viernes, 29 de septiembre de 2017

¿CÓMO ME AFICIONE A LA ÓPERA?

                     PRESENTACIÓN


Me llamo Francisco Giner Lloret soy alicantino, aficionado y  amante de la música operística. Cuento en la actualidad 78 años.

 AGRADECIMIENTO


Mi más cordial agradecimiento a los Pergolesi, Donizetti, Bellini, Rossini,Verdi, Puccini, Giordano, Massenet, Bizet, Mascagni etcétera……, al Gran Teatro del Liceo,  a muchos comentaristas y críticos que en su momento mencionaré,  a mi “diario”  que es el que me mantiene la memoria viva,  y en especial a YouTube  ya que nos ha abierto a todos los aficionados a la lírica, un mundo que jamás  podíamos haber soñado pues sin ello me hubiera sido imposible escribir este libro, aportando, grabaciones, datos y documentos recopilados a lo largo de mi extensa vida de este maravilloso mundo que es  la lírica.


DEDICATORIA

Dedico este libro a mi mujer Remedios, hijos Francisco (fallecido),  Juan, Angelina y Ana, a  mis 7 nietos, (por ahora) para que, cuando ellos sean mayores tengan un recuerdo de su abuelo el gran amante de la música operística. A mi prima hermana  María Dolores  Baeza Giner,  que fue la  que me enseño  desde pequeño la forma de manejar un diario y a tener un diccionario siempre en mis manos. Y un recordatorio a todos los aficionados a la lírica, en especial a ese “Grupo de amigos del Teatro Calderón” que me iniciaron a amar  la ópera  y me sirvieron de guía y de acompañamiento en aquellos esporádicos viajes  a Barcelona, para asistir a algunas funciones  de ópera. Iba con tanta ilusión y curiosidad, que el trayecto se me hacia corto pues la conversación era todo sobre ópera, cada uno contaba sus experiencias y yo como una esponja lo iba absorbiendo todo lo que me interesaba, pues sin ellos, no hubieran brotado las raíces operísticas que  germinaron en mí. Mención especial a Enriquito y a su amigo Manolo Polo, el barbero, grandes artífices de mi locura por la ópera  pues de este grupo eran de los que tenía  más contacto, Enriquito, su padre tenía  el “Bar Enrique “,  que estaba en La Cruz de los caídos  y Manolo Polo el barbero, su padre tenía  la barbería al lado del “Bar Enrique “, Manolo y Enriquito  vivían muy cerca de casa de mis tíos. Siento que todos ellos estén ya fallecidos y sé que si en el más allá hay un Cielo,  estarán gozando y viendo la trayectoria que ellos me habían marcado. ¡Ha! y sin olvidarme de Juan Llorens el "Chato" corista del Orfeón de Alicante donde hemos pasado horas y horas hablando de zarzuela y de su coro y también de su libro <Historias del Orfeón>.Un recuerdo a mi  admirado y mentor “Señor Smith” el cual me enseño y describió como eran las voces de  la época  que cantaban Enrico Caruso y demás cantantes. Tengo que agradecer a  AMIGOS DE LA LÍRICA,a hora AMANTES DE LA LÍRICA, que ellos, mis amigos, me han dado el empujón que me faltaba, pues en esta página de Facebook me tratan con mucho cariño y he podido expresar todo lo que en mi interior tenia. Agradecer a José Grande, (artífice de esta pagina), Juanjo De los Ríos (gran erudito en materias liricas),Enrique Paz Esdcudero, Cristina Bevia, Josefa Cutin Alonso, Rebeca Ob Elías, Asís Lamas, José Manuel Viturro, Carmen Elisa Rincon, Miguel Ángel Camaño Conde, Vicente Roldan Fernandez, Jesús Maria  Ochandiano Rodriguez,Paquita Montañez Moreno, Juan Escriva, Mercedes Lorente Bou, Ana Martínez, Adela Estevez Campos, María Belén, Britos  Barrio, Luis Alberto Cansino y un etcétera muy largo, a todos ellos mi agradecimiento por las semillas que me habéis puesto en mis conocimientos, pues de todos vosotros sigo aprendiendo, habéis contribuido sin vosotros  saberlo, a que me decidiera por esta aventura que para mí ha sido un goce de casi dos años. En este libro recojo, todas las funciones de ópera que asistí en el Teatro del Liceo, con mis pequeños comentarios sobre lo que había visto y ahora por el tiempo pasado hago unas observaciones cargadas ya de mi experiencia actual. También van acompañadas de las crónicas del periódico de LA VANGUARDIA, de las funciones a las que yo asistí. También os expongo, mis experiencias, anécdotas  y sapiencias absorbidas de todo este mundo tan fantástico.  ¿Y cómo no? hago referencia a estos grandísimos cronistas: Rodolfo Celleti, U.F. Zanni, Xavier Montsalvatge, el doctor Colomer Pujol, (locutor critico de las retransmisiones del Liceo de Radio Nacional, quién me enseño  a saber criticar las voces de una forma constructiva y no dañina), Antonio Fernández Cid, Arturo Reverte, Roger Alier y su inseparable amigo Marcel Gorgori y algunos más que no me vienen a mi memoria.




