, antes de irme
al Teatro Calderón. Estos amigos se extrañaban, como a mi edad iba casi todos los días a ver los ensayos. De
ahí vino una gran amistad con todos ellos. A mí me trataban como lo que era, un niño y todos me cogieron mucho cariño, no
se explicaban cómo un chaval tan joven, me gustara la zarzuela y la ópera. De ellos
aprendí mucho, fueron mis maestros y me
contaban que todos los años iban a
Barcelona a ver algunas óperas, hablaban de sus viajes y sus experiencias y me quedaba embobado
oyéndoles. Por esos tiempos iba al colegio de los Hermanos Maristas y la realidad es que no era
mi fuerte el estudiar, mi tío ya me comentaba que si no quería estudiar había
que pensar en ponerse a trabajar. Salí del colegio y empecé a ir a La Escuela
de Comercio, aquí ya tenía 14 años (1953),
por las mañanas (madrugaba mucho)
iba a trabajar en el negocio que tenía mi tío y por las tardes iba a la
academia a estudiar. Mi tío Paco era socio de una empresa llamada
“Lloret y Llinares “que se dedicaba a la venta de pescado fresco. Todos los
barcos de pesca que entraban en el puerto iban a la Lonja de pescados a vender
y ahí es donde la empresa de “Lloret y
Llinares” se encargaba de subastar el
pescado que traían los barcos, al principio iba de ayudante de un subastador muy mayor llamado “ Pepe Caín”, mi trabajo
consistía en apuntar los nombres de los compradores, la cantidad de cajas que
habían comprado y el precio, luego de la subasta me iba a la oficina a hacer la facturación, al poco tiempo ya me
pusieron de subastador. Este fue mi primer trabajo, que proseguí
hasta la llegada a Barcelona que fue en 1962.
Bien, sigamos, en el año 1953, en el trabajo
conocí al Gerente y contable de esta
empresa llamado Luis Chinchilla, esta persona era de una gran personalidad, era
altísimo y con el pelo blanco y se le tenía un gran respeto. A los pocos
meses de empezar a trabajar, tuve un
desafortunado roce con el Sr. Luis Chinchilla, (que tuvo sus consecuencias
sobre mi afición al mundo de la ópera),
una mañana en la oficina (éramos,
contando con migo, ocho oficinistas)
cuando yo estaba preparando la facturación, se estaba haciendo un comentario sobre unas chicas muy
guapas que pasaban por el paseo, la
oficina tenía unos ventanales que daban al Parque de Ramón y Cajal, y en esto
el Sr. Luis Chinchilla me pregunto
¿Paquito tu qué harías si estuvieras asolas con esas
chicas? Mi contestación a mis 14 años fue tajante, ¿Y a usted que le
importa lo que yo pueda hacer? Hubo un
gran silencio, el Sr. Luís no dijo nada y se marcho, luego hubo una pequeña reprimenda por parte de algunos
oficinistas pero también otros resaltaron que no eran formas de hacerme dicha
pregunta. Como era de esperar cuando fui a casa a comer, mi tío Paco estaba
enterado del incidente e hizo que le
explicara todo lo sucedido, me escuchó muy atentamente y me dijo que no tenía ninguna importancia,
luego me comento que lo más lógico, era que cuando lo viera le pidiera perdón cosa que
hice al día siguiente. Y mira por
donde ¡¡ZAS ¡¡ ocurrió lo que yo nunca me podría haber imaginado,
cuando le estaba pidiendo perdón, no me dejo terminar y de sopetón me dijo. –
Estoy enterado por tu tío Paco, que te
gusta la Zarzuela y la ópera, voy a hablar con tu tío para que el domingo me
invite a tomar café en su casa y voy a
aprovechar para hacerte un regalo. Para mí fue una gran sorpresa no me podía
imaginar que hubiera tenido esta reacción y menos que me dijera que le
gustaba la ópera. ¡¡Pues sí!! Al domingo
siguiente tuvimos en casa de mis tíos dicha visita, acompañado de su esposa y
dos hijas, estuvimos hablando de ópera
durante un buen tiempo y el regalo fue un disco de piedra de Giuseppe Anselmi
cantando “Tombe degli avimiei” de <Lucia
di Lammermoor> (Donizetti), este, os
puedo decir, que fue mi primer disco. Lo conservo como una reliquia, si buscáis