FORMATO DE MIS VIVENCIAS


 En  estas MIS VIVENCIAS EN EL GRAN TEATRO DEL LICEO esta es una versión revisada ya que anteriormente en el año 2013 lo edite por primera vez pero por cuestiones técnicas no se pudo lanzar. Ahora he creado un pagina Web espero y deseo que llegue a su fin.
Este libro está  confeccionado para todos los amantes de la ópera. Quiero compartir y expresar todas mis vivencias acaecidas en el Gran Teatro del Liceo desde el año 1953 hasta 1974, 21 años. Voy a procurar y prodigar el expresaros en este libro, todas las óperas que yo asistí en este Gran teatro del Liceo de Barcelona,  contaros y relataros todas las producciones que yo viví, estando acompañado de mis criterios y observaciones, se que algunas opiniones no estarán de acuerdo con algún aficionado pero pensad que son simplemente opiniones y por supuesto no pretendo crear cátedra, soy un aficionado que he tenido a la ópera como un gran acompañante en mi larga vida, y os puedo decir que me ha dado muchas satisfacciones, me ha dado lugar a conocer a muchas personas con la misma afición, hemos entablado  y contrastado un sinfín de criterios y el final siempre ha sido el mismo, cada uno se queda con su pareceres y tan amigos.
Comenzare exponiendo primeramente el cartel de la temporada correspondiente, en el Gran Teatro del Liceo, para que de esa forma sepáis lo que se había programado en esa temporada. Seguidamente os anunciaré la opera a que asistí, poniendo la fecha y nombres de los cantantes  que actuaron en dicha función. A continuación os haré  un pequeño comentario sobre lo que yo vi, (me ayudo de mi “diario” que es el que me hace  recordar todo lo sucedido en aquellos años) y a la vez os pondré  algún comentario desde la perspectiva actual. Procuraré el poneros de la ópera que yo vi  en esa noche, algunos fragmentos cantados por los mismos interpretes, si no es posible lo haré  con otros cantantes. También intentare poneros la ópera completa cantada por los mismos intérpretes, cosa que es muy difícil pues por aquellos años la tecnología aún no estaba tan avanzada. De todas formas ya me las arreglare para poneros alguna versión, bien en audio, vídeo o fragmentada.  
A continuación de todo ello os pondré la crónica del periódico de La Vanguardia de la ópera que yo asistí, y de esa forma podréis constatar el criterio del profesional del periódico, con vuestro criterio y el mío.
También os pondré alguna entrevista realizada por aquellos años de algún cantante.
Todo esto estará sazonado con fotografías de los autores musicales, cantantes y teatros.
La mayoría de las grabaciones que vais a escuchar y ver, son sacadas por YouTube, por Radio Clásica y algunas de mi discoteca personal.
Yo no soy de letras, por lo tanto, si notáis algunas incongruencias en mi escritura os pido perdón.



                   COMO ME AFICIONE A LA ÓPERA



Lo que recuerdo es que de muy pequeño, cuando tenía seis años,  (1945)  ya me gustaba escuchar por la radio,  las solicitudes que daban por  las felicitaciones de años u onomásticas, dedicaban las canciones de aquella  época y de vez  en cuando ponían algún fragmento de  zarzuela u opera, ponía mucha atención  cuando  el fragmento era de mi gusto y casi siempre eran de  zarzuela u ópera.<La rosa del azafrán>, “la canción del sembrador” y de  <Marina>  “Costas las de Levante “ y de ópera  “La donna e mobile” de <Rigoletto> y “ el adiós a la vida “ de <Tosca>. Son recuerdos que por aquella época  1945 más o menos era los que más  me llamaban la atención “¡¡Son grandes recuerdos!!
                                                                                     


                                                     HIPOLITO LAZAR0

BENIAMINO GIGLI


Desconozco la fecha (podría tener 7 años pues aun no usaba el diario). Recuerdo  que fui con mis tíos   por primera vez al Teatro Principal de Alicante a ver una Zarzuela. Por el tiempo supe que era “La Dogaresa”, ya que a mí se me quedó el estribillo de “Pastorcilla, pastorcilla, quiéreme, quiéreme….”  Y cantada precisamente por Marcos Redondo.
                                                    MARCOS REDONDO  

                                Os voy a hacer un apartado para que comprendáis él porque  he vivido toda mi  vida con mis tíos. Mi tío Paco y su mujer Dolores, (hermana de mi padre) tenían dos hijas, Lola y Paquita. En nuestra familia éramos  seis hermanos, yo tenía un hermano mellizo, eramos  los más pequeños de todos los hermanos, vivíamos en el pueblo del Campello (Alicante). Me cuentan mis hermanos mayores , (mi hermano Antonio y yo teníamos (tres años) que un día, por las mañana, estando mi madre arreglándonos, en el patio había un pozo que estaba tapado por una madera, y cuentan que mi madre nos puso encima de la tapadera y en un descuido de mi madre, se fue a buscar alguna cosa, en el preciso momento que la tapadera que nos soportaba a los dos , cedió y yo fui a caer al fondo del pozo , mi hermano Antonio  cayó al suelo y del susto que se llevo se escondió en una carbonera que había en la cocina y dicha carbonera estaba tapada por una cortina. En casa se llevaron un gran disgusto al no ver a ninguno de los mellizos, todos creyeron que habíamos caído al pozo. Según me cuentan, a los gritos de mi madre y hermanos mayores, pasaba por la calle un  hombre con un burrito que iba vendiendo miel y a los gritos, este hombre sacó unas cuerdas y con la ayuda de la gente que en ese momento se congregó, el vendedor de miel se fue bajando al pozo  y con alegría y a la vez tristeza solo me encontraron a mí. Imaginaros el disgusto que había en casa al no encontrar a mi otro hermano, todos creyeron que el pozo se había tragado a mi hermano Antonio. Al rato oyeron unos gemidos que venían de la carbonera y allí lo encontraron todo manchado de carbón. Como podéis imaginar la alegría que supuso el hallazgo de mi hermano. Mi padre paraba poco tiempo por casa ya que tenía vario  barcos  de pesca y pasaba tres o cuatro meses fuera pescando. Mi madre es la  que  con seis hijos estaba muy atareada y se tomo la decisión consensuada de que uno de los mellizos, se fuera a pasar unos días a Alicante en casa de mis tíos, no sé cómo fue la elección pero lo que sí  sé  es que yo fui  el elegido. Mi llegada a casa de mis tíos  era, para pasar unos días y ¡¡me quede toda una vida!! . Mis tíos fueron para mí como unos padres y siempre les estaré muy agradecido.   En la  casa de Alicante, mis tíos tenían dos hijas, Paquita y Lola, que tenían 11  y 14  años, así que  fue un regalo para ellas.  Os cuento todo esto porque, mi tío Paco tuvo  mucha influencia en que yo llegara a tener esta pasión por la ópera, que más adelante os contare. Desde ese día ya no volví a casa de mis padres pues mis tíos me habían tomado mucho cariño. Al poco tiempo falleció mi madre y fue más motivo para que yo estuviera con ellos. Mis tíos han sido muy ejemplares pues a lo largo del tiempo, cuando yo ya me hice mayor comprendí  que se portaron como unos verdaderos padres. Mi tío Paco era ese tipo de personaje  que solamente al verle daba la sensación de ser una buena persona. Desde los tres años hasta los doce años fueron muy fugaces y apenas tengo recuerdos. La única trascendencia que hubo  y muy trágica fue el fallecimiento de Paquita  una de las hijas de mi tío Paco.  Eso ocurrió en el año 1950, cuando yo tenía 11 años, trágicos momentos para sus padres y su hermana Lola, particularmente a mi me  afecto mucho pues estaba muy unido a mi prima, ella era la que me sacaba de paseo y me llevaba al cine. A mi prima  Paquita siempre la he tenido mucho cariño y fue un gran soporte para mí. En 1952 (tenía 13 años)ya empezaba hacer pinitos con mi “diario” pues hace algunos años en casa de mi prima encontré un recorte dentro de un libro de cuando yo estudiaba, del periódico Información, un apunte que decía así :Teatro Principal  Domingo 23 de Noviembre 1952 a las 7 y cuarto de la tarde se representara la  zarzuela del Maestro Guerrero  <LA ROSA DEL AZAFRAN> siendo sus intérpretes principales Marcos Redondo y Conchita Panades  y seguidamente había otro anuncio que  decía que a las 10 cuarenta y cinco de la noche se representaba del Maestro Sorozábal, <La del Manojo de Rosas> por los cantantes Marcos Redondo y Gloria Alcaraz. Como veréis en aquellos tiempos  las compañías de zarzuela hacían doblete en el mismo día. Os voy a poner una grabación de Marcos Redondo, cantando -< La rosa del azafrán>-  “La Canción del sembrador”.
                                                                    Marcos Redondo