en YouTube se puede encontrar. A propósito del tenor Giuseppe Anselmi, el Señor
Luis me comento de que el corazón de dicho tenor lo donó al Teatro Real, donde
se conservó durante muchos años (Actualmente su corazón forma parte del fondo
del Museo Nacional del Teatro, en Almagro (Ciudad Real). El sonido no es muy bueno pero creo que
merece la pena escuchar esta grandísima voz
Giusseppe Anselmi
En ese día nació una gran relación con Don
Luis Chinchilla pues fue el que siempre mediaba con mi tío, como
pronto veréis, en la compra de
una colección de discos y los viajes que hice hacia a Barcelona para ver algunas
representaciones de ópera. Sobre la compra
de los discos os tengo que contar una pequeña anécdota que protagonizó
mi tío y con ello era la demostración
del afecto y cariño que tenía mi tío hacia mí.
Yo ya estaba esperando a que me llamara el
Sr. Luis al despacho para a aprovechar y
preguntarle donde había comprado los discos, así cuando por primera vez que me
llamo don Luis a su despacho, aproveche para que me diera todos los
detalles, del sitio donde se encontraba la dicha carbonería y ¿que costaba
cada disco? Estaba deseando que llegara
la tarde para ir a la carbonería
para ver los discos y comprar algún
disco, recuerdo que llevaba seis pesetas y esperaba comprar dos discos pues según Don Luis, él compro varios y el
precio por disco era de tres pesetas. La persona que estaba al frente de dicha carbonería lo primero que me dijo fue ¿qué tipo de carbón quería? y le dije que lo
que quería era ver la colección de
discos. Me hizo pasar a la trastienda y en un rincón había un montón de
cajas de cartón, pesaban mucho las cajas
y fui viendo los discos e iba apartando los que me interesaba, Ricardo
Stracciari, Enrico Caruso, Tita Ruffo, María Barrientos, Giuseppe de Luca,
Giuseppe Anselmi, José Palet, Francisco Viñas, Nelly Melba, Alessandro Bonci,
Lina Cavalieri, Giovanni Zenatello, Amedeo Bassi, Victor Maurel, Adelina Patti
etcétera, etcétera… Cuando vi el disco
del dúo de Otello (Verdi) “Si pel ciel”
cantado por Enrico Caruso y Tita Ruffo, me quedé estupefacto, pues según
mis amigos del Teatro Calderón y también
Don Luis, me habían comentado que de esa grabación solamente
habían hecho la primera tirada y única de 500 discos, debido a que cuando
Enrico Caruso y Tita Ruffo estuvieron oyendo la grabación, Enrico Caruso no
estaba conforme y dijo que había que repetirla, debido a que según Enrico
Caruso, había comentado que en la grabación en un pequeño pasaje del dúo se
notaba que su voz era tapada por Titta Ruffo, hubo una fuerte discusión y la
compañía Gramófono intentó arreglarlo y no hubo manera, como ya se había hecho
la primera tirada de 500 discos y había
un documento que estaba firmado por los
dos no hubo forma de anular la grabación. No volvieron a grabar ni a cantar más
juntos, en ninguna representación de
ópera. (Sobre dicha grabación, creo que la
he escuchado ciento de veces, y sí, hay unos momentos, muy esporádico qué parece que tapa la voz de
Tita Ruffo a Enrico Caruso, a mí personalmente no le doy ninguna importancia
pues hay que entender que eran las primeras grabaciones que se hacían y
dependía mucho de la situación que tenia cada cual la trompeta (hoy micrófonos)
que tenían los cantantes cuando se hacia las grabaciones. Lo realmente cierto
es que es una grabación histórica
Enrico Caruso y Tita Ruffo
Es por ello que yo me quedé pensando que tenía una reliquia en mis
manos, me puse nerviosísimo pues aparte había muchos discos que eran de
colección. Pregunté al encargado que si me podía llevar dos discos y me dijo
que sí, el precio eran tres pesetas cada uno. Cuando ya los page y los tenia
metidos en una funda de papel, le pregunte si compraba más cantidad ¿qué precio me haría?, y me dijo que todo
dependía de qué cantidad iba a comprar, y me dijo que sobre dos pesetas sí los compraba todos.
De todas formas yo ya había hecho una selección de los discos que me gustaban,
por su puesto todos de óperas y los tenia apartados. Me marché con mis dos
trofeos, uno era el consabido dúo de Otello y el otro disco era de la Nelly
Melba grandísima soprano, cantando el “Vissi Dárte “de Tosca (Puccini). Esta
grandísima soprano en su época fue muy querida y admirada. Hubo un chef francés
Aguste Escofier que fue uno de su más rendido admirador, creó para ella platos
y postres como el “Melocotón Melba”, es el clásico melocotón en almíbar. Y
cuando la diva comenzó a tener problemas con su línea, el mencionado chef
inventó las “Tostadas Melba” para ayudar a mantener sus dietas.
Es una grabación antiquísima y en realidad
no se percibe muy bien la voz, pero es
innegable la técnica tan distinta que
tenían en aquella época a la de ahora de
emitir la voz.
Nellie Melba
Al
llegar a mi casa lo primero que hice fue enseñarles a mis tíos los dos discos que había comprado, les vi que tenían
una cara de satisfacción. Mi tío Paco me preguntó con qué dinero lo había
pagado y mi contestación fue con la gratificación que me daban en el trabajo.
Al día siguiente me faltó tiempo para buscar a Don Luis para notificarle la compra que había hecho. Le conté sobre el
disco de Enrico Caruso y Tita Ruffo y me contó la misma versión que mis
compañeros me habían contado. Le comenté que me hubiera gustado haber comprado
más discos pero mi situación no era muy boyante y le dije que empezaría a
ahorrar para ir comprando poco a poco algún disco. Pasado uno días, estando comiendo en casa, mi tío me comento
la cantidad de discos que habían, yo le dije que eran unas 15 cajas y más o
menos cabían unos 15 discos por caja, pero le hice saber que habían unas 9 cajas que no eran de ópera. Me hizo coger un papel
y sacar la cantidad de discos que había de ópera y de los otros discos que eran
de canciones españolas, tangos de Carlos Gardel y de música flamenca. De ópera
yo saque un cálculo de unos 90 discos y del resto de unos 135 discos de canciones
españolas, flamenco y de Carlos Gardel. Se
guardo el papel que yo hice y me dijo que estuviera preparado que después de dormir la siesta nos iríamos a
la carbonería “hacer negocio”. Me
entraron unos nervios que no pude
dormir (la siesta la hacíamos porque nos levantábamos muy temprano para ir al trabajo). Siempre he
reconocido que mi tío Paco era un gran negociante y a las muestra me remito;
Cuando llegamos a la carbonería echó un vistazo a todas la cajas y con permiso
del dueño me hizo separar las cajas que eran de ópera y del resto de otras
músicas, en efecto habían 6 cajas de
ópera. Le pidió el precio de las 6 cajas de ópera y el dueño de la carbonería
(muy espabilado) le dijo que si quería comprar tenía que comprar todo el lote
incluyendo las 9 cajas que no eran de ópera. Mi tío escuetamente le pregunto el
precio por disco y el dueño de la carbonería le dijo que por 2 pesetas el disco se lo vendía todo y mi tío
muy rápidamente le dijo que le daba 175 pesetas por todo el lote y le enseño el
dinero, el carbonero se quedó vacilante y cuando vio los billetes los contó y en un “plis-plas” se cerró el
negocio (pájaro en mano y ciento volando pensaría el carbonero). Ya podéis
imaginaros la alegría que llevaba mi cuerpo, al día siguiente mandó mi tío un carromato
para recoger las cajas. Estaba deseando que llegara la valiosa carga a casa y
ponerme a escuchar los discos.