Por aquellos años cuando tenía que ir al Teatro Principal, mis tíos ya me dejaban ir solo, la realidad es que la casa donde vivía estaba muy cerca del Teatro. Mis tíos vivían en la calle Reyes Católicos nº 3 enfrente de la Tienda del Bacalao, al lado de La Cruz de los Caídos.  Mis primeros contactos con aficionados a la  zarzuela y la ópera fueron por pura casualidad. Muy cerca de mi casa, en la calle Gerona, había un teatrito que se llamaba el Teatro Calderón (La bombonera) y era donde el Orfeón de Alicante hacia sus ensayos y actuaciones, una tarde acompañado de varios amigos al  pasar por la puerta oímos cantar y con nuestra curiosidad nos metimos a ver lo que había. Era un teatro muy pequeño, tenía su escenario y su patio de butacas. A partir de ese momento este pequeño teatro tenía un imán hacia mí y casi todos los días me acercaba a escuchar como ensayaban fragmentos de zarzuela y canciones  para coros. Aquí en este pequeño teatro fue donde conocí a un grupo de personas, unos eran los novios de algunas chicas que cantaban en el coro y otros eran muy aficionados a  la zarzuela y ópera. Todos eran mayores y el más joven ya había hecho el servicio militar. Recuerdo que tenía muchas regañinas con mi tía pues llegaba siempre tarde a casa. Conseguí que varios amigos del grupo fueran a visitar a mis tíos y les contara todo lo que hacíamos, coincidió que dos de ellos, Manolo Polo, el hijo de barbero, la barbería estaba enfrene de La Cruz de los Caídos y Enriquito  el que su padre tenía el bar “Enrique”, al lado de la barbería, eran muy amigos de mi tío Paco. Al final pude conseguir que me dejaran estar un rato más con estos amigos,  a cambio de hacer los deberes, antes de irme al Teatro Calderón. Estos amigos se extrañaban, como a mi edad  iba casi todos los días a ver los ensayos. De ahí vino una gran amistad con todos ellos. A mí me trataban como lo que era,  un niño y todos me cogieron mucho cariño, no se explicaban cómo un chaval  tan joven,  me gustara la zarzuela y la ópera. De ellos aprendí mucho,  fueron mis maestros y me contaban que todos los años iban a  Barcelona a ver algunas óperas, hablaban de sus viajes y   sus experiencias y me quedaba embobado oyéndoles. Por esos tiempos iba al colegio de los  Hermanos Maristas y la realidad es que no era mi fuerte el estudiar, mi tío ya me comentaba que si no quería estudiar había que pensar en ponerse a trabajar. Salí del colegio y empecé a ir a La Escuela de Comercio, aquí ya tenía 14 años (1953),  por las mañanas (madrugaba mucho)  iba a trabajar en el negocio que tenía mi tío y por las tardes  iba a la  academia a estudiar. Mi tío Paco era socio de una empresa llamada “Lloret y Llinares “que se dedicaba a la venta de pescado fresco. Todos los barcos de pesca que entraban en el puerto iban a la Lonja de pescados a vender y ahí es donde la empresa de  “Lloret y Llinares”  se encargaba de subastar el pescado que traían los barcos, al principio iba de ayudante de un subastador  muy mayor llamado “ Pepe Caín”, mi trabajo consistía en apuntar los nombres de los compradores, la cantidad de cajas que habían comprado y el precio, luego de la subasta me iba a la oficina a  hacer la facturación, al poco tiempo ya me pusieron de subastador. Este fue mi primer trabajo,  que proseguí  hasta la llegada a Barcelona que fue en 1962.