Mis tíos tenían un gramófono y me pasaban las tardes escuchando esas
maravillosas voces. A los amigos del Teatro Calderón, los fui invitando a casa
de mis tíos varias tardes y eso supuso para mi tía y mi tío Paco una gran complacencia, mi tía Dolores, era una
persona muy atenta y gozaba haciendo unas meriendas que consistía en una café
con leche y pastas, (algún día nos hacia chocolate) que hacia ella, acompañado
de uno bollos que hacía en el horno, recuerdo que dejaban la bandeja limpia (en
aquellos años aun estaban en activa la
cartilla de racionamiento). De las 9 cajas que habían de canciones variadas,
tangos, flamenco y canción española aun tuve la suerte que entre los 135 discos
encontré unos 30 discos de ópera y zarzuela. Al cabo del tiempo tuve una gran
idea y fue cuando Manolo Polo, el barbero, murió su padre y se quedó solo en la
barbería, le dije de llevar las cajas de discos a la barbería y como Manolo
Polo tenía un tocadiscos en la
trastienda podríamos escuchar los discos, pusimos dos altavoces en unas estanterías
que había al lados de los espejos y fue un gran éxito. La verdad es que sin
darnos cuenta el negocio de la barbería aumento sensiblemente pues se corrió la
voz que allí cuando le estaban cortando el
pelo o afeitando ponían música de
ópera y parece ser, se hizo con una
clientela aficionados a la ópera y así qué en vez en cuando venia algún cliente
y le decía ¡¡Che Manolo mientras me das
una pasadita a la barba ponme un disco de Caruso ¡! La verdad es que en aquellos años yo
disfrutaba mucho, mis tíos estaban muy contentos pues sabían que cuando no estaba en la barbería estaba en el
Teatro Calderón, fueron unos años muy sugestivos y apacibles para mí.
Estaba esperando que llegara el mes de
Septiembre para conocer la programación del Liceo,(pensad que en aquellos años
no teníamos noticias del mundo de la ópera pues no habían revistas
especializadas, el único contacto que teníamos era por el periódico de La
Vanguardia o el ABC, o alguna función de zarzuela u ópera que solían hacer en
el Teatro Principal, no nos enterábamos
de nada, la única forma, recuerdo, que Manolo el barbero le traían todos los
días el periódico Información de Alicante , La Vanguardia de Barcelona y el ABC
de Madrid y una revista de toros llamada “ El ruedo” ese era el único contacto
que teníamos con el mundo exterior relacionado con la ópera.
Por
la Navidades de 1953, marcó un hito en mi vida musical, al ver la película de
< El Gran Caruso > recuerdo que en los quioscos de prensa vendían uno
libretos de la película El Gran Caruso que llevaban las letras de los fragmentos que cantaban en la película y me las aprendí de
memoria, puedo deciros que la película de El Gran Caruso la he visto.