Bien, sigamos, en el año 1953, en el trabajo conocí al  Gerente y contable de esta empresa llamado Luis Chinchilla, esta persona era de una gran personalidad, era altísimo y con el pelo blanco y se le tenía un gran respeto. A los pocos meses  de empezar a trabajar, tuve un desafortunado roce con el Sr. Luis Chinchilla, (que tuvo sus consecuencias sobre mi afición al mundo de la ópera),  una mañana en la oficina  (éramos, contando con migo,  ocho oficinistas) cuando yo estaba preparando la facturación, se estaba  haciendo un comentario sobre unas chicas muy guapas  que pasaban por el paseo, la oficina tenía unos ventanales que daban al Parque de Ramón y Cajal, y en esto el Sr. Luis Chinchilla me pregunto  ¿Paquito tu qué harías si estuvieras asolas  con esas  chicas? Mi contestación a mis 14 años fue tajante, ¿Y a usted que le importa  lo que yo pueda hacer? Hubo un gran silencio, el Sr. Luís no dijo nada y se marcho, luego hubo  una pequeña reprimenda por parte de algunos oficinistas pero también otros resaltaron que no eran formas de hacerme dicha pregunta. Como era de esperar cuando fui a casa a comer, mi tío Paco estaba enterado del incidente e  hizo que le explicara todo lo sucedido, me escuchó muy atentamente y  me dijo que no tenía ninguna importancia, luego me comento que lo más lógico, era que  cuando lo viera le pidiera perdón cosa que hice  al día siguiente. Y mira por donde  ¡¡ZAS ¡¡ ocurrió  lo que yo nunca me podría haber imaginado, cuando le estaba pidiendo perdón, no me dejo terminar y de sopetón me dijo. – Estoy enterado por tu tío Paco,  que te gusta la Zarzuela y la ópera, voy a hablar con tu tío para que el domingo me invite a  tomar café en su casa y voy a aprovechar para hacerte un regalo. Para mí fue una gran sorpresa no me podía imaginar que hubiera tenido esta reacción y menos que me dijera que le gustaba  la ópera. ¡¡Pues sí!! Al domingo siguiente tuvimos en casa de mis tíos dicha visita, acompañado de su esposa y dos hijas,  estuvimos hablando de ópera durante un buen tiempo y el regalo fue un disco de piedra de Giuseppe Anselmi cantando  “Tombe degli avimiei” de <Lucia di  Lammermoor> (Donizetti), este, os puedo decir, que fue mi primer disco. Lo conservo como una reliquia, si buscáis en YouTube se puede encontrar. A propósito del tenor Giuseppe Anselmi, el Señor Luis me comento de que el corazón de dicho tenor lo donó al Teatro Real, donde se conservó durante muchos años (Actualmente su corazón forma parte del fondo del Museo Nacional del Teatro, en Almagro (Ciudad Real).  El sonido no es muy bueno pero creo que merece la pena escuchar esta grandísima voz