Mario Lanza
Infinidad de veces. Al poco tiempo
aparecieron las películas de Luis Mariano, también mu gustaba pues su voz era
de tenor y particularmente me llamaba la atención sus agudos, era el clásico
vocalista melódico, fue un tenor lírico, cantante de operetas, su voz era de
terciopelo, un físico agradable y una sonrisa deslumbrante, hablaba varios
idiomas, diseñaba sus propios decorados, su vestuario, hacia los planos de sus mansiones e incluso escribió la letras
de algunas de sus canciones. El célebre Jean Gabin dijo de él - Hay artistas a quienes se admira y otros a
quien se ama – Luis Mariano
pertenecía a las dos categorías. Sus
películas causaron en mi un gran impacto pues la voz de tenor ya iba calando en
mi cerebro, sus películas de Violetas Imperiales,
La Bella de Cadiz,El sueño de Andalucia,El cantor de México, fueron muy
admiradas por mí.
Luis Mariano
Os voy a contar una anécdota que me ha
ocurrido hace poco, cuando estaba escribiendo < Mis vivencias>. A mí, de
joven, podría tener 14 o 15 años solía tararear una canción que en aquellos
años se solía cantar mucho, por la radio y en la calle, lo único que recuerdo de esa canción y lo
sigo recordando es una estrofa que decía “Alfonso XII volvía de los toros,
Julián Gayarre cantaba en el Real”,
nunca he podido saber que canción era, me he metido por internet y no lo he
conseguido. Pero mira por donde en Facebook, en la página de AMIGOS DE LA LIRICA ahora AMANTES DE LA LÍRICA donde estoy
“enganchado”, (os la recomiendo, púes encontrareis, un ambiente sereno,
familiar y muy entendido en cuestiones de la lírica) hay una asidua a esta
página, Cristina Bevia, que sin quererlo ella, un día puso la canción de
<Tardes de otoño en Platerías> en dicha pagina, y ¡¡O!! Mi sorpresa,
esta era la canción de <marras>, os voy a poner unas fotos de dicha cafetería,
Café Platerías, en aquella época se reunían toda clase de gentes, actores,
cantantes, políticos, poetas en fin, una cafetería que llegó a tener mucha fama
en Madrid. Os voy a poner la letra de la canción y observareis como sus autores
relataron algunas de sus vivencias.
Café de Plateria
Café de Platería por dentro
TARDE DE OTOÑO EN PLATERÍAS
(Antonio Aguilar, Alejo León, Juan Solano).
(Antonio Aguilar, Alejo León, Juan Solano).
Canta- García Guirao
La tarde clara de otoño madrileño que en
Platerías
tomaba yo café, con tu vestido gris entrar en el salón te vi.
Y, al verte tan bonita, me puse junto a ti.
La tarde moría en los espejos, soñaba el amor en los divanes
y todo yo temblé en el momento aquel, mi bien,
que, todo ruboroso, mi amor te declaré.
tomaba yo café, con tu vestido gris entrar en el salón te vi.
Y, al verte tan bonita, me puse junto a ti.
La tarde moría en los espejos, soñaba el amor en los divanes
y todo yo temblé en el momento aquel, mi bien,
que, todo ruboroso, mi amor te declaré.
¡Ay tarde de otoño llena de sol de Madrid!
Café de mis sueños donde el amor encontré.
¡Ay 1800, qué lejos ya estás de mí!
Todo pasó como una luz que yo apagué.
¡Ay tarde de otoño llena de sol de Madrid!
Alfonso XII volvía de los toros,
Café de mis sueños donde el amor encontré.
¡Ay 1800, qué lejos ya estás de mí!
Todo pasó como una luz que yo apagué.
¡Ay tarde de otoño llena de sol de Madrid!
Alfonso XII volvía de los toros,
Julián Gayarre cantaba en el Real.
Y yo en aquel café, gustoso te cité, mi bien,
y en sueños de ilusiones inquieto te esperé.
Las luces de gas iban creciendo.
La noche llegaba lentamente. Y, al no verte venir,
creyéndome de amor morir, me fui de Platerías
pensando sólo en ti.
y en sueños de ilusiones inquieto te esperé.
Las luces de gas iban creciendo.
La noche llegaba lentamente. Y, al no verte venir,
creyéndome de amor morir, me fui de Platerías
pensando sólo en ti.
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