                                                                  Giusseppe Anselmi


En ese día nació una gran relación con Don Luis Chinchilla pues fue el que siempre mediaba con mi tío,  como  pronto veréis,  en la compra de una colección de discos y los viajes que hice hacia a Barcelona para ver algunas representaciones de ópera. Sobre la compra  de los discos os tengo que contar una pequeña anécdota que protagonizó mi tío y con ello era  la demostración del afecto y cariño que tenía mi tío hacia mí.
Yo ya estaba esperando a que me llamara el Sr. Luis  al despacho para a aprovechar y preguntarle donde había comprado los discos, así cuando por primera vez que me llamo  don Luis a su despacho,  aproveche para que me diera todos los detalles, del sitio donde se encontraba la dicha carbonería y ¿que costaba cada  disco? Estaba deseando que llegara la tarde para ir a  la carbonería para  ver los discos y comprar algún disco, recuerdo que llevaba seis pesetas y esperaba comprar dos discos  pues según Don Luis, él compro varios y el precio por disco era de tres pesetas. La persona  que estaba al frente de dicha carbonería  lo primero que me dijo fue  ¿qué tipo de carbón quería? y le dije que lo que  quería era ver la colección de discos. Me hizo pasar a la trastienda y en un rincón había un montón de cajas  de cartón, pesaban mucho las cajas y fui viendo los discos e iba apartando los que me interesaba, Ricardo Stracciari, Enrico Caruso, Tita Ruffo, María Barrientos, Giuseppe de Luca, Giuseppe Anselmi, José Palet, Francisco Viñas, Nelly Melba, Alessandro Bonci, Lina Cavalieri, Giovanni Zenatello, Amedeo Bassi, Victor Maurel, Adelina Patti etcétera, etcétera…  Cuando vi el disco del dúo de Otello (Verdi) “Si pel ciel”  cantado por Enrico Caruso y Tita Ruffo, me quedé estupefacto, pues según mis amigos del Teatro Calderón  y también Don Luis, me habían comentado que de esa grabación solamente habían hecho la primera tirada y única de 500 discos, debido a que cuando Enrico Caruso y Tita Ruffo estuvieron oyendo la grabación, Enrico Caruso no estaba conforme y dijo que había que repetirla, debido a que según Enrico Caruso, había comentado que en la grabación en un pequeño pasaje del dúo se notaba que su voz era tapada por Titta Ruffo, hubo una fuerte discusión y la compañía Gramófono intentó arreglarlo y no hubo manera, como ya se había hecho la primera tirada de 500 discos y  había un documento que estaba firmado por los  dos no hubo forma de anular la grabación. No volvieron a grabar ni a cantar más juntos, en ninguna representación  de ópera.  (Sobre dicha grabación,  creo que la  he escuchado ciento de veces, y sí, hay unos momentos,  muy esporádico qué parece que tapa la voz de Tita Ruffo a Enrico Caruso, a mí personalmente no le doy ninguna importancia pues hay que entender que eran las primeras grabaciones que se hacían y dependía mucho de la situación que tenia cada cual la trompeta (hoy micrófonos) que tenían los cantantes cuando se hacia las grabaciones. Lo realmente cierto es que es una grabación histórica
                
Enrico Caruso  y Tita Ruffo



 Es por ello que yo me quedé pensando que tenía una reliquia en mis manos, me puse nerviosísimo pues aparte había muchos discos que eran de colección. Pregunté al encargado que si me podía llevar dos discos y me dijo que sí, el precio eran tres pesetas cada uno. Cuando ya los page y los tenia metidos en una funda de papel, le pregunte si compraba más cantidad  ¿qué precio me haría?, y me dijo que todo dependía de qué cantidad iba a comprar, y me dijo  que sobre dos pesetas sí los compraba todos. De todas formas yo ya había hecho una selección de los discos que me gustaban, por su puesto todos de óperas y los tenia apartados. Me marché con mis dos trofeos, uno era el consabido dúo de Otello y el otro disco era de la Nelly Melba grandísima soprano, cantando el “Vissi Dárte “de Tosca (Puccini). Esta grandísima soprano en su época fue muy querida y admirada. Hubo un chef francés Aguste Escofier que fue uno de su más rendido admirador, creó para ella platos y postres como el “Melocotón Melba”, es el clásico melocotón en almíbar. Y cuando la diva comenzó a tener problemas con su línea, el mencionado chef inventó las “Tostadas Melba” para ayudar a mantener sus dietas. 

Es una grabación antiquísima y en realidad no se percibe muy bien la  voz, pero es innegable la técnica tan distinta  que tenían en aquella  época a la de ahora de emitir la voz.


                                                                 
                                                                                       Nellie Melba

                                                    
Al llegar a mi casa lo primero que hice fue enseñarles a mis tíos los dos  discos que había comprado, les vi que tenían una cara de satisfacción. Mi tío Paco me preguntó con qué dinero lo había pagado y mi contestación fue con la gratificación que me daban en el trabajo. Al día siguiente me faltó tiempo para buscar a Don Luis para notificarle  la compra que había hecho. Le conté sobre el disco de Enrico Caruso y Tita Ruffo y me contó la misma versión que mis compañeros me habían contado. Le comenté que me hubiera gustado haber comprado más discos pero mi situación no era muy boyante y le dije que empezaría a ahorrar para ir comprando poco a poco algún disco. Pasado uno días,  estando comiendo en casa, mi tío me comento la cantidad de discos que habían, yo le dije que eran unas 15 cajas y más o menos cabían unos 15 discos por caja, pero le hice saber que habían unas 9 cajas  que no eran de ópera. Me hizo coger un papel y sacar la cantidad de discos que había de ópera y de los otros discos que eran de canciones españolas, tangos de Carlos Gardel y de música flamenca. De ópera yo saque un cálculo de unos 90 discos y del resto de unos 135 discos de canciones españolas, flamenco  y de Carlos Gardel. Se guardo el papel que yo hice y me dijo que estuviera preparado  que después de dormir la siesta nos iríamos a  la carbonería “hacer negocio”. Me entraron  unos nervios que no pude dormir  (la siesta la hacíamos  porque nos levantábamos muy  temprano para ir al trabajo). Siempre he reconocido que mi tío Paco era un gran negociante y a las muestra me remito; Cuando llegamos a la carbonería echó un vistazo a todas la cajas y con permiso del dueño me hizo separar las cajas que eran de ópera y del resto de otras músicas, en efecto  habían 6 cajas de ópera. Le pidió el precio de las 6 cajas de ópera y el dueño de la carbonería (muy espabilado) le dijo que si quería comprar tenía que comprar todo el lote incluyendo las 9 cajas que no eran de ópera. Mi tío escuetamente le pregunto el precio por disco y el dueño de la carbonería le dijo que por 2  pesetas el disco se lo vendía todo y mi tío muy rápidamente le dijo que le daba 175 pesetas por todo el lote y le enseño el dinero, el carbonero se quedó vacilante y cuando vio los billetes  los contó y en un “plis-plas” se cerró el negocio (pájaro en mano y ciento volando pensaría el carbonero). Ya podéis imaginaros la alegría que llevaba mi cuerpo, al día siguiente mandó mi tío un carromato para recoger las cajas. Estaba deseando que llegara la valiosa carga a casa y ponerme  a escuchar los  discos.  Mis tíos tenían un gramófono y me pasaban las tardes escuchando esas maravillosas voces. A los amigos del Teatro Calderón, los fui invitando a casa de mis tíos varias tardes y eso supuso para mi tía y mi tío Paco una  gran complacencia, mi tía Dolores, era una persona muy atenta y gozaba haciendo unas meriendas que consistía en una café con leche y pastas, (algún día nos hacia chocolate) que hacia ella, acompañado de uno bollos que hacía en el horno, recuerdo que dejaban la bandeja limpia (en aquellos años aun estaban en  activa la cartilla de racionamiento). De las 9 cajas que habían de canciones variadas, tangos, flamenco y canción española aun tuve la suerte que entre los 135 discos encontré unos 30 discos de ópera y zarzuela. Al cabo del tiempo tuve una gran idea y fue cuando Manolo Polo, el barbero, murió su padre y se quedó solo en la barbería, le dije de llevar las cajas de discos a la barbería y como Manolo Polo tenía un tocadiscos  en la trastienda podríamos escuchar los discos, pusimos dos altavoces en unas estanterías que había al lados de los espejos y fue un gran éxito. La verdad es que sin darnos cuenta el negocio de la barbería aumento sensiblemente pues se corrió la voz que allí cuando le estaban cortando el  pelo o afeitando ponían música  de ópera y parece ser, se  hizo con una clientela aficionados a la ópera y así qué en vez en cuando venia algún cliente y le decía  ¡¡Che Manolo mientras me das una pasadita a la barba ponme un disco de Caruso ¡!   La verdad es que en aquellos años yo disfrutaba mucho, mis tíos estaban muy contentos pues sabían que  cuando no estaba en la barbería estaba en el Teatro Calderón, fueron unos años muy sugestivos y apacibles para mí.
 Estaba esperando que llegara el mes de Septiembre para conocer la programación del Liceo,(pensad que en aquellos años no teníamos noticias del mundo de la ópera pues no habían revistas especializadas, el único contacto que teníamos era por el periódico de La Vanguardia o el ABC, o alguna función de zarzuela u ópera que solían hacer en el Teatro Principal, no nos  enterábamos de nada, la única forma, recuerdo, que Manolo el barbero le traían todos los días el periódico Información de Alicante , La Vanguardia de Barcelona y el ABC de Madrid y una revista de toros llamada “ El ruedo” ese era el único contacto que teníamos con el mundo exterior relacionado con la ópera.                                                                                                                   

Por la Navidades de 1953, marcó un hito en mi vida musical, al ver la película de < El Gran Caruso > recuerdo que en los quioscos de prensa vendían uno libretos de la película El Gran Caruso que llevaban las letras de los fragmentos que cantaban en la película y me las aprendí de memoria, puedo deciros que la película de El Gran Caruso la he visto.

                                                Mario Lanza
 Infinidad de veces. Al poco tiempo aparecieron las películas de Luis Mariano, también mu gustaba pues su voz era de tenor y particularmente me llamaba la atención sus agudos, era el clásico vocalista melódico, fue un tenor lírico, cantante de operetas, su voz era de terciopelo, un físico agradable y una sonrisa deslumbrante, hablaba varios idiomas, diseñaba sus propios decorados, su vestuario, hacia los planos  de sus mansiones e incluso escribió la letras de algunas de sus canciones. El célebre Jean Gabin dijo de él  - Hay artistas a quienes se admira y otros a quien se ama –  Luis Mariano pertenecía  a las dos categorías. Sus películas causaron en mi un gran impacto pues la voz de tenor ya iba calando en mi cerebro, sus películas  de Violetas Imperiales, La Bella de Cadiz,El sueño de Andalucia,El cantor de México, fueron muy admiradas por mí.

                                               Luis Mariano


Os voy a contar una anécdota que me ha ocurrido hace poco, cuando estaba escribiendo < Mis vivencias>. A mí, de joven, podría tener 14 o 15 años solía tararear una canción que en aquellos años se solía cantar mucho, por la radio y en la calle,  lo único que recuerdo de esa canción y lo sigo recordando es una estrofa que decía “Alfonso XII volvía de los toros, Julián Gayarre  cantaba en el Real”, nunca he podido saber que canción era, me he metido por internet y no lo he conseguido. Pero mira por donde en Facebook, en la página  de AMIGOS DE LA LIRICA ahora AMANTES DE LA LÍRICA donde estoy “enganchado”, (os la recomiendo, púes encontrareis, un ambiente sereno, familiar y muy entendido en cuestiones de la lírica) hay una asidua a esta página, Cristina Bevia, que sin quererlo ella, un día puso la canción de <Tardes de otoño en Platerías> en dicha pagina, y ¡¡O!! Mi sorpresa, esta era la canción de <marras>, os voy a poner unas fotos de dicha cafetería, Café Platerías, en aquella época se reunían toda clase de gentes, actores, cantantes, políticos, poetas en fin, una cafetería que llegó a tener mucha fama en Madrid. Os voy a poner la letra de la canción y observareis como sus autores relataron algunas de sus vivencias.

Café de Plateria

Café de Platería por dentro

TARDE DE OTOÑO EN PLATERÍAS
(Antonio Aguilar, Alejo León, Juan Solano).
Canta- García Guirao
La tarde clara de otoño madrileño que en Platerías 
tomaba yo café, con tu vestido gris  entrar en el salón te vi.
Y, al verte tan bonita, me puse junto a ti.
La tarde moría en los espejos, soñaba el amor en los divanes
y todo yo temblé en el momento aquel, mi bien,
que, todo ruboroso, mi amor te declaré.
¡Ay tarde de otoño llena de sol de Madrid!
Café de mis sueños donde el amor encontré.
¡Ay 1800, qué lejos ya estás de mí!
Todo pasó como una luz que yo apagué.
¡Ay tarde de otoño  llena de sol de Madrid!
Alfonso XII volvía de los toros,
 Julián Gayarre cantaba en el Real.
Y yo en aquel café, gustoso te cité, mi bien,
y en sueños de ilusiones inquieto te esperé.
Las luces de gas iban creciendo.
La noche llegaba lentamente. Y, al no verte venir,
creyéndome de amor morir, me fui de Platerías
pensando sólo en ti.








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